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No hay cómo lavar la cara a Paola Pabón

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Al equipo de imagen de Paola Pabón no se le ocurrió nada mejor para rescatarla del escándalo que explotó por el impuesto a las matrículas de vehículos en Pichincha, que armar un operativo en redes. En él se dice que la Prefecta es criticada porque es una mujer del pueblo, repartió cajas de víveres durante la pandemia e incomoda a las oligarquías que quieren salvar sus privilegios. Ah, y que sus críticos son misóginos.

Para el salvataje de imagen, los asesores de Pabón echaron a andar unos videos. En uno aparece caminando con una chalina encima, en cámara lenta y con música de Silvio Rodríguez como telón musical. Para acompañar los mensajes escogieron el empalagoso hashtag #ContigoPao y gestionaron con casi todos los cuadros del correísmo para que cuelguen mensajes de solidaridad con la Prefecta. Por esa liturgia de respaldo desfilan Paola Cabezas, Roberto Cuero, Soledad Benítez, Virgilio Hernández, Diego Borja, Marcela Aguiñaga, Doris Soliz… Rafael Correa no escribió un mensaje para la campaña, pero replicó uno de Aguiñaga y otro del prefecto de Manabí, Leonardo Orlando. El tenor de los textos lleva la impronta épica del que Aguiñaga escribió: “porque no te rindes a pesar de los ataques, porque trabajas en medio de la persecución y porque tu prioridad son tus mandantes”.

La imagen de iluminada mártir de los pobres y oprimidos que posiciona la campaña de salvataje oculta, sin embargo, la situación real de Pabón. La Prefecta -y eso lo saben aquellos que están a su alrededor- está desesperada por volver a ser elegida en las elecciones seccionales del 2023. Aunque en las encuestas no aparece como la mejor opción, la posibilidad de repetir en el cargo le interesa, de forma muy particular, por el proceso legal en el que está involucrada. Ella despacha con grillete electrónico en el tobillo y está siendo procesada por rebelión junto a otros dos cuadros de su movimiento por los hechos de Octubre-2019: Virgilio Hernández y Christian González.  Seguir siendo Prefecta le ofrece una serie de protecciones, prerrogativas y ventajas a la hora de ser enjuiciada.

No solo su situación legal importa: al correísmo le aterra la idea de perder la Prefectura de Pichincha por culpa de la mala imagen de Pabón. Quedarse sin ese organismo sería perder uno de los últimos bastiones del movimiento donde hace política, da empleo a muchos de sus cuadros y maneja, con generoso financiamiento público, la joya de su corona comunicacional: Radio Pichincha.

La Prefectura de Pabón atraviesa momentos críticos que explican la aprobación de una tasa sobre las matrículas de los carros de la provincia, aunque el correísmo se llenaba la boca condenando cualquier iniciativa de elevar impuestos en tiempos de pandemia. Esta crisis tiene una causal clave: cuando la Alcaldía de Quito dejó de estar en manos de su coideario Jorge Yunda, la plataforma política de Pabón perdió el control de la Comisión de Reordenamiento Territorial de la Alcaldía de Quito, que estaba en manos de la híper correísta Soledad Benítez. Desde esa Comisión se hace proselitismo con los barrios y sus dirigencias legalizando terrenos y dando permisos de construcción. Cuando Yunda abandonó definitivamente la Alcaldía, esa Comisión pasó a ser dirigida por Amparo Narváez; la concejal que se posesionó cuando Santiago Guarderas asumió la Alcaldía.

Con la popularidad venida a menos por su mala gestión y sin la Comisión de Reordenamiento Territorial, la Prefectura de Pabón se propuso aumentar ingresos para invertir en ciertas obras en parroquias rurales, o incluso urbanas, para ganar popularidad. Ahí está el caso de la Junta Parroquial de Calderón en manos de la ultra correísta Rosa Salazar, amiga muy cercana a Pabón y donde viven algo más de 400 mil habitantes.

La idea de la “Ordenanza provincial para la creación del fondo especial para el mejoramiento y mantenimiento vial de la provincia de Pichincha con aporte ciudadano” es sumar 6 millones 900 mil dólares al año de ingresos. Con eso, según los informes de la misma Prefectura, se puede mejorar la red vial en las parroquias urbanas como la carretera a Nono y al noroccidente de la provincia donde el Municipio de Quito no tiene competencia.

La aprobación de la tasa, sin embargo, trajo más dolores de cabeza a Pabón. Se hizo de forma casi secreta y hubiera pasado de agache si no es porque una concejal de Quito, Luz Elena Coloma, la denunció. Cuando la opinión pública se enteró, se armó el escándalo porque, además de aumentar la contribución de los ciudadanos en plena pandemia, aparecieron gastos impresentables de la administración de Pabón: 480 mil dólares en un mural de un artista muy cercano a la Revolución Ciudadana, 430 mil dólares para Radio Pichincha y 130 mil dólares para obras de teatro. Más impuestos, casi secretos, mientras se gasta tanto en temas calificados por muchos de insustanciales, terminó siendo una bomba que estalló en la cara de Pabón.

La lavada de imagen no parece haber ayudado. La idea de presentarla como a una mártir de los pobres y los oprimidos, atacada por oligarquías y supuestas mafias de la comunicación, no parece haber calado. Y por cada intento de salvarla que hace su equipo de comunicación, aparecen temas que la devuelven a la realidad: una prefecta con grillete y cuya gestión es juzgada buena por apenas un 20% de pichinchanos y a la que, para colmo, hoy le apareció un comunicado de los empleados de la Prefectura en el que denuncian su autoritarismo y pésima gestión.

Foto: La Hora.

29 Comments

  1. Consideraría que es un abuso del cargo que se le ha otorgado como prefecta, sin duda alguna no se está aplicando el poder ayudar a la ciudadanía, mas bien ven en sus beneficios aprovechando del dinero que obtienen por la corrupción que existe en el gobierno. Como poder mejorar nuestra economía si existe una mala administración en el cobro de los impuestos, si bien es claro que las vías de la provincia están en malas condiciones, pero existe formas de poder arreglarlas que no afecte la economía ecuatoriana. Lastimosamente el benéfico existe solo para la prefecta y como es evidente serán obras sin cumplir.

    • La Señora Pabon es otro títere del correismo que desde cualquier fundó quieren seguir robando fondos públicos para todos sus amiguitos. Contraloría que espera para actuar ante tanta denuncia

  2. Aquí se puede ver claramente lo que pasa cuando una persona qué no está calificada para asumir el cargo llega al poder y sin experiencia ni información que la respalde utiliza medidas que pueden afectar a toda la ciudadanía de la provincia cómo es el cobro del impuesto a las matrículas de los vehículos, que pueden calificarse como ineficientes, ya que hará que los transportistas no puedan pagar este impuesto que supuestamente irá para recuperar las vías de la provincia y la forma de lidiar con esta polémica no le funcionó por qué tiene un rechazo muy grande, por el hecho de que ha tenido malas gestiones a lo largo de su carrera y eso lo demuestra las acusaciones en la prefectura.

  3. Esta delincuente debería estar presa, y no ejerciendo y conspirando para asaltar los fondos públicos, en favor de sus testaferros, que pasan por “artistas”.

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