El pasado 25 de enero la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, informó que había solicitado al Ministerio de Transporte y Obras Públicas la transferencia de las competencias de la vía a la Costa para poder llevar a cabo obras en dicho sector y dar mantenimiento a las calzadas, pasos peatonales y ciclovías, tal como lo demandan los habitantes de la zona. La alcaldesa de Guayaquil solicitó que, junto con la transferencia de las competencias, se le asignen recursos adicionales por parte del Estado para llevar a cabo las obras, sin tomar en consideración que dichas obras deberían salir del presupuesto municipal el cual ya recibe recursos estatales.
El tramo de la vía a la Costa que va desde la avenida del Bombero hasta el peaje de Chongón es una zona urbana en la que se encuentran asentadas urbanizaciones, plazas comerciales, fábricas y comunas, por lo que carece de sentido que la competencia de dicho tramo se encuentre en manos del Ministerio de Transporte y Obras Públicas y no del GAD de Guayaquil. El Ministerio de Transporte y Obras Públicas no tiene el conocimiento ni la capacidad necesaria para atender las demandas de los habitantes del sector quienes llevan mucho tiempo solicitando que se reparen calzadas, paseos peatonales, se retire la maleza de la ciclovía y se facilite el ingreso a las urbanizaciones y a las comunas, sin que hasta la fecha reciban respuesta ni del Ministerio de Transporte ni de la alcaldía de Guayaquil.
Resulta insólito que recién en enero de este año la alcaldía de Guayaquil haya solicitado la competencia sobre la vía a la Costa, pues es de conocimiento general que hace muchos años el desarrollo urbano de Guayaquil se dirige hacia ese sector, por lo que debió haberse planificado con antelación las necesidades que tendrían sus habitantes. Sin embargo, la alcaldía de Guayaquil, como en muchas otras ocasiones, hace un análisis selectivo de las competencias que quiere asumir, casi siempre pensando en el rédito político que le pueden dar. Como ejemplo, apenas el 1 de febrero pasado la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) asumió el control vial de la vía a la Costa en la parte urbana, cuando la competencia de tránsito fue asumida por el GAD de Guayaquil hace años.
Sin perjuicio de la negligencia de la administración municipal para asumir sus competencias, también es deplorable el estado en que se encuentra el resto de la vía hasta llegar al cantón Santa Elena, lo que es responsabilidad exclusiva del Ministerio de Transporte y Obras Públicas y de la concesionaria de la vía. El valor del peaje se aumentó a 2 dólares de ida y 2 dólares de vuelta con el fin de dar mantenimiento a la carretera y mejorar sus condiciones, ya que con el antiguo peaje de 25 centavos de ida y vuelta no se cubrían ni los costos. Sin embargo, el aumento del valor del peaje no se ha visto traducido en un mejor estado de la vía, mejor señalización y mucho menos en una necesaria ampliación en ciertos sectores que evite que se formen unos atascos de kilómetros todos los domingos que los habitantes de Guayaquil regresan de alguno de los balnearios de la denominada Ruta del Sol.
Adicionalmente, no existe control por parte de la Comisión de Tránsito del Ecuador y muchos conductores de forma irresponsable utilizan el carril de emergencia o incluso el carril contrario para ahorrarse la interminable fila de automóviles que se forma particularmente antes de llegar a Progreso o Cerecita. Deberían existir sanciones drásticas para quienes realizan esas peligrosas maniobras pero el personal de la CTE brilla por su ausencia en los lugares donde debería estar controlando el tránsito.
La vía a la Costa, una de las principales rutas del país desde la perspectiva turística, se encuentra abandonada. El Municipio de Guayaquil, por una parte, no asume hasta ahora las competencias sobre la zona urbana lo que implica un deterioro constante de los servicios viales y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y la Comisión de Tránsito del Ecuador, por otra parte, no cumplen con sus obligaciones. Los únicos perjudicados: los guayaquileños.
Ricardo Flores es abogado.
Hay un refrán que dice, -el que mucho abarca poco aprieta-, pero sin en Guayaquil no se superan temas tan sensibles para la comunidad, que podemos esperar de otros sectores sin competencia. Resuelva los problemas de Guayaquil. Uno de ellos, el caos que ocasionó la ciclos vías que no tienen ninguna utilidad y que perjudica el tráfico de forma de no creer. Debe existir una reingeniería de los proyectos, a fin de evaluar su permanencia o cambios, los mismos que muchas veces se deben a la falta de supervisión y análisis del contratante, antes de ser aprobado. En lo que respecta al sector de vía a la costa, considero que las ordenanzas públicas deben ser una forma de articular competencias compartidas en el diseño de las urbanizaciones en particular de los espacios exteriores a las mismas, que es el problema más incidente.
Es increíble ver como existe irresponsabilidad tanto del gobierno como nosotros como pueblo.
La gente de ese sector necesita ayuda urgente ya que como vimos en la noticia el lugar en donde necesitan la reparación de la vía a la costa es una zona muy poblada y llena de vendedores sean formales o ambulantes, entonces, necesitan de ayuda urgente por parte de la señora Cynthia Viteri y su equipo de trabajo.
Ahora, tenemos que detener ya las irresponsabilidades que tienen algunos conductores, no podemos permitir que esto continúe así, como se dice vulgarmente “hay algunos conductores que se creen dueños de las calles” sean conductores de buses y taxis son muchas veces causantes de las imprudencias.
Me arrepiento mucho haber dado mi voto a la Viteri. No ha resultado ser la alcaldesa que Guayaquil necesita.
Es inaudito lo que pasa con la vía a la costa. Tengo 11 años viviendo en el sector y no he visto mayores mejoras. La competencia desde mi punto de vista es a la Municipalidad de Guayaquil, ya que siempre se ha pagado los impuestos prediales a la municipalidad y es más aún, el municipio de Guayaquil tiene recursos asignados por el estado. Simplemente la densidad de la población es tan baja que no le sirven de contienda electoral. Eso es todo. Ojalá la alcaldía marque la diferencia y haga lo que tenga que hacer para tener una vía de ingreso a la ciudad con las características que se merece Guayaquil.
Si eso piensan de la autopista Guayaquil-Salinas…
Qué dirán de la (desaparecida) vía Quito-Lago Agrio?
O de la Quinindé-Esmeraldas?
O la Ibarra-San Lorenzo?
Etc etc etc etc etc…
Abogado Flores, no le pida nada a la Alcaldesa de Guayaquil, no se da cuenta que está enamorada?