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Ordóñez se escapó del manicomio

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Diego Ordóñez, asambleísta por Pichincha, dejó su cargo. Y al hacerlo evocó algunas de las razones presentes en las críticas que recibe a diario la Asamblea Nacional: total desvinculación con el país, sus necesidades y urgencias. Una agenda que no ha respondido al reto de crear condiciones para la inversión y el empleo. Planteamientos demogógicos, discursos populistas y una retahíla de ofertas ilusorias. Debates irracionales que desconocen los hechos y se hacen alrededor de consignas y dogmas en vez de búsqueda de soluciones. Un enfrentamiento insensato que, lejos de llegar a acuerdos, provoca mayor inestabilidad y es aprovechado para atentar contra la institucionalidad del país.

Es obvio que Ordóñez, asambleísta de CREO, se haya sentido incómodo allí. Lo expresó a lo largo de estos ocho meses y medio en los cuales fue, sin duda, el asambleísta que más intervino en el debate parlamentario. Nathalia Viteri en la sesión 738, levantó contra él un “yo acuso” en el cual se quejó, entre otras cosas, de que Ordóñez “siempre manda a que los demás lean, estudien o aprendan”. Para ella aquello era una prueba de arrogancia. Ese es su nivel: ella necesita aduladores, no contradictores. Ordóñez, en cambio, no cesó de decir su desesperanza ante el nivel deprimente de una buena mayoría de asambleístas y su incapacidad para debatir: no escuchan, llevan todo escrito y ahora incluso hay mayorías que oyen tubo y ven burdeles. Eso solo prueba que el complejo de mártir es muy contagioso.

Que Ordóñez se vaya del recinto parlamentario puede ser visto, en el desbarajuste que lo caracteriza, como un epifenómeno. No obsta: es una señal más de la inoperancia y de la intrascendencia que ha logrado esa función del Estado que, en algunos sondeos, bordea el 20% de popularidad. Su situación es lo más parecido a una pendiente descendiente y no hay debate o movida política en su seno que no contribuya a su descrédito.

Diego Ordóñez salvó del desastre que describió a la presidenta de la Asamblea. Un gesto que debe ser visto como una inversión política para su futuro, que evocó sin precisar. Pero Guadalupe Llori es responsable, sin duda, de la falta de norte que caracteriza al poder legislativo. Ella no tiene la visión, la voluntad y el calado político necesarios para procurar que la Asamblea sintonice con el país. En ocho meses y bajo su presidencia, esa asamblea ha votado siete leyes; ninguna sobre los temas urgentes de la nación y ninguna susceptible de revertir, en el imaginario ciudadano, el balance negativo que cada día se hace más pesado. Es inaudito que, salvo el oficialismo, no exista bloque alguno en la Asamblea que reivindique para sí la labor de la Comisión de Fiscalización que preside Fernando Villavicencio. Dicho de otra manera, esa comisión es popular, a pesar de la mayoría de los asambleístas. Y de su presidenta.

Hay algo más inaudito: todos los grupos parlamentarios se compraron la desquiciada estrategia del correísmo. ¿Qué buscan Correa y sus áulicos? El caos. La anomia. La ratificación de que si un país es posible, solo puede ser el suyo. En esa visión nihilista (nada, salvo lo nuestro) está trepado Leonidas Iza que quiere purificar el país con fuego y balas, si fuera necesario. ¿Pero qué hacen en esa dinámica enloquecida el socialcristianismo, la Izquierda Democrática y otros partidos y movimientos que se dicen demócratas y defienden el modelo liberal?

No han tratado ninguna reforma enviada por el Ejecutivo. El CAL archivó la Ley de Oportunidades. Y las comisiones legislativas no dan paso a la reformas a la Ley de Comunicación y a la Ley de Educación Superior. La Reforma Tributaria pasó por el ministerio de la ley y algunos, no menos insensatos, quieren tumbarla en la Corte Constitucional. La Asamblea no tiene prisa alguna por tratar la Ley de Seguridad Integral, a pesar de que hay un clamor nacional contra la inseguridad y la violencia. Tampoco hay ambiente favorable, a pesar de que hay seis millones de personas sin trabajo formal, para la Reforma Laboral… Igual destino seguramente reservará la Asamblea a la Reforma a la Ley de Inversiones, que enviará el presidente al retorno de su viaje a China…

Así la sociedad política -casi toda- construye con pasión el caos y el sinsentido que solo favorecen al correísmo autoritario y a los golpistas que siguen a Leonidas Iza. Ordóñez se cansó, al parecer, de ese juego macabro que, según los sondeos, una buena mayoría de ciudadanos repudia. Pero repudia sin saber todavía qué hacer con esa sociedad política obsesivamente desquiciada.

