Consensos Cusín convocó a unos 60 ecuatorianas y ecuatorianos a dialogar y encontrar acuerdos sobre el manejo sensato y honesto de los recursos del Estado. Dos días y medio dedicaron a esta tarea en la Hacienda Cusín, en Otavalo. Esta es su declaración.
El Covid nos privó de amigos y empleos, agudizó las desigualdades socioeconómicas, raciales y de género, mostró la carencia de una estructura de salud en el país y la necesidad imperiosa de tener políticas públicas que resuelvan inequidades de las cuales el mercado no se hace cargo. Nos recordó la importancia de tener un Estado eficaz que nos proteja y nos ayude a salir de crisis imprevisibles. Quienes cargaron con el peso más brutal de la pandemia son los pobres, las mujeres, las comunidades indígenas y los grupos excluidos de los espacios de toma de decisiones.
Gracias a un trabajo del sector público y el privado, la academia y la sociedad civil el Ecuador alcanzó un objetivo que lucía imposible: vacunar en cuatro meses al 60% de su población. Esto muestra que, cuando compartimos un propósito, somos capaces de alcanzarlo.
En ese espíritu, Cusín nos convocó para abordar dos grandes retos que, si bien no son los únicos que enfrenta el país, sí están entre los más apremiantes: somos una sociedad profundamente desigual entre regiones, grupos étnicos y géneros y que padece de grandes privaciones; el segundo es que estamos viviendo los embates del cambio climático y el reto de la sostenibilidad ambiental.
Convencidos del poder del diálogo y colaboración para reconstruir un Ecuador más justo, de oportunidades, equitativo, sostenible y movilizado contra la pobreza, ecuatorianas y ecuatorianos de diversas regiones, condiciones socioeconómicas y visiones ideológicas, representándonos únicamente a nosotros mismos, nos hemos sentado a escucharnos y debatir con el ánimo de llegar a consensos. Hemos comprobado que la polarización ideológica y la falta de diálogo nos inmoviliza como país. Dialogar es normal en democracia. Solo así acordaremos las prioridades nacionales que son comunes a todos y que ningún político de la tendencia que sea puede ignorar. Hemos llegado a estos consensos.
1. Necesitamos un Estado funcional, eficaz, que resuelva los desequilibrios fiscales crónicos que sufrimos. Ningún problema se puede resolver cuando, por falta de recursos, no se implementan las políticas de protección social o, cuando en momentos de abundancia, el exceso de gasto las hace insostenibles en el mediano plazo. Por ello, es imprescindible fortalecer el manejo fiscal. Esto nos permitiría ahorrar en buenos años y, en años de vacas flacas, tener pequeños déficits, pero financiando la política social.
2. Hemos comprobado que la situación fiscal es estructuralmente crítica. Incluso desde antes de la pandemia, el Ecuador arrastra déficits fiscales sostenidos, una deuda pública creciente con altas tasas de interés, caídas bruscas en el gasto social y un elevado riesgo país que, a su vez, desalienta la inversión y eleva las tasas de interés para el sector público como el privado. Este desequilibrio fiscal también concierne a los gobiernos seccionales.
3. Creemos importante desmentir la idea de que el Estado, gracias a los ingresos que genera el petróleo, está en capacidad de asumir nuevos gastos o, incluso, de cubrir los ya existentes. La noción de un Estado pudiente debe ser desechada.
4. Coincidimos en que tener equilibrio fiscal no depende del tamaño del Estado. Con el tamaño que decida la sociedad, el equilibrio fiscal nos hace un país soberano y con más capacidad de responder a los retos que enfrentamos, sin estar sujetos a los vaivenes del precio del petróleo.
5. Pensamos que la política de protección social debe ser más incluyente, más redistributiva y proteger a las familias contra eventos inesperados. Es verdad que el país hace un esfuerzo importante en inversión social, pero está mal dirigido. Un ejemplo son los subsidios a los combustibles que, teniendo una motivación entendible como mecanismo para ayudar a familias de bajos recursos, en la realidad benefician principalmente a aquellos que no los necesitan y agravan la contaminación ambiental.
