Investigación de 4P y Fundamedios
Lenín Moreno no falló a Ángel González, llamado El Fantasma. En las últimas horas de su gobierno, el ex presidente entregó al zar de medios, de origen mexicano y dueño de diario El Comercio, las frecuencias de otras cuatro estaciones de radio que, durante el concurso para su adjudicación, habían sido descalificadas por incumplir requisitos.
Las emisoras Galaxia Stereo (88.5), Alfa Stereo (104.1), Tropicalida Stereo (91.3) y Like Fm (96.1) continúan al aire gracias a una resolución de 13 páginas que Arcotel cocinó durante los últimos días del gobierno de Moreno y que fue publicada el 27 de mayo del 2021: cuatro días luego de asumir el gobierno Guillermo Lasso y uno antes de que se posesionara el nuevo director de esa entidad de regulación.
Esas emisoras de González habían sido descalificadas por incumplir un requisito de la Ley de Comunicación: ser de propiedad, en 49% máximo, de personas naturales o jurídicas. En los hechos, pertenecían, entre un 90 y un 99%, a empresas radicadas en Guatemala y Uruguay.
La decisión de Moreno a favor de González se concretó a raíz de un encuentro entre ambos. Según fuentes consultadas por Fundamedios y 4P, el encuentro ocurrió el 5 de mayo cuando el presidente saliente (le quedaban 20 días en el cargo) participó en el Foro para la Defensa de la Democracia, que tuvo lugar entre el 4 y 5 de mayo en el Hotel Biltmore de Miami. Ahí, Moreno y González (que vive en esa ciudad) tuvieron una reunión de apenas 10 minutos.
Moreno pidió entonces a la Cancillería que responda favorablemente una consulta que la Arcotel, encargada del concurso de frecuencias, había hecho el 29 de abril del 2021. Virna Jeannet Vásconez, su coordinadora General Jurídica, había preguntado si el acuerdo de complementación económica entre Ecuador y Guatemala (país de origen de algunas de las empresas accionistas de las emisoras González en el Ecuador) hace parte de esos acuerdos que, “presuponen el establecimiento de reglas de derecho respecto de los cuales las partes no pueden invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación para incumplir con estos acuerdos, como por ejemplo la Ley Orgánica de Comunicación; y por consiguiente cumplen con las condiciones necesarias para que sean aplicados de conformidad con el orden jerárquico establecido en el artículo 425 de la Constitución de la República, tal como se ha indicado en el artículo 6 del Reglamento General a la Ley Orgánica de Comunicación?
La consulta contenida en seis páginas y dividida en tres puntos, tenía un objetivo preciso: establecer que ese acuerdo, por ser un instrumento internacional reconocido por el Ecuador, estaba por encima de la Constitución y las leyes y permitía saltarse la Ley de Comunicación que establecía, como se vio, limitaciones legales del accionariado extranjero para ser dueño de medios en el Ecuador.
!Bingo¡ El pedido fue atendido de inmediato: el 5 de mayo -cuando Moreno aún estaba en Miami- la Dirección de Tratados de la Cancillería remitió a la Coordinación General Jurídica de la Arcotel la respuesta. Un oficio de tres páginas que le decía que el acuerdo con Guatemala y otros sí “forman parte de nuestro ordenamiento jurídico y tienen carácter supralegal”. Lo firmó Mary Lorena Burey Cevallos, directora de Tratados, con copia a otras tres funcionarias de Cancillería.
El camino quedaba así allanado para que Ángel González no perdiera esas frecuencias que, según fuentes de la Arcotel, habían sido descalificadas por el equipo técnico que seguía las recomendaciones de la Contraloría. En un informe publicado en el 2018, ese organismo había objetado la concesión de las frecuencias, hecha por el correato al grupo de González en 2016. La Dirección Técnica de Títulos Habilitantes del Arcotel, a cargo el concurso, comunicó, el 17 de febrero, a los representantes legales de González, que sus emisoras no habían pasado el concurso. Gabriela Cristina Hernández, su representante legal, apeló esa decisión el 24 de febrero del 2020. Ella no negó la participación mayoritaria de empresas extranjeras: adujo que, según la prelación de las leyes, el convenio con Guatemala estaba por encima de la Constitución y la Ley y facultaba a una persona jurídica de ese país a tener más del 49% de acciones en un medio de comunicación nacional. Se trataba de las empresas Fizler S.A. y Radio y Televisión Guatemala S.A, de propiedad de González. Según la abogada, la descalificación hecha por la Arcotel, “constituye un evidente acto nulo, pues no ha dado aplicación directa del mandatorio (sic) constitucional y del respectivo Convenio internacional”.
Lo curioso es que una vez revisados los acuerdos de “complementación económica” citados, no se ha encontrado ninguna cláusula de protección a inversiones por parte de nacionales o empresas ecuatorianas en Guatemala y tampoco a la inversa.
Esa apelación fue la que motivó la consulta de la Arcotel hecha a la Cancillería. Con la intervención de Moreno desde Miami, la respuesta de la Cancillería llegó justo a tiempo a la Coordinación Jurídica de la Arcotel que, en su informe jurídico, del 25 de mayo, dio la razón a la abogada de González y ordenó al departamento organizador del concurso devolver las concesiones al zar de los medios.
Las fechas en este punto son claves. El 24 de mayo se había posesionado el Gobierno de Guillermo Lasso y la administración pública estaba en proceso de transición. En el sector Telecomunicaciones, se había nombrada como máxima autoridad a la ministra Vianna Maino.
