El aluvión ocurrido en la noche del lunes 31 de enero en Quito es el resultado de una serie de eventos catastróficos, de los cuales el climático es el menor. Esta tragedia es en realidad una serie de tragedias sucedidas en el tiempo que encuentra su mayor causa en la incapacidad de una ciudad a salir del entrampamiento político en el que se halla sumida desde años. La ciudad no sale de su abandono desde hace algunas administraciones.
Sigue con un modelo pensado para una aldea que ya no existe y que no da abasto para administrar valles y una ciudad dispersa, inorgánica, desconectada y carente de servicios; hoy abandonada a la delincuencia. La ciudad requiere ser repensada desde el absoluto abandono de los apetitos y cálculos políticos que tradicionalmente la han rodeado. Ese es el mayor y más urgente reto. Hoy se vive el resultado de haber convertido a Quito en un botín político que no le permite progresar. Lleva a cuestas un modelo de gestión fracasado y costoso que consume todas sus fuerzas recaudatorias y que no le permite hacer dos cosas vitales: invertir en planificación y prevención.
Planificar no es sólo dibujar tigres de papel aprobando planes territoriales que tratan un solo aspecto de su gestión -el uso de suelo-, pero que no empoderan a la ciudadanía pues tienen niveles bajos de consenso dado que la gran mayoría no los conoce. Que no resuelven el tema económico y social, pues mantiene un sistema de permisos lentos y engorrosos de baja tecnificación. Quito es la ciudad con más alto desempleo y esto también es mérito de varias administraciones, no solo de la macroeconomía.
Los planes no ayudan a conectar servicios, no generan incentivos para que crezca la producción local y no hacen de la ciudad un lugar atractivo a las inversiones y a la producción para que tenga futuro. Erradamente se piensa que la función municipal comienza y termina con el uso de suelo, discusión alrededor de la cual las presiones económicas y políticas se condensan.
Hay un déficit de planificación e inversión en varios rubros. Por ejemplo, en la disposición final de desechos ya que, con un sistema colapsado en El Inga que genera impactos ambientales y sociales, la ciudad no caminará. La capital no puede seguir enterrando basura, es hora gestionarla de forma rentable. Además, requiere integrar la protección de las quebradas como remanentes de biodiversidad a la planificación urbana: esto es urgente. Requiere invertir en la limpieza de quebradas, evitando los taponamientos de colectores para evitar tragedias como la ocurrida en La Gasca.
Prevenir significa anticipar los impactos de su crecimiento y proveer soluciones antes de que sea demasiado tarde. Quito cuenta con un Plan de Acción Climática que no debe servir solo para informar a las agencias que colaboraron con su financiamiento; debe ser el eje de la prevención y monitoreo de riesgos. En un escenario de variabilidad climática y de eventos extremos, la ciudad debe contar con modelaciones que guíen su gestión de riesgos. Eso debe ocupar a la administración municipal; no los cálculos electorales locales o nacionales.
La tragedia de La Gasca, en la cual han fallecido al menos 24 personas, afecta a todos los quiteños. Es el resultado de un estado de abandono. Y grafica el estado de desesperación en la que se encuentra sumida la capital.
Si el problema en su raíz es político, deberá ser política su salida. La ciudadanía exige enfrentar el hecho que el estado actual de la ciudad no resiste más aventureros o politiqueros que, con popularidad o sin ella, lleguen a conducirla. Urge un nuevo modelo y un gran consenso ciudadano que construya acuerdos alrededor de liderazgos sólidos y probados.
La tragedia del barrio La Gasca es posiblemente el último aviso para hacer viable su recuperación. Es hora de convocar a una gran concertación por la ciudad, que está de luto.
María Amparo Albán abogada y catedrática universitaria.
Esta tragedia pudo haber sido evitada si los encargados del municipio de Quito y el alcalde tomaran medidas al respecto han sido muchas vidas perdidas solo por una mala gestion en la cuidad y la corrupcion que tambien no se deja de lado es algo muy doloroso para todos lo que le estan haciendo a nuestra cuidad , por beneficio de otros se pierden vidas de inocentes la cuidad esta de luto esto no se puede volver a repetir todos los quiteños debemos poner un alto.
Lo vivido el 31 de enero en la Gasca es una prueba fehaciente de qué tan descuidado está el sistema de saneamiento de Quito ya que y muchos de los casos los desechos de los quiteños no son debidamente manejados con las precauciones que se deberían llevar lo cual ha provocado atracones de basura tapando las cañerías y alcantarillas, además también nos indica de la poca gestión que tiene el alcalde para poder prevenir desastres cómo lo sucedido ya que jamás se presentaron alguna medida razonable para poder evitar este suceso, es la del alcalde actual tiene que enfocarse en arreglar todas las situaciones que provocaron el aluvión ya sean las quebradas o el mantenimiento de las alcantarillas.
Totalmente de acuerdo con el articulo, este aluvión esta desgracia que paso en la Gasca es por culpa de la mala administración que se esta llevando a cabo hoy en dia en la cuidad de Quito, tenemos como autoridades a personas totalmente ineficientes y que no demuestran estar aptos para los cargos que están ejerciendo.