6. Consideramos que es importante repensar la política de protección social para que, además de ser más redistributiva, promueva el empleo formal y una mayor participación de las mujeres en la vida económica.
7. Creemos que, si bien es ineludible gastar de manera más eficiente, también será indispensable gastar más en áreas fundamentales como la salud, la educación y la seguridad pública en un momento en que el narcotráfico se ha insertado en la economía y nos ha llevado a niveles de violencia desconocidos en el país. Recobrar la paz es una tarea colectiva urgente.
8. Creemos que es esencial fortalecer el sistema tributario, reforzar su carácter progresivo, combatir la evasión y la elusión, ampliar la base de contribuyentes y contemplar la creación de impuestos verdes que fomenten el tránsito hacia la descarbonización de la economía, en acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sustentable. La política tributaria debe, a su vez, incentivar la creación de empresas formales para que generen empleos que paguen buenos salarios. Crear empleo es la mejor vía para reducir la pobreza.
9. Reconocemos que la dolarización nos ha brindado estabilidad económica y debe mantenerse; no obstante, oculta la gravedad de la situación porque no tenemos alarmas como la devaluación, la inflación y la corrida de depósitos que antes alertaban sobre los desequilibrios de la economía. El riesgo país es el único indicador que refleja la percepción de si Ecuador es confiable.
10. Creemos que la política tributaria debe fomentar la equidad y debe estar balanceada con las que promueven el crecimiento. Los ingresos tributarios deben alcanzar para financiar el gasto corriente sin desalentar la inversión y la creación de riqueza personal.
11. Sabemos que los ingresos tributarios del Ecuador están por debajo del promedio regional y que podrían aumentar. Pero también coincidimos en la importancia de que esos recursos sean utilizados de manera eficiente y con objetivos claros ante la población.
12. Pensamos que el país debe tener reglas fiscales claras, flexibles, conocidas y aceptadas por la nación. Solo así serán legítimas. La responsabilidad fiscal es un asunto de sentido común y no depende de la visión ideológica. Es imposible hacer política social sin un riguroso manejo fiscal.
13. Subrayamos que no hacer nada para cambiar la situación actual tiene para la población, especialmente para los más pobres y las mujeres, un costo social que supera el esfuerzo al que estamos convocados para alcanzar una senda de desarrollo sostenible para el país.
En consecuencia, esperamos que el Gobierno y la Legislatura marquen la ruta que saque al país de este entrampamiento sobre la base de un Estado que no gaste más de lo que puede costear la sociedad, que administre con transparencia y sin corrupción los recursos públicos, que su política social reduzca la pobreza y que no hipoteque el futuro ni destruya la naturaleza. El acuerdo fiscal y social que proponemos no es la solución a todos los problemas que enfrenta el país, pero sí es un prerrequisito fundamental para hacerlo. La sociedad civil deberá vigilar el cumplimiento de esta tarea que solo será posible si mantenemos un espíritu de diálogo.
Cusín, 23 de Octubre de 2021.
Los expertos internacionales
Andrés Velasco, ex ministro de Hacienda de Chile; Santiago Levy, ex director del Sistema de Seguridad Social Mexicano; Jorge Castañeda, ex ministro de Relaciones Exteriores de México; Mauricio Cárdenas, ex ministro de Finanzas de Colombia.
