El plan de los correistas, los socialcristianos y del MPD para recuperar una parte clave del poder tomándose organismos como la Contraloría y las superintendencias, gracias al control del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, CPCCS, sufrió un golpe que luce por ahora mortal.
El 2022 no arrancó con buenas nuevas para esas tres fuerzas que caminaban firme y silenciosamente a cooptar organismos desde los cuales podrían retomar espacios de poder que perdieron en las últimas elecciones y conseguir impunidad para los cuadros que han ejercido cargos públicos en los últimos años. Lo pensaban hacer con la elección de un nuevo Contralor a su medida.
El aborto del plan se evidenció ayer miércoles 5 de enero cuando la presidenta del CPCCS, Sofía Almeida, recurrió a una burdo y torpe maniobra para evitar que una nueva mayoría votara en contra de un proyecto de reglamento para la elección del nuevo Superintendente de Compañías, que se salía de su guion y del de sus aliados: ordenó que se desconecte la transmisión de la sesión cuando se dio cuenta que tenía todo perdido. Almeida, al ver que Ibeth Estupiñan no aparecía para votar a favor del reglamento, ordenó suspender la sesión argumentando que la transmisión en línea había colapsado, lo cual era una mentira porque se estaba viendo de forma impecable en los canales que el CPCCS tiene en redes sociales.
La estocada a la mayoría que había operado a sus anchas se produjo cuando la consejera Edith Estupiñán, que había actuado bajo los dictámenes del socialcristianismo, se cambió de cambió de bando y se sumó a la que hasta hace poco era la minoría de María Fernanda Rivadeneira, Francisco Bravo y Hernán Ulloa. El grupo de la socialcristiana Sofía Almeida; el correísta, Juan Javier Dávalos, y el emepedista David Rosero, estaban listos para aprobar un reglamento que permitía a ese sector bloquear ad infinitum el nombramiento del nuevo Superintendente de Compañías, gracias a un artículo que decía que si uno de los miembros de la terna enviada por el Ejecutivo no cumple con los requisitos para ser elegido, toda la terna queda inhabilitada.
El antecedente de esta sesión fue el 29 de diciembre del 2021. Ese día ya se quiso aprobar un proyecto de reglamento para la designación del Superintendente de Compañías, por el que pujaban Almeida y sus aliados. En esa sesión, la presidenta del CPCCS suspendió en dos ocasiones la sesión antes de tomar la votación. Al momento de la votación de ayer 5 de enero, Ibeth Estupiñán no apareció por lo que no había, nuevamente, los cuatro votos necesarios.
¿Para qué querría la mayoría del corrreísmo y el socialcristianismo una norma que permite bloquear el nombramiento de un miembro de la terna que envía el Ejecutivo? La idea, según supo 4P., era que bajo este esquema de inhabilitar la terna se podía postergar la elección del nuevo Superintendente de Compañías lo más posible y así dejar en el cargo a Doris Alvarado, encargada del puesto. No hay que olvidar que el anterior Superintendencia, Víctor Anchundia, fue censurado y destituido hace pocos días dentro del escándalo por el caso del ISSPOL, bajo iniciativa del asambleísta socialcristiano Luis Almeida, quien es tío de la presidenta del CPCCS y uno de los articuladores de la mayoría en ese organismo.
Lo que hizo Sofía Almeida fue, en realidad, un tiro en la nuca. Si la mayoría que operó ayer miércoles se consolida, podrían destituirla. Una opción para eso es acusarla, entre otras cosas, de haber interrumpido ilegalmente el trabajo del CPCCS sin fundamento alguno. Para esto está la prueba madre: el video donde se ve que no se interrumpió la transmisión y en el que aparecen los consejeros María Fernanda Rivadeneira, Francisco Bravo y Hernán Ulloa protestan por lo hecho por Almeida. Con los cuatro votos asegurados, la destitución es perfectamente posible.
Las reacciones a lo que pasó en el CPCCS no tardaron. El consejero Juan Javier Dávalos del correísmo publicó un comunicado en el que sostiene que lo ocurrido responde al plan de las fuerzas políticas, entre esas el gobierno de Guillermo Lasso, de destruir el CPCCS “desde adentro” ya que, según él, no tienen los votos para hacerlo con una consulta popular. Dávalos sostiene que con el rompimiento de la mayoría se ha perdido la independencia del CPCCS.
