El correísmo perdió hoy una etapa en su desesperada carrera contrarreloj por cooptar lo antes posible el Consejo de Participación Social y Control Ciudadano, Cpccs.
A pesar de las piruetas legales y discursivas que un puñado de sus asambleístas esgrimió hoy para que se archive el juicio al procurador Íñigo Salvador, la Comisión de Fiscalización decidió, por cuatro votos a favor y tres en contra, enviar el proceso al pleno de la Asamblea para que allí se resuelva el tema. Así, no pudieron precipitar el proceso en contra de los vocales de la actual mayoría del Cpccs. Al menos por ahora.
La decisión de la Comisión, presidida por Fernando Villavicencio, significa que la presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori (quien en este tema no está alineada con el correísmo) deberá incorporarlo en el orden del día para que sea tratado por el pleno. ¿Por qué pierde tiempo el correísmo? Porque a pesar de que la Comisión ya no sustanciará el juicio, el pleno lo hará pero manteniendo los procesos y los tiempos de rigor; es decir unos treinta días. Treinta días que, considerando el frenético apremio correísta, será una eternidad. Más aún cuando la votación implica que los otros dos juicios pendientes -el del Consejo Nacional Electoral y el Consejo de la Judicatura- no podrán ser archivados con un retiro como el de hoy. Así, la posibilidad de que transcurran los cuatro meses que la mayoría anticorreísta del Cpccs necesita para nombrar al nuevo Contralor es relativamente alta.
Los correístas llegaron a la sesión sabiendo que su maniobra del pedido de retiro de juicio a Salvador hecho por su interpelante Ferdinan Álvarez no iba a funcionar: al medio día ya salió un informe de la Secretaría Jurídica de la Asamblea que decía que el retiro del pedido de juicio no obliga a la Comisión a abandonarlo.
En esas circunstancias, los correístas plantearon otra fórmula: retirar las firmas de asambleístas con las que se auspició el juicio. Esta vez el correísmo llegó con un maestro de ceremonias, el asambleísta de Pachakutik Ricardo Vanegas. Él organizó todo. Cargado de citas legales y leguleyadas según las cuales sin acusador ni firmas de respaldo no se cumplen las formalidades para un juicio político, Vanegas administró la presentación de los asambleístas correístas. Fingiendo no estar al tanto de que la estrategia de sus colegas correístas era acortar los tiempos para cortar la cabeza de los vocales del Cpccs, Vanegas fue la estrella del operativo. Cuchicheando al oído de Marcela Holguín y mostrando códigos y leyes a Ferdinan Álvarez y a Ronny Aleaga, parecía que se le escapaba algún detalle. Por su parte, Álvarez y Aleaga, bien instruidos por el de Pachakutik, sostuvieron que ante la crisis institucional que, según ellos, hay en el Cpccs, se justifica la decisión de abandonar el juicio a Salvador acusado por ellos de haber perjudicado al Estado por no ganar los arbitrajes internacionales ocasionados por el propio correato.

Desde el anticorreísmo y del gobierno se negó que retirar el pedido de juicio y las firmas de auspicio sirva para archivar el juicio. Pedro Velasco, independiente, sostuvo que el juicio y las firmas de respaldo se presentaron ante el CAL, que calificó el juicio,y que ya no cabe retirarlo en la Comisión de Fiscalización.
Jorge Pinto explicó que en derecho público solo se puede hacer lo que dice la ley y que como no existe una sola norma que hable del retiro de un juicio o de las firmas, es improcedente. Para Fernando Villavicencio eso sería un precedente gravísimo para la Comisión de Fiscalización y para la Asamblea: archivar un juicio que ya había sido calificado porque a los acusadores se les ocurre en cualquier momento que no quieren seguir adelante. Además, se estaría dando paso a que ocurra lo mismo con los juicios planteados y pendientes al Consejo Nacional Electoral y al Consejo de la Judicatura.
Luego de la votación, los correístas abandonaron la sesión cabizbajos y resignados. La abstención a último minuto de Bruno Segovia fue importante para el resultado. Al inicio, el legislador del sector de Yaku Pérez había dicho que estaba a favor del archivo porque le parecía absurdo un juicio sin acusador. Sin embargo, a la hora de la votación, dijo que sabiendo que el objetivo del archivo es apurar el juicio al Cpccs, se abstenía porque no quería ser cómplice del asalto a ese organismo. Así, a pesar de la asistencia de Vanegas, el correísmo sufrió otro tropiezo en su carrera hasta el Cpccs.
