¿Statu quo o cambio? Por supuesto que con la llegada de Guillermo Lasso al poder se entendió que el país había votado por el cambio. Y ese cambio empezaba por tener en Carondelet un equipo democrático, republicano y sobre todo de gente honorable. Esa fue la reacción del país tras haber visto cómo el correísmo traspasaba todo tipo de límites; límites de cinismo y corrupción desconocidos en el ámbito público.
El cambio implicaba no sólo restituir esos valores republicanos en la conducción del Estado. Exigía un equipo innovador, retador, totalmente disruptivo. Capaz de sacar al país de ese estado de amorcillamiento del cual hablan los amantes de la fiesta brava, cuando el toro gravemente herido resiste, rehúsa caer. Pero es un muerto-vivo.
El cambio necesita siempre una actitud valerosa. No se altera el statu quo sin apostar, sin arriesgar. Y se entendió que el presidente Lasso iba a reinventar la política y la comunicación con un país que sabía profundamente desesperanzado. De hecho, esa comprobación lo sacudió tras un estudio que hizo, como candidato, sobre las condiciones subjetivas en que se encontraban los ciudadanos.
El acuerdo fallido con Rafael Correa y Jaime Nebot, concertado en abril y mayo de 2021, obligaba políticamente a Lasso -como lo hace Lucky Luke en la tira dibujada- a “disparar sin fallar más rápido que su propia sombra”. Él sabía que se había comprado un problema político y se había echado encima a los líderes de dos fuerzas que encarnan con creces, en el escenario político, el statu quo, el secuestro de las instituciones y también la corrupción en el país. No tenía opción.
¿Qué pasó? En estos once meses, el presidente se encerró en una dinámica totalmente ortodoxa que le corta las alas en el campo económico y lo deja sin aliento en el campo político y comunicacional. Extorsionado por el número de votos en la Asamblea, hizo dos movidas que le resultaron infructuosas: plegó ante una alianza con Pachakutik y la ID, que no le produjo beneficio alguno. Y, tras negarse a decretar la muerte cruzada, se decantó por una consulta popular que patea el balón hacia adelante mientras cede toda iniciativa política en la Asamblea al correísmo y al nebotismo. En los hechos, sigue prisionero de aquellos que pretendió escapar y sin una estrategia política que le permita poner la iniciativa política de su lado.
Lasso sigue estacionado en la misma baldosa no porque su gobierno carezca de músculo político sino porque se ha negado a procurárselo. Su gobierno no solamente no arriesga sino que genera acciones contrarias a sus intereses: ancla entre los ciudadanos la sospecha de que está componiendo, por debajo de la mesa, con los dos líderes expertos en arreglos non sanctos.
No se sabe por qué extraño artilugio los estrategas del gobierno han llegado a la convicción de que mientras más ceden la iniciativa política, mejor les va. O que tener los balances macroeconómicos cuadrados disparará la reactivación económica. Mientras tanto, no se sabe cuál es el juego del Ejecutivo cuyos mensajes compiten, en la esfera pública, con los del ministro de Gobierno.
Pensar tener, en esas circunstancias, una comunicación coherente, creíble y movilizadora es misión imposible. Esa comunicación no está enfocada a transmitir la visión que tiene el presidente sobre el país y hacia dónde lo quiere conducir: se limita a ser, con una producción exuberante de videos, la bitácora de actividades del Primer Mandatario. Si aquello fuera importante, no es lo esencial.
¿Sabe el gobierno para dónde va? Esa pregunta encierra dos interrogantes fundamentales: ¿Cómo se concibe el presidente y cómo concibe a su gobierno? Lasso siempre dijo que no quería ir a calentar la silla presidencial. Y que era ajeno al deseo de pasar cuatro años en Carondelet con el fin chato de colgar su retrato en el Salón Amarillo. Eso supone romper el statu quo. Objetivo que si lo asistiera no parece ser compartido en absoluto por su equipo más cercano, en el cual prima una mentalidad de amigo o empleado del presidente. No la de políticos conscientes de que Lasso ganó la presidencia porque se levantó contra el statu quo político que hoy lo tiene sitiado y del cual conviene que se sacuda. Porque también tiene sitiado al país.
Si Guillermo Lasso no fuera el presidente del statu quo está abocado a operar cambios irremediables. El pedido de que se vaya que le cocinan sindicalistas jurásicos y correístas corruptos para el 1 de mayo, muestra que ser un gobierno decente, democrático y republicano (que es un cambio monumental con el autoritarismo de Correa), no basta.
