¿Tenía visa estadounidense el juez Chucky seven, Juan Fernando Paredes, que persiguió el diario El Universo para dar gusto a Correa? ¿Acaso la tenía Lucy Blacio, que, entre sus hazañas, archivó el caso Palo Azul y persiguió durante el correísmo a Fernando Villavicencio, Cléver Jiménez y Carlos Figueroa? La Embajada de Estados Unidos en Quito publicó ayer, 10 de enero, un comunicado en el que informa que “(…) varios jueces ecuatorianos y otros individuos que trabajan en los sectores legal y judicial (…)” perdieron sus visas. Ese país las revocó. Y si al fin, como dice el comunicado, el presidente Biden decidió tomar medidas concretas para contrarrestar la corrupción y el crimen organizado, esa embajada tiene trabajo: la lista fiscales, jueces, abogados y funcionarios de la Judicatura, que han hecho méritos para perder la visa, es voluminosa. Jimmy Jairala conoce algunos pues sus 20 casos o más, de presunto peculado, fueron declarados reservados por algunos jueces. Reservados, sí, como si fueran secretos de Estado.
El comunicado de la Embajada es inhabitual. Y se produjo después de que Jorge Acosta, un viejo alfil del correísmo, revelara que EEUU canceló su visa. Un caso similar ocurrió con el general Víctor Araus, en un contexto particular: Michael Fitzpatrick, embajador de Estados Unidos, habló el 10 de diciembre del retiro de visas a narcogenerales. Cinco días después Diego Chimbo, abogado del oficial, informó que la embajada retiró la visa a Araus y a su familia.
Perder la visa de EEUU puede representar, en los hechos, muchos problemas. Y es obvio, como se lee en el comunicado, que tenerla no es un derecho. Cada país ejerce, entre sus facultades soberanas, otorgar visa a quien quiera. Y, por supuesto, las autoridades estadounidenses pueden considerar que aquel que la obtiene es un privilegiado. De ahí se puede colegir que quien la pierda, y peor aún, quien la pierda porque se le cancela, queda convertido en una suerte de paria social. Una exageración.
Es cierto que esa visa no solo sirve para visitar Estados Unidos, hacer negocios, tener cuentas en los bancos… También franquea el ingreso directo a otros países o sirve para obtener otras visas con mayor facilidad. También esto es indiscutible.
Estados Unidos no hace públicos los motivos específicos, en cada caso, ni los nombres de aquellos a quienes cancela la visa. Una regla que puede ser inobservada como sucedió, el 25 de octubre de 2006, con el retiro de la visa al político socialcristiano Xavier Neira.
Aaron Sherinian, portavoz de la embajada en Quito, confirmó entonces a El Universo que Xavier Neira, Jorge Neira y Clemente García Fabre, del estudio jurídico Neira & Asociados, habían perdido la visa. En realidad hubo más afectados por esa medida: dos jueces (Armando Rubio y Ángel Rubio), tres abogados y un alto funcionario del Instituto de Propiedad Intelectual.
En 2011 diario El Comercio publicó el cable 84975 que la Embajada en Quito envió a Washington sobre el 8 de noviembre de 2006. En él se lee el motivo por el cual Neira perdió la visa: “(…) Soborno y manipulación judicial, en el contexto de un caso de cumplimiento de la Ley de Propiedad Intelectual que involucra a la farmacéutica Pfizer”. Al parecer se dio su nombre porque era inminente un fallo de la Corte sobre un litigio empresarial entre Pfizer y Acromax. Neira negó los hechos y según el cable llamó a la Embajada para saber si la medida también involucraba a su familia.
Esta vez no se han dado nombres y si Araus y Acosta no hubieran hablado nada se sabría. ¿Cómo se compagina ese silencio con las pretensiones reivindicadas públicamente por Estados Unidos; dos en particular: luchar contra la corrupción y el crimen organizado? Quedó claro en 2006, a propósito del caso de Neira, que ese país retira visas por seis razones: evidencias de fraude, sospecha de participación en actividades terroristas, en narcotráfico, tráfico de indocumentados o haber sido declarado culpable de un delito.
En conclusión, Estados Unidos retira visas a personas sospechosas de corrupción pública, sean funcionarios, ex funcionarios o ciudadanos. Pero su efecto, si se busca que sea público y que redunde en el calidad de la democracia y en la transparencia, debería contemplar la publicación de los nombres de aquellos que pierden la visa. O su filtración. Como ocurrió con Xavier Neira en 2006. De lo contrario, esa medida parece un vis a vis entre la administración estadounidense y un grupo de anónimos. Si Estados Unidos cancela visas -es su derecho- que haga la tarea completa.
Foto: Casa Blanca/Flikr
Para empezar, es necesario recalcar el incremento de casos de corrupción que se ha producido en lo largo de estos 10 últimos años en Ecuador, siendo este un tema muy lamentable ya que son noticias que no solo se sabe en el país, sino en el mundo entero. Considero que este tipo de noticias y penosos comportamientos como; falta de ética, profesionalismo y sobre todo irrespeto a la patria a la que pertenecen, da como resultado que otros países tomen medidas para restringir la entrada a su país a personas que ellos consideran que su comportamiento no es adecuado y más, si dichos comportamientos atentan contra sus principales políticas como se menciona en el paper en donde EEUU lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
No es para menos que se prohíba el ingreso a personas que lo único que hacen es atentar contra su propio país, provocando que incremente el índice de corrupción y crimines, ¿entonces, que se puede esperar de este tipo de personas en otro país?, tal vez lo mismo o peores situaciones.
