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¿Falta de competencias o incompetencia?

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El fin de semana pasado el Ministerio de Educación decidió que, a partir de la semana del 24 de enero, los estudiantes de determinadas escuelas y colegios que cumplan con los protocolos adecuados podían regresar de manera voluntaria a clases presenciales.

A pesar de la decisión adoptada por el Ministerio de Educación en el ejercicio de sus atribuciones, la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, emprendió una cruzada contra las escuelas y colegios de la ciudad y, arrogándose competencias de las que carece, dispuso la clausura de las instituciones educativas que acataron las disposiciones del Ministerio de Educación. Viteri parece desconocer el Dictamen No. 5-20-EE/20 emitido por la Corte Constitucional del Ecuador en el que señala expresamente que “lo relativo a la regulación de las clases presenciales y en general todo lo relacionado con educación, le corresponde al Ejecutivo, que deberá emitir la regulación respectiva en cumplimiento de las garantías necesarias para precautelar la salud de niñas, niños y adolescentes y así evitar la propagación de la enfermedad”. Así, Viteri desacata un fallo de la Corte Constitucional e interfiere en las decisiones que constitucionalmente le corresponden únicamente al Ejecutivo a través del Ministerio de Educación.

La clausura de colegios y escuelas por parte de Viteri es un acto de populismo y demagogia muy propio de su actuación como alcaldesa de la ciudad. Según manifiesta, su intención es proteger la salud de los niños y adolescentes de la ciudad, aun cuando existen estudios científicos e informes de organismos internacionales que señalan el irreparable daño que se está causando a los niños y adolescentes, particularmente a los más pobres, por no permitirles asistir de forma presencial a escuelas y colegios. Para los niños y adolescentes más pobres la educación virtual no es una opción y la no asistencia a clases presenciales por dos años los está condenando a un futuro de pobreza en el que la brecha con los niños con mayores ingresos se acrecienta cada día más. Como si lo anterior no fuera lo suficientemente grave, los casos de depresión clínica en niños y adolescentes se han incrementado significativamente durante la pandemia, hasta el punto de que, según las estadísticas oficiales de varios países, el suicidio es una de las principales causas de muerte en adolescentes, muy por encima del Covid. Las actuaciones de la alcaldesa Viteri, más allá de que son una clara extralimitación de sus competencias, están poniendo en riesgo la salud mental y el futuro de los niños y adolescentes de Guayaquil.

Viteri desconoce las disposiciones constitucionales y del Cootad y las aplica a su antojo. Cuando se le cuestiona por la seguridad de la ciudad dice, sin ningún rubor, que eso es competencia del gobierno central y que no es responsabilidad de la alcaldía de Guayaquil. Es decir, en un tema complejo, prefiere mirar hacia otro lado y alegar falta de competencias para tomar decisiones; sin embargo, para clausurar colegios o enviar camionetas a la pista del aeropuerto de Guayaquil no tiene ningún reparo en extralimitarse en sus competencias.

Viteri no solo aplica las competencias municipales a su antojo, sino que también lo hace por puro cálculo político. Lo anterior queda demostrado cuando, en lo relativo al aforo para la denominada “Noche Amarilla”, señala que eso es competencia de la Intendencia de Policía y que el Municipio no puede tomar decisiones al respecto. El populismo de Viteri la lleva a no querer asumir el costo político de no permitir público en un partido del equipo más popular del país y, por lo tanto, deslindar su responsabilidad para que 30.000 personas asistan a un estadio de fútbol; sin embargo, monta un show esperpéntico para clausurar colegios en los que hay muchos menos niños que en el estadio y con mayores protocolos sanitarios.

Queda claro que las actuaciones u omisiones de la alcaldesa de la ciudad no son por falta de competencias o por precautelar la salud de niños y jóvenes, sino únicamente por su incompetencia que tan caro está costando a la ciudad..

Ricardo Flores es abogado.

7 Comments

  1. Sin ser experto epidemiólogo, ni mucho menos sobre el tema, sé, porque he investigado, que el virus no vive en el aire, el virus no vive en el suelo, el virus no vive en la ropa, el virus para vivir necesita un ambiente adecuado, como son lágrimas, mocos o saliva; para el contagio se necesita que alguien con la enfermedad tenga contacto directo o estornude y le llegue al potencial contagiado. Es decir, si se toman las medidas precautorias adecuadas se evita el contagio. Las payasadas ejercidas por la alcaldesa de Guayaquil, no son más que eso, que ni de lejos abonarán para acrecentar su popularidad. Lo fundamentadamente señalado en el artículo del señor Flores es correcto. Lejos de que el comportamiento de la alcaldesa vaya en beneficio de niños y adolescentes, les perjudica, particularmente a los más pobres, pero a esa señorita, parece importarle un comino. Ta claro…? Comentadores del equipo trolero del belga Robolucionario..? Manavalis..? Jojú….

  2. Realmente resulta penosa la actuación de la Alcaldesa de Guayaquil !!!!!! Luego de los vehículos en la pista del aeropuerto , la clausura de centros de educación , qué sorpresa nos tendrá preparada para una próxima fecha ???????