Foto: Presidencia de la República.
El tener como primer poder político en la asamblea a Pachacútec y como segundo poder al correísmo, nuestro presidente se ha encontrado entre la espada y la pared en la hora de actuar ya que cada ley que él tenía como propósito cumplir no ha sido aprobada, sin embargo, su postura cuando fue electo presidente era la de un primer mandatario comprometido a enfrentar estos obstáculos a los cuales actualmente les está cediendo las riendas del país en cuanto a leyes y mandatos.
Guillermo Lasso tiene un camino complejo por delante, y tiene que tener mucha visión para poder caminar por el y cumplir con sus objetivos, ha manejado el gobierno de forma interesante, abriendo el ecuador al mundo pero todavía hay mucho por hacer. Solo una muy importante observación, el presidente no puede hacerse notar en cosas pequeñas como el mal servicio de entidades públicas como el iess, esas pequeñeces manchan su mandato y provocan que sus grandes obras pierdan relevancia por la infamia de otras pequeñas
¿Continuar con las mismas cosas que se han hecho por siempre o tratar de darle la vuelta a la tortilla y pensar en posibles soluciones? en lo personal es admirable ver como el presidente aceptó las responsabilidades que se le venían en contra de gobiernos anteriores y otra cosa que se evidencia es un egoismo individual en el que se ven a cada uno como eslabones pero no como un conjunto que opera orgánicamente por el bien de la nación, así que, para tratar de revertir la estas adversidades, es necesario ver a cada eje del gobierno como un equipo que trabaje junto, aunque conociendo las ambiciones de cada participe, pueda ser difícil esta acción.
En el pronunciamiento, están evidenciando una jugada netamente política y de alguna manera deslindando su responsabilidad, la corte tiene el deber de velas por los derechos constitucionales y las garantías contenidas en la constitución. Lo que han hecho Saquicela y Murillo más bien es una respuesta del apego político, dentro del comunicado hecho por el Dr, Lozada se está poniendo firme la institucionalidad que tienen y no utilizando la justicia constitucional para Evodio responsabilidades.
En la política la decencia es un personaje ausente. Lasso ganó la presidencia sin que esto se refleje en su número de asambleistas. Análisis y consecuencias poco claras para un país que buscó el cambio.Esos votos que hacen falta para cambiar el país están en la designación de puestos burocráticos exigidos por la oposición,ceder para un bien mayor la consecuencia del fin justifica los hechos. dicho de otro modo , alguien advierte los resultados de la cacareada investigación hasta las ultimas consecuencias sobre esto??No importa.Habrá que esperar en el resto que le falta de tiempo para terminar su periodo. La sensación que flota en el ambiente , solo cambiamos de actor en la presidencia.La plutocracia no es proactiva, carece de iniciativas,se muestra cuando sus intereses están en peligro,es decir , si están haciendo algo , sus intereses van bien.Con todo debemos estar conformes , el déficit presupuestario va rumbo a su reducción, es buena la medida aunque no genere puestos de trabajo por obras publicas o algo parecido.Por ahora ningún presupuesto debe ir en la dirección de dar trabajo a médicos recién graduados o compras de medicinas, eso es contra natura, bien vale recordar lo el señor presidente por ideologia representa.
Felicitaciones José, un artículo excelente como siempre, el Sr. Presidente está preocupado por tener que dar una imagen a los INVERSIONISTAS, que “ Aquí no pasa nada, todo está en orden”, eso es lo que lo tiene en una burbuja, sin quererse mover a ningún lado, dando la iniciativa a los contrarios, sumado a esto los mandos medios y el porcentaje de asesores (todos correistas), le expresan que todo está marchando bien, que solo en la Asamblea tenemos un poco de problemas ( por que todos los días se difunde los problemas) pero ya se va arreglar, las personas que están en algunas dignidades están haciendo un buen trabajo Sr Presidente (hablan y los defienden a Los correistas enquistados especialmente en gobernaciones, direcciones de hospitales,etc. Esta buena referencia es que los tiene en alto grado y que son irremplazables ), pero no se da cuenta que están tendiéndole una trampa para que caiga en ella, en CREO no hay una persona con liderazgo como para hablarle duro y claro de la realidad, (ya que todos ellos están en otras cosas con excepciones, pensando en las cuotas de poder en sus diferentes provincias un caso específico un Asambleísta es Director Provincial del partido y él es único que puede hacer todos los cambios de los funcionarios a su conveniencia), ya viene el 24 de mayo y el Sr. Presidente comunicara que va a oxigenar el gabinete, pero los 4,5 o 6 malos elementos correistas seguirán quedándose planificando el próximo golpe, que alguien le haga entender que como un empresario debe evaluar a todos pero primero a su equipo y decirles gracias, como el resultado esta a la vista, esperemos con fe que pase el efecto de la escopolamina aplicada por los Correistas a nuestro Sr. Presidente.