Foto: Asamblea Nacional
Merece un aplauso la actitud de este señor Bruno Segovia. ¿Ven qué fácil es andar por el camino de la decencia? Si así actuaran siempre, nos ahorraríamos sobresaltos y la patria estaría tranquila y los que delinquen contra ella siempre andarían cabizbajos y dándose golpes de pecho irían a cana (solitos).
Los corruptos correistas, molestan y se dan piruetas para que haya Muerte Cruzada. Segú ellos – Para qué esperar 3 años para ir a elecciones, con el lelo Aráuz casi ganan la presidencia, o sea que poniendo un menos menso ganan -, pero comerán miércoles, porque perderán de nuevo y solo obtendrán un puñado de asambleístas. ¡Vamos a la Muerte Cruzada!
Realmente indignante !!!!!!! , en lugar de tener noticias que la asamblea está cumpliendo su labor , está trabajando en leyes que beneficien al país , que trabaja sintonizada con las apremiantes necesidades de los ecuatorianos , QUE VA !!!!! , todo lo contrario ; las únicas noticias que tenemos de este antro en que han convertido a esta Institución : las picardías , las sapadas , el apetito voraz de los canallas , la perversa intención de cooptar el CPCCS para sus malsanos propósitos , y así una lista sin fin . Presidente , de una vez por todas , mande a estos rufianes a sus casas y permita que el Ecuador se libre de estos PERVERSOS !!!!
No les da pena a algunos PK servir de perritos del correismo? Es que las ganas de colocar a su familia en un puestito del Estado pueden más que su propia dignidad humana y el hacer lo correcto por el país? Lo peor es que aunque los saquemos a patadas de sus puestos de asambleístas, van a ser reemplazados por otros mercenarios dispuestos a ponerse la correa para que el correismo los pasee por el parque de la asamblea. Si la decadencia política es sobre todo moral y la decadencia del pueblo que les elige de la misma forma, no hay sistema que solucione eso.
Es una verguenza el cinismo que tienen los asambleístas de UNES y los autodenominados “rebeldes” de PACHACUTIK, quieren tomar las instituciones del Estado por asalto, pisotendo la Ley, lo hacen sin ruborizar frente al pueblo, es que no tienen sangre en la cara.
Digamos que los correístas se robaron sólo la mitad de lo contabilizado: 35 mil millones de dólares. Digamos que se repartieron la mitad entre ellos, 17.5 mil millones. Aún les queda harta plata para desestabilizar y buscar la manera de apropiarse una vez más de la finca que tan rentable les resultó al cabo de diez años de despilfarro y corrupción. Tontos serían si al menos no lo intentaran. Porque sinvergüenzas son. Pendejos no.
Estos señores, si señores les podríamos llamar, se enfrascan en discusiones estériles en vez de debatir asuntos de interés nacional que para eso el pueblo les pagamos. Mejor, que esa pocilga desaparezca. Hasta cuándo abusarán de nuestra paciencia? El pueblo estamos harto de estas payasadas.
Da indignación pagar sueldos a estos vagos, cuyo único propósito es apoderarse del Estado a la brava, las leyes que deben tratar y aprobar están en el tacho de basura, la fiscalización es por conveniencia y cada día se enloda más esa función del Estado; no trabajan ni dejan trabajar, joden al Ejecutivo, amenazan a la Fiscalía, conceden amnistías a delincuentes comunes y son el hazmerreír del país. Es verdad que si Lasso aplica la muerte cruzada para terminar con toda esa basura legislativa corre muchos riesgos, y él también tiene que dejar el poder en un tiempo perentorio, pero al menos en ese tiempo podrá trabajar con tranquilidad y poner en marcha las leyes que beneficien al país; en estos momentos 7 de cada 10 personas económicamente activas están sin trabajo, crece la criminalidad y el narcotráfico y está gentuza ni se inmuta, entonces la única salida es que se larguen a sus casas y dejen de joder al país.
Hay que continuar recordando a los nauseabundos prontuariados ROBOlucionarios que el Ecuador no es hacienda de su patrona (la loca del ático) y que a pesar de encontrarnos invadidos de sátrapas oportunistas llenos de mañoserías, es un país en donde la mayoría de su población todavía conservamos algo de DIGNIDAD y muchas ganas de sacar al sufrido país de la cloaca en que ellos nos han metido.