El 27 de mayo, Xavier Aguirre, director ejecutivo de la Arcotel designado por el ya ex ministro Andrés Michelena, se allanó al informe del departamento jurídico que, a su vez, aceptó las apelaciones de las compañías y dejó sin efecto las resoluciones en que habían sido descalificadas las emisoras. Del mismo modo, dejó sin efecto el Informe General de Inhabilidades y Prohibiciones, que determinó que cuatro frecuencias relacionadas con El Fantasma estaban inhabilitadas para participar. En sus últimas horas en el cargo, Aguirre dispuso, a la Coordinación Técnica de Títulos Habilitantes, que realice un nuevo informe de verificación, analizando de forma integral los tratados internacionales y que requiera a los participantes la renovación de las garantías por el tiempo que corresponda dentro del Proceso Público Competitivo. Ese día se publicaron las resoluciones y González finalmente se quedó con las frecuencias.
¿Por qué participó en este proceso la Cancillería? Según abogados consultados, no está legalmente facultada para absolver consultas como la que hizo la Arcotel. Esa es una prerrogativa de la Procuraduría General del Estado. En su ley orgánica dice, en efecto, que entre sus funciones tiene que “absolver, consultas y asesorar a los organismos y entidades del sector público, así como a las personas jurídicas de derecho privado con finalidad social o pública, sobre la inteligencia o aplicación de las normas constitucionales, legales o de otro orden jurídico”.
La consulta a Cancillería y el posterior razonamiento jurídico de la Arcotel resultan polémicos. Cuando la Arcotel sostiene, en la resolución final, que el acuerdo con Guatemala es “supralegal” y encaja con el artículo 6 del reglamento de la Ley de Comunicación de 2013 -que establece la excepción a favor de los accionistas extranjeros amparados por acuerdos internacionales- se refiere a un reglamento que quedó obsoleto con la reforma hecha en 2019 a esa ley. Ni la Cancillería ni Arcotel tenían piso jurídico para decidir en la forma que lo hicieron.
Así Moreno devolvió a González cuatro emisoras más. ¿Qué ganó a cambio? Las fuentes consultadas por 4P y Fundamedios hablan de una protección mediática ante las demandas de las que será objeto el expresidente que le puede otorgar un grupo que ha acumulado más de 19 matrices, 85 repetidoras, incluyendo tres cadenas nacionales de TV, emisoras de radio por todo el territorio y un diario de alcance nacional como El Comercio (aunque sumido en una profunda crisis); una versión difícil de probar. Lo que sí es obvio es que hubo servicios prestados entre Moreno y El Fantasma, cuyo emporio mediático está manchado con denuncias de irregularidades y corrupción.
La relación entre ambos se inició cuando Ángel González envió dos de sus operadores a visitar a Moreno en Ginebra, pocas semanas antes de su retorno a Ecuador, el 26 de septiembre de 2016, para iniciar la campaña presidencial: Carlos Mantilla, entonces director de El Comercio, y Carlos Lorefice Lynch, entonces responsable de medios en la región. Y luego Moreno, durante su gobierno, protegió a ese grupo al no haber revertido la concesión irregular que obtuvo para el canal de televisión de El Comercio y las concesiones de radio que, según la Contraloría, fueron entregadas irregularmente durante el concurso organizado por el correato.
Foto: Presidencia de la República.
No hay que sorprenderse. Que “revolucionario” que se respete (a su estilo) no es tambien mentiroso, pillo y ladron? Como buen “revolucionario” (que hasta cantaba canciones “protesta”), encontro que la tierra prometida es la Florida.
Lenín Moreno: ¡pillín hasta el fin!
Con seguridad Ángel González repartió buen billete entre Moreno y la burocracia de la Cancillería. Pero como funciona la justicia ecuatoriana, aquí no pasará nada…
Este sinverguenza venia con la bendicion de Correa ellos sabian que es lo que hacian, Correa y Moreno juntos fraguaron esta resolucion.
En 10 minutos Moreno se sacó una lotería sin comprar el boleto?? Que brillante para hacer tremendo negociazo, y pensar que acá mucha gente creyó que era un pusilánime bueno para nada, al menos, dio tela para ello en sus 4 años de mandato.
Parece que Miami es la tierra prometida de este mequetrefe, ahora hasta dará charlas (balbuceantes, pero charlas al fin) junto a otras personalidades en una Universidad; este es otro que jamás regresara, acá está siendo investigado y le espera algunos juicios que posiblemente ameriten algunos años de cárcel. No soy abogado pero creo que este ” negocio” está plagado de irregularidades, que Lasso y la Procuraduría General del Estado deben resolver.
Entonces, corresponde al Gobierno del señor Lasso echar abajo las concesiones ilegales, otorgadas por el Gobierno anterior y presentar las denuncias pertinentes a la Fiscalía, para que inicie las indagaciones por la posible existencia de algún delito.
El bobo Moreno, el que se hace el cojudo y tiene cara de cojudo. Resulto ser un maleante a mas no poder. Que desgraciado este tipo y toda su familia que se aprovecharon al máximo de los fondos públicos del Ecuador durante su paso por el gobierno de Correa y luego durante su fracasado, gobierno inútil que ha dejado una huella de robos descarados al país.
Ojalá la Fiscalía ya, de manera inmediata, investigue a fondo a este delincuente y a toda su familia y amigos y pueda pedir su extradición desde USA, o quizás que mejor lo dejen allá para que se pudra en una cárcel por que acá siempre hay el peligro de que con abogados igual de maleantes que él, lo saquen de la cárcel y vuelva a fugarse.