¿Statu quo? ¡Sí!, desde el 24 de mayo/2021, el Ecuador no cambia: una justicia podrida, alcaldes y prefectos, también delincuentes libres, no se recupera ni un centavo de los miles de millones de dólares robados y, el responsable de todo esto, es el Gobierno y su líder. Señor presidente Lasso, lacras correistas y otras mafias que se disputaban el poder de la cloaca llamada “asamblea” ya lo tienen; pero, para evitarlo, se requería ponerlas freno, con una respuesta estatal, capaz de transformar el desengaño generalizado de la mayoría de sus mandantes, y no lo hizo. Señor presidente Lasso, el país votó por el cambio, para lo cual se necesitaba, por parte del Ejecutivo, una valerosa actitud revolucionaria, no ROBOLUCIONRIA, pero desgraciadamente, los días pasan y sus electores, como respuesta, vemos inoperancia e irresponsabilidad, frente a los actos de corrupción como “triunfos” de la turba delincuencial correista, en contubernio con Nebot, PK y más rufianes, al punto que esas escorias ya están cocinando la Salida del jefe de Estado. Pero toda esta desgracia, para la patria, es el resultado de negarse por parte del presidente, a decretar la muerte cruzada y también por aceptar un “pendejometro” propuesto por Jiménez operador del acuerdo político con el correísmo, con el cuento chimbo de dialogar por la gobernabilidad + la tozudez del presidente Lasso de no querer ver la cruda realidad politiquera y no oír la voz del pueblo honesto; por lo que se cumplen aquellos sabios refranes: “No hay peor ciego que el que no quiere ver” Ni peor sordo que el que no quiere escuchar; y, no les importa que el País, se caiga a pedazos y todos, correistas y no correistas, ¡nos vayamos al abismo!.
Tengo la impresión de que un delictivo cerco de políticos y narcos asociados han conseguido encerrarlo con posibles (reitero, es solo impresión) amenazas vitales, tanto a él como a sus mas cercanos. Lo dijo Huerta Montalvo: el narcoestado está operativo y manda.-
Ud. anda muy acertado… Hace más de 10 años el Dr. Huerta Montalvo advirtió que “mirar a México es ver el futuro del Ecuador” y lastimosamente se ha cumplido: militares y políticos involucrados con el crimen organizado, motines en las cárceles, sicariato incontrolable en el Puerto principal, empresas de toda índole que han surgido “de la nada” a lo largo y ancho del mapa… mientras a nuestro Presidente se la suda y se la saca con el tema de las vacunas (que es un muy buen pretexto) pero en el resto de situaciones parece no querer involucrarse.
Fuera Jiménez, fue y sigue siendo correísta. No aporta nada bueno este señor y Lasso no quiere darse cuenta.
Y el Dr. Borrero, qué papel mismo juega José? Poco o nada dicen Los Pelagatos de él. Le imaginé más pro activo por lo menos en su especialidad LA SALUD, que está hecho pedazos, más allá de la vacunación, lo único rescatable de su gestión. Estoy consciente de que mirar desde la vereda de enfrente es fácil, pero el nivel de defraudación de este binomio, contra todo pronóstico de los que por ellos votamos, es gigantesco.
Ineptitud:
“Ineptitud es la falta de destreza, habilidad o competencia. Un médico demostraría su ineptitud en la práctica de la medicina si por error retira el bazo de un paciente en lugar de su riñón. Ineptitud e incompetencia son sinónimos para describir a las personas que no tienen absolutamente ninguna idea de lo que están haciendo. Definitivamente no es una cualidad que te gustaría en un piloto, que podría demostrar su ineptitud precipitando un avión lleno de pasajeros a toda velocidad hacia el suelo o en nuestro caso un Presidente que lleva a todo un país a la deriva e inseguridad a no ser que saque ya a todos los korreistas que le rodean.
