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Amnistía, otro ejercicio de impunidad

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Borrón y cuenta nueva: eso quieren. El 14 de enero Leonidas Iza estuvo en la Comisión de Garantías Constitucionales, Derechos Humanos, Derechos Colectivos y la Interculturalidad para pedir que la Asamblea Nacional lo amnistíe por delitos cometidos contra la seguridad y los bienes públicos durante la protesta de Octubre-2019. Dos acusaciones en su caso: secuestro e instigación.

No solo Iza está interesado a título personal en esa medida. Exige lo mismo, a nombre de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) para otros 260 detenidos o investigados por los delitos de aquellos diez días. Igual pedido ha hecho el Movimiento Pachakutik. La Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa (Ecuarunari). La Unión Nacional de Educación (UNE). El Comité Ejecutivo de la Federación Nacional de Operadoras de Transporte en Taxis, cuyo máximo dirigente, Jorge Calderón, está acusado de paralización de servicio Público durante las mismas manifestaciones…

Amnistía es perdón y olvido de los delitos y de las penas. Y la Comisión de Garantías tiene que velar porque esos expedientes estén completos y armar un informe para que el pleno de la Asamblea Nacional lo debata y lo apruebe con las dos terceras partes de sus miembros. 371 pedidos están en su poder.

En la Ley Orgánica de la Función Legislativa, en el artículo 9-13, consagrado a sus funciones y atribuciones, se lee que la Asamblea Nacional puede “Conceder amnistías por delitos políticos e indultos por motivos humanitarios, con el voto favorable de las dos terceras partes de sus integrantes. No se concederán por delitos cometidos contra la administración pública ni por genocidio, tortura, desaparición forzada de personas, secuestro y homicidio por razones políticas o de conciencia”. El artículo 99 precisa que la amnistía puede ser declarada “por delitos políticos o conexos con los políticos”.

En semanas, la Asamblea removerá, entonces, las cenizas de este capítulo doloroso; en zonas del centro del país en particular. El ambiente que se está construyendo es de total impunidad. Los involucrados en actos de violencia no asumen culpa alguna. No solo eso: se dicen víctimas de persecución política, acusan al Estado de haber provocado la violencia y, de ser amnistiados, pedirán ser resarcidos.

Saqueos y desmanes, destrucción de bienes públicos, ocupación de dependencias públicas, quema de la Contraloría, secuestros de policías y de periodistas, y una larga letanía de otros delitos, podrían pasar al olvido. Todo esto amparado bajo una narrativa que Freddy Carrión -impresentable Defensor del Pueblo en ese momento y ahora preso- oficializó en un informe vergonzoso.

En esta amnistía no se juega la reconciliación nacional como hábil y mentirosamente dice Leonidas Iza: se juega la ineficacia de la ley. Su inexistencia para parte de la población del país. Porque una cosa son los derechos ciudadanos; incluido, por supuesto el derecho a manifestar. O el derecho a la resistencia. Otra, muy diferente, son los mecanismos para hacerlo. Y en ninguna parte de la legislación nacional se lee que para hacer valer los derechos de ciudadanos descontentos con medidas tomadas por el gobierno de turno (en esa época el de Lenín Moreno), se puede aterrorizar, destruir bienes públicos, secuestrar ciudadanos, manosear sexualmente a mujeres policías… Solo la inoperancia de la Fiscalía en este caso permite pensar a los líderes políticos de la asonada de octubre-2019 que pueden trapear con la ley, pedir que les amnistíen y, eventualmente, ser indemnizados. En Estados Unidos, el asalto al Capitolio del 6 de enero 2021, en el cual murieron cinco personas, hay ya 71 condenados con penas que van hasta cinco años. Y algunos procesados podrían ser condenados a 20 años de cárcel.

Los mismos líderes políticos que aquí hablan de un Estado asesino, nada dicen de los centenares de detenidos en Cuba por las manifestaciones pacíficas que hubo el 11 de julio pasado tras 62 años de dictadura. De los 200 casos que la asociación Cubalex dice tener documentados, hay decenas que enfrentan pedidos de hasta 30 años de cárcel. Por sedición. Para ellos es lícito que en Cuba la dictadura actúe contra los que reclaman democracia. Aquí es un atentado defender la democracia que ellos consideran una entelequia sin reglas.

La amnistía, como está planteada, no es un ejercicio de reconciliación: es un pedido de impunidad.

Foto: TC TV

Este análisis se publicó ayer, 16 de enero, en el boletín dominical de 4P. Si desea recibirlo, suscríbase por favor gratuitamente aquí: GPS4P.

28 Comments

  1. Me he tomado el tiempo de leer el editorial 4P y los comentarios muy acertados de personas que buscan lo mejor para nuestro País. Creen ustedes que harán mella en los principales cabecillas del terrorismo causado a la ciudad de Quito y en todo el Ecuador. Se han de estar riendo en nuestra cara y planeando nuevas estrategias para crear el caos y afectar así la gobernabilidad del actual gobierno. Viviremos soñando con el País para los justos. Ya vienes las elecciones seccionales 2023 y volveremos a ver las mismas caras de siempre o nuevos candidatos con ofertas y nuevos rumbos ofrecidos en las tarimas o recorridos de a pie y que de una manera sincronizada mueren en las urnas.

