¿Alguien conoce a Diego Ordóñez? No parece. Ni sus amigos ni sus coidearios parecen conocerlo. Muy pocos son los que han salido a defenderlo tras la queja que presentó la asambleísta correísta Mónica Palacios en la Asamblea. Lo acusó de misoginia. Y por eso al parecer será procesado. Ella lo acusó por el comentario que Ordóñez hizo a un trino de 4P que promocionaba nuestro artículo Palacios y su prueba chimba contra Lasso. El trino decía: “Mónica Palacios era la última esperanza de los que quieren destituir al presidente. Dijo que tenía la prueba y se dedicó a insultar a Lasso. La Súper de Bancos de Panamá la desmiente. Y ahora esa comisión no sabe qué poner en su informe”. El asambleísta de CREO comentó: “Pasar del tubo a la curul y surgen estas argucias torpes”.
Bastó evocar el tubo y apareció un ejército en redes, encabezado por los troles correístas, perfilando a Ordóñez como el peor tipo que ha parido el país, autor de violencia de género y otros crímenes de ese tenor. Difícil no asimilar ese caso al provocado por los futbolistas en el gobierno de Correa. Apenas se dijo que había sido un error de parte del correísmo hacerlos pasar del campo de fútbol a la Asamblea, sin ninguna preparación, surgió un ejército en redes para acusar de racistas a aquellos que señalaron sus deficiencias en el legislativo. No había racismo, pero así el correísmo quiso que se viera. Esta vez tampoco hay misoginia, pero el correísmo quiere que así se vea.
Ordóñez evocó un tubo y ardió Troya. El tubo se volvió un problema moral y una mala palabra para muchos supuestamente defensores de las libertades. ¿Y cuál es problema con el tubo? ¿Acaso el tubo no llegó a ser una moda y un deporte apetecido en los gimnasios? Los prejuiciados, que en este caso lo han convertido en un tabú digno de hoguera pública, deberían hacerse una limpia: bastaría con guglear “arte del tubo”, “baile del tubo”, “danza del tubo”, “pole dance”… para ver que sus malicias y suspicacias solo están en sus cabezas.
¿Qué problemas tienen con el tubo? ¿Y cómo llegan a colegir que evocarlo es un insulto? Ordóñez fácticamente está diciendo que cambiar de actividad requiere ponerse a tono con el nuevo oficio. No estigmatiza el tubo; no insulta a la asambleísta. ¿De qué lo quieren procesar? Es verdad que Ordóñez retiró el tuit y pidió excusas. Pero no porque hubiera ofendido a alguien -dijo en la Asamblea- sino en atención a la forma inapropiada en que fue entendido lo que escribió.
Por eso, la pelota sigue en el campo de Mónica Palacios. ¿Tuvo que ver ella con esa actividad? Si así fue, es parte de su biografía, de su vida, de su plena libertad como persona. Y a nadie le importa. Un tubo es una afición, un deporte. Incluso referido a una actividad erótica, es un ejercicio de libre albedrío y, muchos casos, de una enorme calidad estética. ¿No tuvo que ver? Una declaración suya diciendo que Ordóñez se equivocó porque ella no ha practicado esa actividad, hubiera bastado para solventar este asunto. Pero no: ella se encargó de echar leña al fuego y ahora impulsa un proceso en la Asamblea dando una prueba más del parroquialismo penoso del cual hacen gala ella y los defensores de lo políticamente correcto. Esta es una hazaña, la más reciente y hay que anotarla: haber convertido en actitud repudiable hablar del tubo y volverlo un delito en el interior de la Asamblea. ¡Avanzamos Patria!
Y mientras esto sucede y Diego Ordóñez, a quien trastocaron su biografía, fue convertido en desalmado, los defensores de Mónica Palacios no han destacado que ella y sus amigos, apelan a la geometría variable cuando ellos cometen, esta vez en serio, violencia de género: defendieron con entusiasmo a Freddy Carrión que, siendo Defensor del Pueblo, agredió física y sexualmente a una mujer y fue sentenciado por ello a tres años de cárcel.
¿Qué dice Mónica Palacios de los epítetos usados por Rafael Correa sobre las mujeres, sus evocaciones abiertamente sexuales y las humillaciones que impuso a las militantes de Alianza País?
La violencia de género, en su caso, es hemipléjica. Ella, por ser mujer, cree que puede tratar, sin prueba alguna, al presidente Lasso de delincuente? Eso no es violencia, dirán sus amigos, es fiscalización responsable. Pero cuando la tratan como política, entonces ella se refugia en la solidaridad de género. Doble rasero: de ella y de sus defensores.
Foto: Asamblea Nacional.
Si cambió de actividad y dejó el tubo atrás para ser asambleísta, es asunto de ella y no del país, qué tal esta Mónica, creer que porque es correista puede todo, que vergüenza ajena, porque propia no la tienen
.
Siempre he pensado que no nos molesta el insulto como tal, lo que en realidad nos molesta es el insultador: cuando el insultador es alguien a quien detestamos lo condenamos rasgándonos las vestiduras, pero cuando es alguien que sí nos agrada, lo justificamos y defendemos.
Eso es todo.