Foto: Asamblea Nacional. 

28 Comments

  1. El Sr Diego Ordoñez sabía perfectamente en lo que lamentablemente , se ha convertido la Asamblea Nacional ; por lo tanto , a través de una labor seria , responsable y honesta , podía marcar la diferencia . No ha querido hacerlo y tomó la salida fácil : RENUNCIAR . Me parece falta de seriedad y de entereza su actuación .

    • Comparto su comentario. Me parece una actitud inmadura, irresponsable, y sobre todo una traición a quienes apoyamos al Presidente Lasso con sus cuadros en la Asamblea, a quienes dimos nuestro voto. Como usted indica, el señor Ordoñez podría haber marcado una diferencia, como lo hace el asambleísta Fernando Villavicencio, quien a pesar de tener además a buena parte de esa horrorosa Asamblea en su contra, sin embargo, no corre.

  2. Yo considero que por su talento y ética profesional Diego Ordóñez se merece algo mejor que ser parte del montón de mediocres de una Asamblea inútil, desgastada y desprestigiada. Qué importante sería que muchos sigan su ejemplo y se vayan a sus casas desde luego a no hacer nada por que son incapaces a todas luces.

  3. De acuerdo con José. Ordóñez resulta muy importante para esta nueva etapa de gobierno. Se espera que al regreso del presidente tengamos noticias interesantes.

  4. Francisco
    Es una pena que Diego Ordóñez abandone la asamblea, uno de los pocos asambleístas, con capacidad intelectual en una institución llena de mediocres, lastimosamente nos deja sin voz a los que creímos en el.

  5. Estimado Señor Hernández, considerando que nada es gratis en la vida, permítame agregar lo siguiente:

    TENEMOS NUEVO MINISTRO DE GOBIERNO? No dudo de las capacidades de la Doctora Alexandra Vela, pero, dadas las circunstancias, en estos momentos no solo se necesitan habilidades de negociación y consenso, sino una muestra de liderazgo fuerte visible. Ordóñez es el indicado? Parecería que si.

    TENEMOS UN SÚPER ASESOR Y OPERADOR POLÍTICO EN LA SOMBRA? Políticamente hablando, lo malo de ser ministro de gobierno, es ser ministro de gobierno. Con la asamblea de porquería que tenemos, lo tendrían llamándole a declarar a cada rato, y, buscando un error para destituirlo. Como súper asesor, político en la sombra, no solo es más productivo, sino que se le pueden delegar tareas que requieren la integración de varios ministerios, y/o, entes autónomos como la Fiscalía, la UAFE, etc. Ordóñez , podrían encargarse de aquellas cosas importantes y necesarias, que el presidente Lasso NO delega.

    ORDÓÑEZ VA A SER EL RESPONSABLE DE LLEVAR A CABO LA NUEVA CONSULTA, QUE INEVITABLEMENTE INCLUYE UNA CONSTITUYENTE QUE NOS VUELVA A LA DEL 98 CON MODIFICACIONES? Ordóñez como secretario de la constituyente del 98, tiene claro lo bueno y lo malo de esa constitución; como abogado sabe lo malo de la constitución de Montecristi; como asambleísta y parte del equipo de CREO, sabe los proyectos de ley que el presidente Lasso necesita, y, la asamblea actual nunca va a tratar. También sabe que el artículo 444 de la constitución actual, no solo permite convocar una constituyente, sino definir las reglas de los posibles candidatos, lo cual permitiría escoger lo “mejor de lo mejor” de cada provincia.

    De cualquier manera, Señor Hernández, con la precaria situación que usted describe de la Asamblea, tanto la consulta como la constituyente se han vuelto indispensables. Ordóñez, estaba desperdiciado en la Asamblea. Ser el nuevo alfil de Lasso, es más útil.

  6. Lamentable y una gran pérdida para el foro politico natural que es la asamblea. SIn embargo, el Dr. Ordoñez (que ojalá vuelva a ser pelagato) sí sabía a lo que se metía al postularse con mucha seguridad de ganar. Si antes yo contaba con los dedos de la mano a los asambleistas ue merecen tal designación, ahora sobran los dedos. Ojalá su ejemplo no sigan otros y la tal asamblea quede en manos de la crema y nata de …los ineptos…

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