César Rohon renunció el pasado 13 de marzo al cargo de Asambleísta. Una decisión dictada por la decepción acumulada al ver cómo ni legisla ni atiende las urgencias del país. Por eso pide que sea cerrada. ¿Qué hacer primero la muerte cruzada o la consulta popular? ¿Qué va a hacer él desde la sociedad civil? Aquí la charla con 4P.
¿Cuándo realmente supo que se iba de la Asamblea y cuándo tomó la decisión?
Lo supe el jueves en la madrugada, después de que en la Asamblea se tomó la decisión de dar la amnistía colectiva, sin discriminar delitos e infracciones. Pensé seriamente que la Asamblea no iba a ningún lado. Ese fue el detonante, pero ya la Asamblea venía, y así sigue, de tumbo en tumbo.
¿Cuáles de esos tumbos lo hicieron pensar que todo esto iba a desembocar en su salida?
Presenté tres proyectos de resolución para que se priorice una agenda y los tres del mismo tema: Ley de Disciplina Militar y Uso Progresivo de la Fuerza; reforma al Código de la Democracia y Bicameralidad que viene en perfecta consonancia con lo que pasa en Ecuador. En las tres ocasiones perdí. Todo esto es lo que llenó el saco.
La Asamblea está de espaldas al pueblo ecuatoriano. No ha podido establecer prioridades. No tiene una agenda en función de las necesidades y la realidad nacional, y la lucha interna por el poder hace que esté ocupada en cuidar el puesto y no en lo que tiene que legislar.
Pero no hay una lectura correcta de su salida, como tampoco la hubo en el caso de Diego Ordoñez. La Asamblea es insensible a este tipo de alertas y no escucha ni siquiera a sus miembros.
Esto es lo más grave de todo. El propio Pabel Muñoz, que tomó la palabra después de que anuncié mi decisión de retirarme, dijo tener un llamado de atención de César Ron para que se enmiende y se corrija, se legisle y se trabaje; para que no sigamos dando la espalda al pueblo ecuatoriano. Pero eso entra por un oído y sale por otro.
Lo mejor que puede ocurrir al país es que, en esas condiciones -lo he dicho al pleno en su cara-, se cierre la Asamblea Nacional. No aporta a la gobernabilidad.
La anterior Asamblea sufrió de descrédito absoluto. ¿Por qué tenía alguna expectativa de que esta mejorara?
La Asamblea anterior no tenía buenos niveles de aceptación; sin embargo esa Asamblea tuvo una buena producción de buenas leyes; cosa que aquí ni siquiera ocurre. Aquí no se produce nada. Me equivoqué.
Usted propone la muerte cruzada con reformas. Algunos critican que vayan juntas porque temen que el país no se enfoque en una gran decisión. ¿Deben ir juntas o por separado?
Para que funcione, tienen que ser separadas. El presidente, como colegislador, amparado en el dictamen de la Corte Constitucional, debería llamar a consulta popular inmediatamente. Una vez llamada, con fecha y hora, viene la disolución de la Asamblea.
Pero en término de plazos, ¿está diciendo primero la consulta y cuánto tiempo después la muerte cruzada?
Lo correcto sería ir a la muerte cruzada y, con la muerte cruzada, se cierra la Asamblea. En esos siete días que tiene el CNE para convocar a elecciones -pero ya no más de lo mismo- se plantea la consulta popular para hacer la reforma parcial a la Constitución. Para esto, el CNE tiene que determinar primero la fecha en la cual se haría la consulta popular, porque vamos a preguntar al pueblo las reformas y que decida su futuro -ya que no tenemos Asamblea-, y después de hacer la consulta popular, se puede determinar la fecha para elecciones generales.
¿Sería básicamente una reforma política?
Reforma política que puede venir acompañada de otros temas. Insisto en la reforma política porque la gobernabilidad no va para ningún lado y nadie se preocupa de esto. Esto ya no funciona: el modelo de gobierno se agotó. ¿Qué tenemos que hacer? Buscar una salida democrática y jurídica a la institucionalidad, para lograr gobernabilidad: dos cámaras, reducción del tamaño de la Asamblea de la cámara baja, 30 nacionales en la cámara alta, hay que subir el nivel de los asambleístas para mejorar el debate. Tiene que haber el control político cruzado entre la cámara baja y la cámara alta, para que tengamos gobernabilidad. Y lo fundamental es tener elecciones de asambleístas en la segunda vuelta, para tener mayoría.
Este país ha ensayado todo: proliferación de leyes y de constituciones, diseño constitucional… ¿Qué lo hace pensar que esas reformas no vuelvan a caer en saco roto?
¿En el fondo qué es lo que necesita el Ecuador? Los partidos políticos tienen que ser responsables de la calidad de legisladores y de los candidatos que ponen y de la gobernabilidad. Los partidos políticos tienen que ser fortalecidos, porque la política se hace desde los partidos políticos.