  2. Esto, es la ratificación descarada que en este país, las leyes están solo en papel muerto. Los políticos sinvergüenzas,las élites y el sistema judicial a su pies, caprichos y componendas.
    Con estas actualizaciones, ? Los ciudadanos en la indefencion?
    Y la delincuencia de todo tipo, riéndose en nuestras narices.
    !pobre país!

  3. Realmente nosotros tenemos la culpa, nos merecemos esto por no saber elegir bien, esta gente, ingresa a la política para servirse y no para servir a la comunidad, están para salvaguardar sus intereses y los suyos, lucrando del erario nacional, con sueldos por no hacer nada, sirviendo como fuerza de choque a los caciques de siempre, da pena como el tiempo que disponen para generar leyes importantes lo utilizan para cosas que deben ser solucionadas por la Ley, por el sistema Judicial, al ser gente que altero el orden publico, a esta gente no les interesa solucionar los grandes problemas del pais, como el empleo, la salud, la educación , la seguridad publica, la Seguridad Social que necesita cambios urgentes para darle sostenibilidad, esta gente lo que ha hecho es generar repudio del pueblo, no dejan gobernar, pero el pueblo a su debido momento les tomara las cuentas de su inoperancia.

  4. Es tan grande el descaro y el poder que creen tener personas como Leónidas Iza, quienes piensan que pueden manipular a su favor las leyes dejando impune los actos cometidos en octubre del 2019. Donde el pueblo entero puede dar fe de los saqueos, desmanes, destrucción de bienes públicos como ocurrió en la Contraloría General del Estado justificándose que ejerce su derecho a manifestarse o su derecho a la resistencia, ante las medidas tomadas por el gobierno, pero atrás de todo este acto su fin era desaparecer evidencias que involucraban a más de un político en fraudes y corrupción.
    Más lamentable aun es la ineficiencia por parte de las autoridades, tal es el caso de la fiscalía que tan siquiera permite a estos llamados “líderes políticos” creer que tienen derechos por exigir, a pesar de ser declarados culpables de los hechos que se le acusa. Es un caso muy particular como en Ecuador se les da la posibilidad de otorgar amnistía e incluso la potestad de exigir indemnización para las personas que dicen ser víctimas de persecución política, acusando al estado de haber provocado la violencia cuando han sido ellos quien han atentado contra el estado.
    Es irónico como en nuestro país las leyes son tan frágiles, manipulables y condescendientes para algunas personas o líderes políticos, quienes pretenden que exista perdón y olvido ante los hechos que han quedado grabados y marcados en la historia de un país entero que clama justicia. En lo personal digo: no más corrupción y amnistía a los políticos que atropellan las leyes a su conveniencia, el sistema debe ser restructurado y que mejor ejemplo si se empieza haciendo justicia desde los altos “poderes”

  5. New York times. Los juicios masivos en Cuba profundizan la represión.
    Más de 60 personas fueron llevadas a juicio por su participación en las protestas nacionales del año pasado. Los manifestantes detenidos en Cuba podrían recibir sentencias de hasta 30 años de cárcel al enfrentar los juicios masivos más numerosos y punitivos realizados en la isla desde los primeros años de la revolución. Los extremistas, como Iza y los agitadores que le acompañan, deben informarse lo que sucede en Cuba.

  6. Que cinismo es de este personaje Iza, los tentáculos del comunismo son atrevidos. Que no se ve la suerte de Cuba, Nicaragua, Venezuela. Cuanta verdad en la palabra del Creador “mi pueblo me ha desconocido; son necios, no ven. Sabios para el mal, ignorantes para el bien”. Dios guarde a Ecuador.

  7. Amnistía?
    Para los inocentes que, por un error hayan sido sentenciados.
    No para quienes, de manera burda, grosera, violenta, llena de odio causaron terror. No para quienes, deliberadamente, quisieron dar un golpe de Estado por órdenes del amo prófugo por corrupto. No para quienes crearon una grave conmoción interna. No para quienes con alevosía ultrajaton a Quito: sus calles, sus edificios, sus parques, y, lo más grave a su gente. Camuflados en los ponchos, como si se tratase de dignos representantes indígenas, violaron la integridad de la ciudad, cual Atila saquearon y quemaron los archivos que los comprometían. Amnistía NO para quienes, fungiendo de autoridades, utilizaron los recursos de la provincia para destruir a su capital. No para quienes cerraron el oleoducto y se perdió millones de dólares , dinero del pueblo.
    Los responsables del horror de octubre 2019 debían ya ser condenados, la justicia se atrasó. T, esta lentitud ha dado paso para pretender la Amnistía. Eso no sería solo injusto sino inmoral y un golpe a los ecuatorianos de bien.
    AMNISTÍA NO PARA LOS TERRORISTAS.

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