Los convocantes
Patricia Gualinga, Ruth Hidalgo, Abelardo Pachano, Cecilia Paredes, Pablo Lucio Paredes, Jefferson Pérez, Mauricio Pinto, Mario Ribadeneira, Augusto De La Torre
Los invitados
Xavier Hervas, Vicente Albornoz, Simón Cueva, Roque Sevilla, Rocío Rosero, Robert Helbig, Ramón Espinel, Paúl Palacios, Otto Sonnenholzner, Osvaldo Hurtado, Napoleón Santamaría, Mónica Heller, Mireya Pazmiño, Michelle Arévalo, Martha Roldós, Marisol Andrade, Mario Prado, María Paz Jervis, María Paula Romo, María Brown, María Amparo Albán, Magdalena Barreiro, Luz Elena Coloma, Luis Alfredo García, Koya Shugulli, Simón Jaramillo, Juan Carlos Holguín, José Hernández, José Hidalgo, Jessica Jaramillo, Jaime Carrera, Guillermo Avellán, Grace Jaramillo, Estuardo Paredes, Doménica Cobo, Diego Ordóñez, Daniela Córdoba, Carlos Cueva, Carlos Montúfar, Bernardo Pérez, Bernardo Acosta Varea, Benjamín Ortiz, Belén Espinel, Andrés Hidalgo, Ana Patricia Muñoz, Alberto Dahik.
Los invitados confirmados que se excusaron
Ximena Garzón, Xavier Sisa, Walter Spurrier, Virgilio Saquicela, Salvador Quishpe, Pablo Arosemena, Pabel Muñoz, Mauricio Pozo, Mario Jaramillo, María Elisa Holmes, Luis Hernández, Johnny Terán, Héctor Cueva, Guido Chiriboga, Alexandra Vela.
Foto Sebastián Veintimilla.
El diálogo para llegar a consensos claro que es a donde debemos llegar para objetivamente tener un camino que solucione los problemas del país, que son justamente lo que se señala, y que no es nuevo, ya lo sabemos muchos años lo venimos palpando, ningún gobierno ha tomado seriamente la decisión de afrontarlo y solucionarlo, más ingresos al fisco, de acuerdo pero a donde y que se hace con ese dinero? proyectos mal elaborados o elaborados a medias, invertidos sin ningún control ni beneficio para la sociedad, prioridad en el gasto es lo que debe haber, trasparentar el gasto público, sacar a los pipones ideologizaciones del aparato estatal. El estado debe gastar en mejorar la salud, educación, seguridad social, seguridad pública, se pone ejemplo de Francia y de otros países por parte de ecuatorianos que han vivido o estudiado allá pero vienen al país a oponerse a la inversión privada, no es consecuente, los llamaos sectores estratégicos deben ser desarrollados con recursos, tecnología y manejo del sector privado, por qué y para que el estado debe invertir allí, la gran carga burocrática está allí . Planteamientos concretos para solucionar nuestros problemas es lo que debe haber, el diagnóstico lo conocemos de memoria
La intención es buena, pero son los mismos que ya fracasaron, salvo poquísimas excepciones.
Por los participantes no deja de ser un mero intento de diálogo. Sin planteamientos claros, sin estrategias, sin políticas aplicables.
¡Lo que desconcierta! Falta entender que con discursos e ideas sueltas no se resuelven los problemas. Un país dividido, con una frágil economía, con una sociedad vacilante, con una población cada vez más pobre, con una juventud indiferente,con oportunistas que están a la caza del fracaso, con figuretes que están en la búsqueda de una ubicación en el gobierno son señales de que el cambio no está próximo y que este tipo de reuniones no ayuda en nada. Se necesita una verdadera transformación mediante la participación de profesionales, técnicos conocedores de la real situación país, que pongan al servicio del Estado sus conocimientos con entereza y honestidad. Existe demasiada improvisación que conduce al continuo cometimiento de errores. Al Presidente hay que apoyarlo, sin duda, con trabajo y archivando a quienes no contribuyen al mejoramiento de la crisis.
Estimado señor Hernández, la declaración suena genial y lógica, pero:
NO PASA DE DECIR LUGARES COMUNES: Las ideas planteadas son de sentido común, pero son muy genéricas y no contienen mecanismos de implementación prácticos y directos.
CIERTAS REALIDADES NO SE PLANTEAN DE FORMA DIRECTA: por ejemplo, en el tema de los impuestos no se ponen los hechos sobre la mesa: 30% de economía formal que mantiene a 70% de economía informal, con el agravante de que por lo menos la mitad de la economía informal tiene grandes patrimonios. Además, la mayor parte de evasión tributaria proviene de negocios pequeños y medianos, así como profesionales. Soluciones reales?