Por supuesto que no es un delito, pero si es la oportunidad de darles papaya para el insulto y el vegamen en vista de que no hay argumentos juridicos y legales para cumplir la misión que tenian, que era destituir por odio al primer mandatario y ahora quieren destituit a Diego Ordoñez, por ser uno de los principales defensores de la legalidad y el derecho
Déjalas que ladren, Diego porque significa que estás avanzando…
Realmente da vergüenza ajena la calidad personal, intelectual y moral de los mamelucos qué fungen de funcionarios públicos.
Mónica Palacios, esta “asambleísta” y su prueba chimba, sin contrastar y sin investigar, era la última esperanza que, la cloaca de UNES y sus socios tenían para dizque destituir al Sr. presidente Lasso, pero Palacios, creyendo que descubrió el agua tibia, se dedicó a insultar al presidente, al punto que lo dijo delincuente y, cuando desde Panamá lo desmienten, les dieron “con la piedra en los dientes” Por lo que, Diego Ordoñez, asambleísta de CREO, en su columna, comentó, refiriéndose a la prueba, traída por la asambleísta de UNES: “Pasar del tubo a la curul”…, haciendo mención al tubo que Palacios tuvo que ver con esa actividad y que hoy funge de “asambleísta”; lo cual en esa “comisión” presidida por Cabascango (cango con hueco), ha causado un revolú que aúpa la rabieta de Palacios + un “ejercito” de troles de la turba delincuencial y criminal correista, en contra de Diego Ordoñez; por lo que, el Dr. Ordoñez, un Pelagatos, Articulista de trayectoria, cuya columna, en el afán de zanjar el bajo nivel de conocimientos de varios políticos, asambleístas y más temas, cuenta con más de 12 millones de lectores, les recordó: “zapatero a tus zapatos”, pero hoy es acusado de misógino. Acción ruin, propia del correísmo, bancada que, defendió a Freddy Carrión que agredió física y sexualmente a una mujer. Ecuatorianos honestos, al prófugo, la INTERPOL, le respira en la nuca y el correísmo esta desquiciado, dando palos de ciego en las cárceles y en las calles por librarse de Lasso al que no lo pueden extorsionar.
Posiblemente lo que quiso decir el señor Ordoñes es que la mencionada en lugar de tener boca tenía un tubo, eso por los insultos que lanza en contra del señor Presidente Lasso que salen como por un tubo.
Estimado José, desde hace algún tiempo sigo el portal y a usted, debo decir que es uno de los mejores periodistas de análisis político. En este caso, está claro que estos impresentables de UNES y compañía pretendían sin contar con prueba alguna la destitución del Presidente Lasso, y esta situación molestaba muchísimo a Diego Ordóñez al igual que a muchos ecuatorianos en los que me incluyó. Pasa que se puede dorar la píldora, analizar y explicar lo que el Asambleísta escribió de muchas maneras como lo hace usted en su artículo. Considero que nuestro representante en la Asamblea a quién también admiro por su carrera política y valiente oposición a los regímenes que nos gobernaron por más de una década y que causaron la crisis que de a pocos vamos saliendo con la actual administración, debe afrontar sus expresiones, enfrentar el proceso que le han iniciado y aceptar la sanción que le impongan.
Realmente un argumento peregrino , para pretender juzgar y enjuiciar al Asambleísta Ordoñez ; pero de esta paupérrima Asamblea , todo se puede esperar y nada nos sorprende . Una pregunta suelta para esta Sra asambleísta : tuvo o no tuvo que ver con el TUBO , en su reciente vida pasada ; y si tuvo que ver con el famoso TUBO , no hay de qué avergonzarse , ni tampoco motivo para arremeter contra Ordoñez .
Aprecio, respaldo y reconocimiento de parte de la gran mayoría de ecuatorianos para el asambleista Ordoñez y las contadas excepciónes contadas con los dedos de las manos que trabajan y defienden los intereses de la nación. Una sola recomendación como dice una frase popular ” No bajarse al nivel de los imbéciles, pues por su audacia cinismo y experiencia lo ganan a cualquiera” ya con un poco de sol y viento desaparecerán.
Pero si ése comentario lo hubiese hecho la rata belga a cualquier mujer, está tarada de Palacios le hubiera dado un “standing ovation” de tres minutos. Vamos señora, déjese de ser fifiruchi y póngase a legislar( obstáculo difícil de conseguir). Ojalá el Presidente la enjuicie a usted, por lengua larga, ventrílocua e fantasiosa..
La Sra. Palacios de UNES, que es la representante de los migrantes ecuatorianos (EE, UU y Canadá) que reconozca que utilizar el tubo es denigrante, sí que produce risa, porque ella tan viajada y conocedora de otras latitudes, debería reconocer que el tubo es un método de gimnasia, utilizado para el estiramiento de brazos, piernas y dorso, recomendado para personas que quieren contornear su figura, y su utilización no tiene género. Decirle que se bajo del tubo a la asamblea solo se crea una metáfora, tan igual como decirle que se bajó del árbol en argot muy popular. El utilizar el idioma de diferente forma es plausible porque si algo caracteriza al español, es el ser muy rico en palabras, frases, idioma, y composición. En lugar de estar demandando al Sr Ordóñez debería coger un curso de idioma y literatura y no se sienta ofendida por expresiones que además nos llegan del modernismo en que se desenvuelven otros países. Sra. Sería Mejor que trabaje legislando y no pierda el tiempo creando cucos, donde no hay¡¡¡