Lo sucedido el 5 de enero marca, sin duda, un nuevo momento político para el gobierno de Guillermo Lasso que parecía incapaz de bloquear el acuerdo entre el correísmo y el socialcristianismo que pretendían sacar provecho del CPCCS que puede nombrar las autoridades de control y que se había constituido en una real amenaza en su contra. ¿Se sostendrá la mayoría que operó ayer? Dependerá, en gran medida, de la capacidad de operación política del gobierno y de la decisión de los otros consejeros.
Foto: CPCCS
Narco democracia, desde Correa.
Señores hay que rescatar la institucionalidad, la democracia, la libertad y la justicia en nuestro pais, no nos debemos conformar con el traspiés del CPCCS, hay que eliminarlo de una manera definitiva y crear una comisión representada por un perito es estos temas de cada uno de los poderes del Estado, del poder civil, de las universidades, de los gremios empresariales, de los grupos sociales, de la iglesia esto con el fin de que se elija a los mejores ciudadanos para todas las instituciones de control, sin banderas políticas, ni ideologías tercer mundistas y se termine con poner a los amigos y partidarios con la única finalidad de cubrir los latrocinios y corrupción de sus afines es decir dejar en impunidad los dineros mal habidos. de debe llamar a una consulta al pueblo para autorizar la eliminación de esta institución que no ha cumplido el rol para el que fue creado y lo único que ha servido es para crear un caos jurídico.
una verdadera porquería la politiquería ecuatoriana
desde la decada del Narco delicuente hoy profugo Rat Correaa, este nefasto Cpccs, es una cueva de la delincuencia corrupción mediocridad y los peores negociados dirigidos por los ya nefastos UNES correistas y sus aliados del psc…esta entidad debe desaparecer
Queda al descubierto la insensatez, y la verdad que a social cristianos y correistas les importa solo la argolla y que el pueblo se hunda.
Quieren tapar la podredumbre y corrupción de sus partidos.
El bien siempre triunfará, ¡lo que siembras eso mismo cosecharas!
A Nebot ya no le cree nadie, y al corrupto y condenado por la justicia Rafael Correa peor no le creen ni las bases del mismo partido. Momias politiqueras.
Excelente trabajo como siempre señores periodistas, por favor seguir desenmascarando a esta clase de delincuentes que ostentan función de “asambleístas” es sin lugar a dudas la forma de construir una mejor y más transparente manera de que se trabaje en bien del país y no del beneficio de cuatro pillos que fungen como líderes de tales partidos (bandas criminales) que por décadas han hecho lo que han querido a través de bazofias como la del presente análisis.
Qué deprimente es ver como ciertos personajes de altas instituciones del Estado, las que deberían garantizar la transparencia de los procesos para selección de funcionarios idóneos para cargos de gran responsabilidad en la marcha correcta del país, están ahí para garantizar la continuidad de la corrupción, que campea, con triquiñuelas y amarres a vistas de todo mundo y sin asomo de rubor. Y hablan de “trujillazos”; deberían lavarse la boca para hablar del Dr. Trujillo. ¡Cochinos!
Una gran verdad , a la vez que una tragedia nacional : aparentemente no hay Institución Pública , en la que no aparezca la politiquería y los bastardos intereses personales , dejando de lado los intereses nacionales . Y una clara muestra de esto , es este bodrio , creación de la ROBOLUCION , llamado pomposamente CPCCS ; ojalá esta nueva mayoría se mantenga , destituya a su Presidente por sus ilegales actuaciones , y trabajen por el país .
El matrimonio correismo-social cristianismo creo que rompe records en la historia politica del pais. Ya esta sospechoso lo lindo que se entienden Nebot con Correa… Entre pillos se entienden, sin duda.
El CPCCS tenía que desaparecer hace rato. Es un organismo donde se cuecen diabólicos acuerdos que, luego, da lugar a funcionarios corruptos. Este organismo, que estuvo al servicio del “sabio economista”, busca ganar por cualquier medio y se está persuadiendo a muchos ecuatorianos a pensar y actuar de esa manera, lo que amenaza con derrumbar los cimientos de nuestra seguridad y democracia a una velocidad asombrosa.