La Asamblea Nacional suele ser una de las instituciones peor valoradas por los ciudadanos en los últimos años. La desafección popular a la Asamblea Nacional tiene explicaciones que van desde la corrupción de algunos de sus integrantes hasta la sensación generalizada de que se dedican a perder el tiempo en la aprobación de resoluciones y exhortos, en lugar de aprobar las leyes que el país necesita para su desarrollo.
La empresa Click Report acaba de publicar una encuesta realizada durante el mes de julio de 2021en la que la Asamblea Nacional ocupa uno de los últimos lugares en confianza ciudadana, únicamente por encima del Consejo Nacional Electoral y de la Contraloría General del Estado, cuyos dos últimos titulares tienen órdenes de prisión. Es decir, apenas transcurridos dos meses desde la conformación de la Asamblea, ya existe una desconfianza generalizada de parte de la ciudadanía hacia dicha institución.
Los últimos acontecimientos alimentan esa sensación. Las palabras de la asambleísta por Pachakutik, Rosa Cerda, en las que, dirigiéndose a un grupo de simpatizantes de su partido en la provincia de Napo, les instruyó para que “roben bien” y que “justifiquen bien y no se dejen ver las cosas” constituyen un hecho vergonzoso. Como suele suceder, la asambleísta Cerda publicó en sus redes sociales que sus declaraciones habían sido “sacadas de contexto”, sin embargo, resulta muy difícil pensar en qué contexto la asambleísta podía haber sugerido a sus compañeros que “roben bien” sin que se entienda que los estaba instigando a que comentan actos de corrupción de forma diligente para que no sean descubiertos por las autoridades de control. Como el manido argumento de que las declaraciones habían sido sacadas de contexto ya no resulta mínimamente creíble, sus compañeros de bancada la justificaron por la “emoción” y que, tal vez, quiso decir otra cosa porque es una “compañera kiwchahablante”. De esa forma se estaban preparando para sacar la carta del racismo en caso de que la asambleísta Cerda fuera investigada o expulsada del parlamento por sus declaraciones.
Por otro lado, el martes pasado, la Asamblea Nacional, como si no tuviera otros temas más urgentes que tratar, aprobó con el voto favorable de los asambleístas de UNES y parte de Pachakutik y la ID una resolución en la que condena la suscripción del Convenio sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones entre Estados y Nacionales de otros Estados (CIADI) por parte del gobierno nacional y, más grave aún, rechaza el dictamen emitido por la Corte Constitucional en el que establece que la suscripción del convenio no requería aprobación legislativa. La entidad encargada de interpretar la Constitución de forma exclusiva es la Corte Constitucional, por lo que las demás funciones del Estado, incluida la Asamblea Nacional, no tienen la competencia para “rechazar” o cuestionar los fallos de la Corte Constitucional, por mucho que no compartan su contenido. El presidente lo entendió perfectamente cuando manifestó que, aun cuando no compartía el fallo sobre la despenalización del aborto por violación, se comprometía a acatarlo. La Asamblea Nacional sigue sin entender cuáles son sus competencias y en un absurdo alarde de soberanía nacional –como quedó acreditado con el tuit de la presidente de la Asamblea– pretende decir a la Corte Constitucional cómo debe fallar respecto de determinados temas.
La Asamblea, en apenas dos meses de funciones, está dando señales inequívocas de que no habrá cambios en relación con las anteriores legislaturas y parece que los ciudadanos son conscientes de ello. La Asamblea pierde el rumbo cuando no sanciona a la asambleísta Cerda a pesar de sus vergonzosas declaraciones y pierde el tiempo con resoluciones absurdas como las que rechazan fallos del máximo órgano constitucional. A la luz de ese panorama, es comprensible la intención del presidente Lasso de acudir a una consulta popular para someter a decisión del pueblo cuestiones que la Asamblea no parece ser capaz de solucionar.
Ricardo Flores es abogado.
Las últimas decisiones de parte de los asambleístas ( lamentablemente fueron mayoría ) , sumadas a las torpes e inmorales arengas de la asambleísta Cerda , con razón , generan desconfianza generalizada en el país .
Estamos en un país de absurdos, si la Asamblea, no acata disposiciones de la Corte Constitucional o viceversa, entonces la mayoría de los ecuatorianos tampoco estamos de acuerdo que se legalice el aborto por violación, que se nos pregunte ese tema en una consulta popular, no es justo que al violador,se le incentive a cometer éste acto aberrante de violar y no le pase nada y el no nacido tenga que pagar las consecuencias de la bestialidad del agresor. Los asambleístas nos han decepcionado siempre, hacen espíritu de cuerpo para defender a su compañera por expresiones tan claras y de poca verguenza al recomendar la señora CERDA que roben bien, como si el robar fuera algo legal, sin pensar dos veces, sus compañeros de bancada deberían haber pedido su remoción del cargo.
La asamblea ha sido, es y sera un nido de ratas…no lo digo yo…lo dice la historia y no solo de este pobre pais..hasta los paises “desarrollados” tienen unos congresos y congresistas vergonzantes. Ya lo dice el viejo adagio…a los congreistas igual ke a los bebes hay ke kambiarles a menudo y por la misma razon. Bien hace el Presidente Lasso en llamar a consulta para cambiar ese esquema fallido y putrido ke instalo el correismo. Borra y va de nuevo…y Lasso se manda otro golazo…!!!
Que se puede esperar de asambleistas que, salvo pocas excepciones, no saben ni escribir! Y esto lo digo porque, en general, en nuestro pais da verguenza recibir un email de muchos servidores publicos (incluso de universidades). Para probar lo que digo, pidan a los asambleistas que hagan una composicion sobre algun tema de conocimiento general, en un par de horas, en no mas de dos paginas. Vamos a quedarnos locos de la calidad desastrosa de los trabajos escritos (A proposito, mi teclado no me permite introducir tildes y todos los signos de puntuacion del Espaniol y pido disculpas).
Amor es amor, no hay nada que hacer. PachakutiK, ID y UNES nuevamente juntos; no pueden vivir separados. Y ahora son defensores de la “soberanía nacional”. Y, como bien señala el ab. Flores, desconocen sus atribuciones; es decir, no saben dónde están parados. ¡Pobre país! Ahorita el país tiene el problema de las masacres en las cárceles, ¿no se les ocurre legislar alguna ley para corregir este gran problema, por ej.? Y los Pachakutik, luego de obtener la presidencia de la Asamblea con la ayuda de Creo, ¿ahora van a dedicarse a ponerle zancadillas al gobierno central? ¿Por qué no empiezan por limpiar su imagen ante la opinión pública, que eso sí los volvería soberanos?
El problema no es la Asamblea, son la calidad de Asambleístas, cualquier ciudadano, sin ningun requisito de educación, experiencia, conocimientos etc. puede ser elegido. Ahí está el resultado!