Cabe tomar en cuenta que se tomaron 5 años para hacer estudios geológicos e Hidrológicos sobre las laderas del Pichincha pero eso ya hace 20 años , actualmente hemos experimentado un incremento en las precipitaciones y cambia la intensidad de la lluvia , la colocación del colector se coloco pensando unicamente para agua , no para lahares de gran magnitud , la frontera urbana cambio , las condiciones hidrometeorológicas también es así que se debe hacer nuevas pruebas de infiltración en los sectores , para nuevamente diseñar obras de mitigación empezando por el cambio del colector , cabe mencionar que el dia domingo se limpio el colector y aún así se rebozo causando el desastre , a eso sumale que la culpa es también de la población ya que tiene poco o nulo conocimiento geológico de prevención de desastres y tampoco hay financiación por parte del Gobierno para investigación geológica o establecimiento de estaciones de monitoreo porque todo es mafia si por lo menos invirtieran en investigación geológica posiblemente el Ecuador no estaría asolado de desastres y muertes en la época invernal
Lo que paso el 31 de Enero en la capital de los Ecuatorianos no fue por el cambio climático si no por la mala administración del alcalde y su equipo de trabajo. Ellos solo ven el bienestar de su bolsillo y no del pueblo. Ellos tenían el deber de hacer y estudiar proyectos para que este tipo de situaciones o de tragedias no se den en Quito.
Da mucha pena ver a Quito destruido por gobernantes oportunistas
Comparto este mismo criterio, el aluvión que ocurrió en La Gasca no tiene nada que ver con el cambio climático y peor que es causado por este, el aluvión es el resultado de las malas políticas y administración por parte de nuestros gobernantes, no se hicieron los planes y proyectos necesarios para evitar este tipo de situaciones, se deben monitorear y evaluar este tipo de proyectos.
Da pena e indignación, ya que la falta de planificación hace que ocurran estos hechos, que se podrían prevenir si nuestros gobernantes velaran por el bien del país.
Totalmente de acuerdo esta tragedia que estamos atravesando en Quito, tiene como ultimo lugar una tragedia que se a causado por el cambio de clima que tenemos, si el proyecto que se tenia planteado ya hace algún tiempo se hubiera concretado nada de esto hubiera pasado, es claro que esta fea tragedia paso por la mala administración del Alcalde y su equipo de trabajo y mas allá de lo material que con ayuda se podrán recuperar poco a poco las personas esta tragedia obtuvo muertes de varias personas y existen aun desaparecidos que esperemos muy pronto los puedan encontrar, la solución de esto es ver alguien que sepa administrar de buena manera la cuidad para que estas tragedias no vuelvan a ocurrir.
La tragedia de La Gasca no fue causada por el taponamiento de colectores. Esa es una patraña, una mentira de quienes han estado en el municipio antes y ahora.
La verdadera causa es el TAPONAMIENTO DE LAS QUEBRADAS. Desde hace siglos, hemos bloqueado las quebradas con diversas construcciones: calles, casas, edificios, canchas, etc. Entonces, el agua-lodo-piedras-ramas que NATURALMENTE bajan por las quebradas NO TIENEN POR DONDE FLUIR, y terminan fluyendo por las calles. Pasa una y otra vez…
No hay forma de evitarlo. Es el resultado natural de tener ciudades en las laderas de las montañas.
Totalmente de acuerdo!!
Mientras pensemos que hay recursos ilimitados para despilfarrar en cualquier novelería sin pensar en los temas importantes de la ciudad, esto seguirá ocurriendo. Nos encantan temas irrelevantes como la bicicleta y el perrito y no ponemos atención a temas profundos que cuestan vidas. Cuánto se gastó en esa ciclovía de Av. Amazonas, que sirve solamente a los más acomodados de la ciudad y que incrementa el tiempo de viaje de la gente de los barrios pobres hacia las afueras? Estas no son falsas disyuntivas, en una ciudad donde los recursos son escasos, se tiene que decidir hacer una cosa y no otra. El activismo y la politiquería está haciendo que muchas personas queden marginadas y olvidadas, gente que solamente viene con las novelerías del primer mundo, sin darse cuenta en las limitaciones de nuestra realidad. Y cuantos periodistas se creen tan progresistas por pensar que esa es la modernidad, cuando no somos ni capaces de prever una tragedia de estas magnitudes.
Doble luto: por la tragedia de La Gasca, sus habitantes, niños inocentes entre ellos. Luto también por mi linda ciudad de Quito, nací en ella y duele su estado, presa de la politiquería, administrada por médicos frustrados en su profesión, dedicados a la política como modo de vida mas que de servicio, Ahora está al frente un respetable académico en el Derecho, pero de dudosa capacidad para administrar un Distrito como es Quito. Ojalá estas amargas experiencias nos sirvan para elegir acertaamente en las próximas elecccionas paras lasa cuales ya aparecen “iluminados” con frases hechas y soluciones fáciles: hay que trabajar por la seguridad, hay que repavimentar la ciudad, hay que organizar a los ciudadanos, y asiiii…lugares comunes que convencen a incautos.
Es de esperar que los habitantes de Quito, nacidos o no en la capital, con capacidad de voto, analicemos bien las competencias, antecedentes y propuestas de los candidatos (que ojalá no sean 20 o más, como parece será), y no se ilusiones con música, orquesta, baile y licores, como fue el caso del ex alcalde Yunda. Ojalá no sea así y acertemos para que el próximo alcalde sea digno de la ciudad, recupere el tiempo perdido y proyecte a la capital al sitial que se merece.
Perfectamente descrita la tragedia que vive Quito , producto de la improvisación , politiquería y corrupción !!!!!! Y como pintan las cosas , la Capital de los ecuatorianos , difícilmente se liberará de este infame yugo .