    • No olvidemos el desacato a las medidas cautelares dictadas por un juez a favor de los comerciantes informales donde demostró su talente despótico y autoritario.

  3. Todo esta manejado políticamente. A nadie le interesa el bien de los niños y adolecentes, solo los toman como bandera para sus intereses particulares. La alcaldesa porque ya no goza de tanta popularidad; la ministra porque cree que hace lo mejor para los niños y el presidente porque también esta perdiendo credibilidad, desde el momento en que prometió que no habría correistas en su gobierno y los hay, que no iba a poner mas impuestos y los puso. Con el pretexto del futbol, quiere ganarse al pueblo, pero no se da cuenta que ni eso le alcanza, porque si llega a haber un rebrote del virus, a quien le van a culpar? no al Capitan Zapata, que obediente recoge la sugerencia de su jefe, sino a él, por sugerir que permitan la presencia del aficionado en el estadio, que entre otras cosas no cumplió ni con el aforo que le permitían ni con las medidas de bioseguridad. De la noche amarilla no dicen nada todavía, esperemos entonces a ver que pasa. Ojala deje de viajar tanto y se dedique a gobernar como es debido y a lograr acuerdos que lleven a un mejor futuro al Ecuador.
    Ojala también lea los editoriales y los comentarios que se hacen en 4 pelagatos y tome conciencia de que debe deshacerse de tanto infiltrado correista, que lo único que hacen es perjudicar sugestión.

  4. Este caso es muy complejo, y hay que verlo desde todos los puntos, no se puede asumir el retorno a clases de igual manera para todos, ya que en cada edad existen sus ventajas y sus desventajas.
    En niños que están en la escuela necesitan ir a clases presenciales, en muchos hogares el teletrabajo ya no es opcional, sus padres deben asistir de manera presencial, si vemos de cerca como son las clases virtuales de los niños se puede ver que necesitan ayuda de un adulto en su totalidad, los profesores piden ayuda a los padres dentro de su horario de trabajo para asistir en ayuda de sus hijos, es entendible que ellos están empezando en su formación pero no en todos los hogares cuentan con la presencia de un adulto, y son estos hogares los que deciden enviar a sus hijos de forma presencial, para que ellos aprendan y se desarrollen, y no está mal, más por la edad que tienen estos niños se requiere siempre de la supervisión de un adulto en las actividades escolares.
    En adolescentes, estudiantes de colegios se puede tener en cuenta un retorno piloto, son estudiantes que ya no necesitan la supervisión de un adulto y sobre todo se pueden quedar solos en casa si sus padres trabajan todo el día, de hecho, desde mi punto de vista estos son los que deberían regresar al último a la prespecialidad, en Ecuador por lo general el BGU (Bachillerato general Unificado) es el que predomina, esto significa que tienen materias prácticas, y se puede acceder a una enseñanza virtual con gran parte y voluntad tanto del profesor como de los estudiantes.
    Estudiantes universitarios son los que deben ir de manera presencial, tienen una edad y un razonamiento el cual ya es maduro y saben que deben cuidarse del virus, incluso recibir materias practicas o lógicas se necesita de guía obligatoria, y más aún por el hecho en que esa será la profesión en la que se estos se desarrollaran toda su vida.
    La pandemia no es un juego totalmente de acuerdo con eso, pero es algo que llego, y llegó para quedarse, debemos aprender a vivir con la pandemia, es necesario tomar medidas más drásticas, pero esto no significa encerrarnos a todos en nuestros hogares, en cierto tiempo debe existir una cuarentena obligatoria, a excepción de los sectores principales, hospitales y de alimentación, en esta cuarentana todo se debe desinfectar, prevenir el contagio y estar preparados para esto, no llegar a un aforo del 100%, se debe visualizar entornos y dar cierto porcentaje dependiendo del sector y el riesgo de contagio del mimo.

  5. Más claro imposible… realmente es frustrante que Guayaquil sea manejado como un fundo, sin ningún criterio y perjudicando la educación.

  6. Es claro que estamos gobernados por populistas e incompetentes:
    1. La ministra Brown que quiere y lo ha logrado en casi todo el pais empezar clases presenciales a pesar de que seguimos en el pico de contagio del covid (es claro que el no tener clases presenciales perjudica a los estudisntes y que hay estudios del año anterior con variantes anteriores del virus que demostrarian que el efecto de las clases presenciales es minimo, estos estudios no son extrapolables a la variante omicron). La ministra se olvida de que en los medios de transporte publico los contgios son muy altos.
    2. La alcaldesa que a pesar de que ha actuado correstamente en el caso educativo, se lava las manos para la “noche amarilla”.
    3. El presidente Lasso que creiamos que solo era banquero y que de pronto se decalara experto epidemiologo y ordena que se realice el partido Ecuador-Brasil con aforo del 50%.
    4. El Mayor Zapata que le obedece a Lasso.
    (espero que publiquen mi comentario)

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