A mi criterio me parece una decisión acertada la que ha tomado EEUU junto con su embajada en Quito, debido a que esto permitirá todas aquellas personas que hayan cometido fraude, participado en actividades terroristas, narcotráfico, tráfico de indocumentados o cualquier otro delito en donde sea declarado culpable, no puedan huir del país, sino más bien puedan ser juzgados de la manera que dicte las leyes dentro del territorio al que pertenecen, sin evadir la justicia como se ha había hecho anteriormente.
Deberían investigar a fondo y que se de a conocer, las razones por las que sus visas han sido negadas. En este caso nuestro país queda en vergüenza, ya que nuestras Instituciones no dan a conocer estos casos de corrupción. Y es la Embajada de los Estados Unidos que da a conocer este tipo de sucesos.
La Embajada de Estados Unidos no da los nombres de mal vivientes que les quitaron la visa, hoy parias, vinculados al Concejo de la Judicatura y las cortes de justicia ecuatorianas ¿Y qué? Si la mayoría de ecuatorianos ya sabemos que la justicia, aquí esta podrida, con la cual, la delincuencia y los criminales de cuello blanco, vinculados con esos delitos, cada uno va a contar con 40 y hasta con 50 “abogados”, para defenderse y seguir medrando del dinero robado en la década 10 + 4. Recordemos ecuatorianos, como diría el pueblo, está fresquito: 40 abogados le defienden al Indio Yunda, 50 al violador dizque defensor del pueblo… ¿y a los peces gordos? ¡Ni se diga! En todo caso, si la lista de picaros “abogaduchos”, se diera, esta sería interminable y temible, la mayoría, por miedo o por el cochino dinero, fueron entrenados, para descuartizar a la justicia, basta mirar el hermetismo que ha tomado cuerpo en todo el Estado, el caso de los narcogenerales. Además, en estos días ya hay un hecho curioso, ¡aunque usted no lo crea!: La presidenta del Consejo de la Judicatura, María del Carmen Maldonado, correista, también “solicita” que la embajada de los Estaos Unidos, de los nombres del montón que perdieron la visa, como si esa “señora” no estuviese enterada, que es facultad soberana del Gobierno de Los Estados Unidos, no publicarlos y que, los 17.5 millones de ecuatorianos honestos, no creemos en la justicia que ella ha practicado, formando parte del gobierno ¡más corrompido de la historia del Ecuador! De ahí que, el Señor presidente de la República urgentemente, debe, con la Ley en la mano, limpiar de correistas su gobierno, caso contrario, el Ecuador se convertirá en un país de muertos vivientes, sin libertad, sin derechos, destinados a disputarnos los contenedores de basura para alimentarnos, como sucede en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Argentina y demás pueblos en donde gobierna el comunismo
Algo no cuadra con esto de la anulación de visas de EEUU, ya que por otro lado acoge y parece que hasta protege a corruptos fugados como los Hnos. Isaías, ex Contralor Pólit y muchísimos pillos más, que gozan de la buena vida en ese país, con dinero mal habido.
Así es !!!!!! , que haga la tarea completa y que se nos haga saber a lo ecuatorianos , las razones por las que sus visas han sido canceladas ; que seguros estamos , no será por su buen comportamiento y honestidad . Y un asunto adicional , una verguenza para el país , que estos aparentes casos de corrupción , no se conozcan por la actuación seria y oportuna de nuestras Instituciones , sino porque la Embajada de los Estados Unidos , ante tanto relajo , hace lo que puede hacer : RETIRAR LA VISA A PERSONAS INDESEABLES !!!!!!!
Acosta es correano y yundero, no es coincidencia que los gringos le quiten la visa, ellos saben muy bien porqué lo hacen, tienen información de sobra. Esto confirma lo que todos ya sabemos, los políticos tienen como su mano derecha a jueces, abogados y funcionarios tan o más corruptos que ellos para llevar a cabo sus fechorías. Esto se va a poner interesante, ya veremos a algunos compañeritos empezar a bajarse de la camioneta, porque les debe doler en el alma y en el orgullo perder el privilegio de ir a Miami, New York o Europa, a dónde les encanta ir de compras, a pasear y darse la gran vida, pasando desapercibidos (algo muy importante, porque aquí es demasiado sospechoso ver a los compas, muertos de hambre fracasados antes de la robolución, ahora convertidos en nuevos ricos con fortunas de muy dudosa procedencia). A parte, no es poca cosa estar en la mira de la justicia y el gobierno estadounidense, esas ya son palabras mayores. El gobierno debe ofrecer toda la colaboración posible a los Estados Unidos, para que investigue a estas alimañas y paguen por todos sus delitos. Ojalá Europa y otros países también sigan el ejemplo de EE.UU. y les nieguen el ingreso a estos pillos miserables, veremos si así finalmente se deciden a ir a las tan admiradas Cuba, Venezuela y Nicaragua! También creo que se deberían revelar los nombres de estos indeseables, que queden expuestos como lo que son: una mafia, una banda de delincuentes disfrazados de “progresistas”.
Si revela los nombre de los revocados por coherencia también debería publicar los nombres de las personas que reciben la visa.