Pero en la última reforma se incluyeron incentivos para que los partidos se aliaran y se pudiera así paliar la fragmentación. No ocurrió. La realidad es que los líderes de los partidos son grandes patriarcas que deciden solos. ¿Esto no es otro deseo?
Tiene que terminarse el patriarcado y el dueño del partido; tiene que haber democracia interna vigilada por el CNE, elecciones internas primarias pero de verdad, no nominaciones, formación y capacitación política permanente para que los mejores cuadros sean los que participen en la vida política del país. Esto es una falencia del CNE que tampoco controla ni vigila nada. Los partidos políticos nacionales deben poner candidatos en el ámbito nacional, y los partidos políticos locales en ámbito el local.
La Asamblea está llena de intenciones, de necesidades locales. Hemos perdido la visión nacional. Por esa razón tenemos que recuperar que la Asamblea Nacional bicameral se enfoque en los temas del país. Ahora es un llorar de necesidades y pedidos locales. Entiendo las necesidades locales, provinciales, pero eso es parte de las responsabilidades que tienen los gobiernos seccionales; no el gobierno nacional.
La Asamblea es una lista de pedidos locales, no legisla para el Ecuador y eso es parte del problema grave que tenemos hoy: hemos perdido la visión nacional de país.
Usted en su despedida dio la impresión de tomar una cita política con el país. Luego no se va a retirar de la política. ¿Qué va a hacer en la sociedad civil?
Pude dejar metido un proyecto de la reforma al Código de la Democracia, que calificó el CAL en octubre del año pasado…
Que no se hará.
Que no se hará, en eso coincido. No me voy a retirar de la política, veo que tengo una responsabilidad con el país. Voy a trabajar desde la sociedad civil para impulsar estas reformas de gobernabilidad.
¿Pero cómo va a trabajar desde la sociedad civil?
Tenemos una comisión que trabajó arduamente en recoger 300.000 firmas y que presentó una reforma que fue calificada por la Corte Constitucional donde se elimina el Cpccs y se establece la bicameralidad, reduciendo el tamaño de la Asamblea.
Esto ya venció y hay que recuperarlo. Mediante una consulta popular se puedan meter las reformas jurídicas-constitucional porque, de lo contrario, el país se muere. El Ejecutivo tiene que tomar acciones inmediatas, no puede esto seguir así. La Asamblea Nacional no aporta, es un desgaste para la sociedad ecuatoriana que tiene que avanzar y tiene que decidir su futuro de manera directa. La consulta popular es democracia directa a la vena, y para eso no necesitamos la Asamblea.
Cuando dice “me quedo en la política”, ¿qué futuro se traza?
Ahora desde la sociedad civil.
Pero ¿cuál es su horizonte?
El horizonte mío es el que me lleve el país.
¿No descarta una candidatura presidencial?
Ya veremos qué ocurre más adelante; el futuro inmediato es trabajar en construir un futuro para el Ecuador. El pueblo ecuatoriano necesita una buena orientación, una claridad, alguien que le guíe, que le explique estas cosas que estamos conversando que, además, son difíciles de entender, porque al pueblo ecuatoriano lo que le interesa es la seguridad y el trabajo. Pero el pueblo ecuatoriano tiene que entender que el sistema no da más. Todas estas reformas -y agregue las que quiera- siguen postergándose. Hay que explicar al pueblo que como estamos no vamos a ningún lado.
Foto: Asamblea Nacional
Esta entrevista se publicó ayer, 20 de marzo, en el boletín dominical de 4P. Si desea recibirlo, suscríbase por favor gratuitamente aquí: GPS4P.
Brillante y clara entrevista. La Asamblea le ha dado la espalda al pueblo Ecuatoriano y no aporta absolutamente nada. Mas claro no pudo decirlo y todo el Pais lo puede ver. De que nos sirve una asamblea que no es si no una letrina llena de la peor podredumbre politica en Ecuador. Basta ya de que el CNE permita que partidos politicos pongan de candidatos a mediocres sin preparacion de ninguna clase. El Ecuador necesita gente capaz, con experiencia y preparada para gobernar. No necesitamos payasos, ni resentidos sociales, ni perros falderos de profugos ladrones. Esta asamblea de miserables debe irse a su casa lo antes posible si es que queremos un futuro para el Ecuador.
César Rohon les dió una bofetada en la “trompa” a todos estos “honorables”que dicen defender la democracia, pero lo que defienden son sus oscuros intereses. Insisto: el presidente Lasso no puede permanecer inerte ante tanta barbarie. Jesucristo también se arrechó y sacó del templo a los mercaderes y fariseos. Quién puede dudar del hijo de Dios?.A pretexto de democracia no podemos seguir torturados por este grupo de impresentables. José Ingenieros decia: ” cobarde es aquel que recibe una bofetada y luego presenta la otra” Nelson Mandela también dijo: “No hay nadie más peligroso que aquel que ha sido humillado en el poder”.