Si la vanidad del Presidente es solo ver un cuadro suyo en la galería de presidentes… Cuando regrese la loca del Atico sera lo que primero quite junto con la de 4×4.
Me parece inconcebible la sordera, la inacción, o no sé si la incapacidad del Presidente, y de esto último tengo mis dudas, porque a un incapaz no le hubiera sido posible lograr los éxitos personales del señor Lasso. Pero por Dios hasta cuándo va a escuchar a la gente que, por la razón que fuera, lo apoyamos con nuestros votos Presidente. Todos los análisis objetivos de tanta gente valiosa en el Ecuador coinciden en cuanto a la gravísima situación en la que se encuentra el país y por consecuencia su gobierno presidente Lasso. Haga algo, reaccione, escuche a quien debe y deje de estar rodeado solo por “yes man” que solo le ocasionan, voluntariamente o por ignorantes, un daño que nos puede llevar a tener de vuelta al mando a los degenerados de quienes tanto esfuerzo nos costó librarnos.
Cuando el corrupto principal (RC) tiene raíces de corrupción, y abre puertas a las droga (tabla de consumo mínimo) , a los carteles (pista del aromo), y otras sandeces más… el gobierno, no solo es rehén de estas mafias que 14 años, se manejaron como dueñas del Ecuador, sino que a esto se suma las fuerzas políticas que quieren imponer su poder, entonces aparece en la escena el correísmo con UNES, el PSC con Nebot, Pachakutek con lucero, para oponerse al PLAN DE GOBIERNO en todos los planteamientos ( manejo económico, empleo, inversión), desconociendo que los ecuatorianos votamos por su implementación, y ejecución y entregamos el liderazgo al PRESIDENTE LASSO. A este panorama se suma las fuerzas sociales: i) trabajadores, con sus lideres enquistados en el liderazgo laboral por 20 años o más, cuya visión y formación no armoniza con las demandas que el desarrollo del país requiere. ii) profesores, que en el período de la pandemia no fueron capaces de manejar la educación actualizada (manejo de clases virtuales, evaluación virtual) y se dieron cuenta que NO SABÍAN, NO ENTENDÍAN, Y NO TENÍAN LOS MEDIOS para hacer frente a la nueva realidad, pero exigen sueldos, jubilaciones fuera de contexto, PORQUE NO SE MERECEN, NI EL PAÍS TIENE LOS RECURSOS PARA SATISFACER SU DEMANDA y iii) la salud tomada por mafias.
Todos estos avatares internos descritos, requieren de una PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA ya¡¡¡ para consolidar: cambios, ajustes, retos con equipos profesionales multidisciplinarios (NO CORREISTAS) que miren en forma integral los problemas, y logren que la ciudadanía se vincule en su ejecución, y pueda renovar su confianza en el poder político y la democracia (AHORA AMENAZADA) resplandezca en la esfera nacional.
Los sindicalistas y los correistas NO son los únicos en exigir que Lasso se vaya a su casa. Todo el Ecuador lo exige! (incluidos los que votamos por él… porque no había más remedio…)
Lasso no solo ha perdido la iniciativa política, sino toda la credibilidad. A estas alturas, está pintado en la pared.
El Ecuador no puede pasar los siguientes tres años en esta situación de DESGOBIERNO, sin rumbo, a la deriva.
Pero la salida de Lasso no resuelve nada. El actual vicepresidente (de cuyo nombre no me acuerdo) tampoco genera confianza.
La desesperanza nacional es tan grave que, según Latinobarómetro, el 40% de los ecuatorianos estaría de acuerdo con un golpe de Estado por parte de los militares. Por supuesto, eso era ANTES de que el poco prestigio de las FFAA sea pulverizado por la aparición de Don Naza en el ministerio de defensa, y su asesinato.
Por lo tanto, el único camino posible para el Ecuador es la convocatoria a elecciones anticipadas, ya sea por parte del Presidente o de la Asamblea. Mientras más pronto, mejor.
¿Elecciones anticipadas con los CNEs provinciales controlados por socialcristianos y correistas?… ¿Que podría malir sal?
¿Elecciones anticipadas para elegir a los mismos correístas, pachakuteks y socialcritianos? O es que por generación espontánea van a surgir candidatos diferentes y mejores. La supuesta solución sería nefasta. ¿Es posible estar peor todavía? Creo que sí.