LA HISTORIA Y LOS HECHOS, NOS DEMUESTRAN QUE NO SOMOS UNA PAIS DE CONSENSOS: lamentablemente, siempre el líder de turno tiene 2 opciones: imponer su visión a la fuerza, o, ser rehén de la oposición. La posición de Correa, Nebot, e Iza, nos demuestra, hoy por hoy, qué hay grupos con los que no se puede contar para lograr algún tipo de cambio. En serio creen que se va a lograr un consenso con estos grupos?
En fin se agradece que un grupo de personas importantes se hayan reunido para dar una opinión, pero en los momentos actuales del país, hablar de cuestiones genéricas, con alto nivel de idealismo, no es una manera efectiva de ayudar. Hubiera sido más útil, plantear propuestas específicas, que permitan ayudar a resolver problemas puntuales.
Que bien dicho Señor Santa Maria,
es un hecho que la evasion tributaria viene por parte de ese grupo, todo por la vivez criolla que lastimosamente nos caracteriza, y digo NOS porque todos hemos pasado por ahí en alguna momento.
Solo habiendo vivido en el extranjero y ver la realidad de otras sociedades, véase Francia por ejemplo uno de los países con mejor protección social del mundo, 50% del salario se va al estado ricos , pobres y clase media estan sujetos a esto. Pero obviamente ese 50% de reserva para la jubilacion, seguridad social , salud gratuita ( si gratuita dije y de que calidad!) garantiza una vejez digna. Evitemos hablar de los chalecos amarillos, eso es otro cuento.
Si el Presidente Lasso logra hacer conciencia a toda aquella gente que vive de no pagar impuestos y piensa que el problema es solo ” los ricos tienen que pagar y yo no pago nada y me hago el vivo” pues el país seguira tal y como está. Para eso se necesitará una nueva generacion de ciudadanos bien educados y dolidos de la patria.
Pienso que el meollo del asunto va ahi: sin solidaridad , sin cambio de mentalidad, el ecuatoriano promedio y como tal el pais seguirá tal y como está … en la lona.
Declaraciones que todos ya sabemos. Falta poner temas prácticos que realmente transformen y evidencien que el país tiene acuerdos. Por ejemplo fijar techos de gasto público y déficit fiscal que venga el gobierno que venga se respeten. Fijar porcentajes de presupuesto para el sector social que igual se respeten. Dictaminar reformas institucionales para que el Iess deje de ser el monstruo de gasto y corrupción. Igual Determinar que no necesitamos una Asamblea tan grande e inútil. Deberían ser no más de sesenta asambleístas y definir el tamaño de su administración. Pedir que ya se defina y nombre un Contralor General que no sea subrogante del subrogante autonombrados y envueltos en la misma argolla. Cosas prácticas que seguro serán pasos para que nos enrimbemos en acuerdos y reglas claras. Saludos
Si estuviera en mi poder mejorar el estado en la parte esencial o pudiera asesorar a nuestro presidente, esto es lo que haría:
– Restructuración de la Función Judicial para ciudadanía en general y FFAA, la cual debe garantizar transparencia, no hace falta inventar nada, solo copiar y adaptar casos exitosos de otros países.
– Adjudicación de cargos públicos de alta responsabilidad a personas con trayectoria demostrada; Liderazgo, preparación, experiencia, libre de eventos dolosos, con solvencia en ética y altos valores humanos.
– Reforma a la ley de elecciones para que quienes participen demuestren que están preparados para acceder a los espacios que se postulan (capacidad, trayectoria y principios éticos) y que los mismos sean sujetos a impugnación ante los tribunales de justicia.
– Hacer uso de tecnología de punta y con altos niveles de seguridad para trasparentar la compra y contratación pública, mantenimiento de activos, arrendamientos, venta de especies, administración de servicios, adjudicación de beneficios y bonos, etc. Mediante auditorías de terceros y con reportes públicos.
Lo demás viene por añadidura.