De las 22 páginas que tuvo el Informe a la Nación que presentó Guillermo Lasso en la Asamblea, dos y media estaban relacionadas con el tema de la seguridad. Que una octava parte de su discurso haya estado enfocada en el tema que más agobia y preocupa a los ecuatorianos (según una encuesta el 48% de los ecuatorianos dijo que la violencia es el peor problema del país) podría parecer muy poco, a no ser que en ese espacio se hubiera anunciado decisiones y planteado definiciones de envergadura. ¿Lo hizo?
En realidad, Lasso no dijo nada realmente nuevo sobre el tema de seguridad ni anunció un proyecto concreto para combatirla, más allá de lo que ha dicho en sus ruedas de prensa de los martes o en sus cuentas de redes sociales. ¿Qué consiguió en su viaje a Israel? ¿Qué le han ofrecido los EEUU del que ahora el Ecuador es un socio geopolítico? Nada de eso dijo el presidente.
Que haya dejado ese tema para casi el final es otra cosa que podría, incluso, ser interpretado como una forma de darle importancia otorgándole la condición de colofón y remate de su mensaje. Pero tampoco: Lasso cerró con un tema relacionado con la gobernabilidad y dejó a la seguridad como penúltimo punto: el 13 de los 14 que trató. Lasso habló de la seguridad en cuatro puntos: el narcotráfico, la delincuencia y la policía, las cárceles y las FFAA. Veamos.
Narcotráfico: sigilo evidente
La actual situación de violencia, bajo el prisma presidencial, se origina por una reacción de las mafias del narcotráfico a su decisión de reprimirlas y enfrentarlas. “En el 2021 se desarticularon más de 1 350 bandas. Se incautaron más de 7.500 armas y 231 toneladas de droga en un año de Gobierno, un récord histórico para el Ecuador. En lo que va del 2022 ya son 85 toneladas, el triple de lo incautado el año anterior en el mismo período. Esto quiere decir una sola cosa: que lo que hoy vivimos es una reacción ante una nueva actitud en la aplicación de la ley”. El presidente no consideró la posibilidad de que el aumento en las capturas sea consecuencias de un mayor volumen de tráfico. Según él, habrá quienes podrían pensar que la solución para el narcotráfico es llegar a un acuerdo con los carteles a los que aseguró que eso jamás ocurrirá. “La tranquilidad ciudadana no se negocia. Se impone”. ¿Alguna solución o medida para el tema del narcotráfico? En realidad no, aunque no se puede descartar que esto podría ser parte de una estrategia de sigilo en un tema tan escabroso.
Delincuencia: más policías
Sin hacer un corte entre el tema del narcotráfico como negocio que genera violencia y sicariato, el Presidente pasó al tema de la delincuencia común. Ahí sí hizo un anuncio: se invertirá 1200 millones de dólares hasta el año 2025 para fortalecer a la Policía. Durante ese lapso, dijo, llegarán a la calle 30 mil nuevos policías que cubrirán el déficit de efectivos que dejó el anterior gobierno. “Este Gobierno dará al Ecuador una fuerza policial plenamente equipada, profesionalmente entrenada, y sobre todo respaldada por un Estado que ya cuenta con los recursos y voluntad para liderar esta lucha contra el mal”.
Cárceles: reducir el hacinamiento
Dentro del tema de la seguridad, el drama carcelario ocupó el tercer lugar. Luego de hacer la aseveración polémica según la cual el suyo es el primer gobierno en la historia del país en tener “una verdadera política pública de rehabilitación social”, Lasso dijo estar impulsando un nuevo modelo de gestión que integre seguridad y rehabilitación. Ofreció incorporar a 1400 agentes de seguridad para las cárceles que, dijo, se sumarán a los 1600 actuales. También que se creará la primera Escuela de Formación Penitenciaria donde se capacitarán los agentes del nuevo Cuerpo de Seguridad y Vigilancia. Además, reducirá la población penitenciaria con indultos para quienes demuestren buena conducta en caso de delitos menores y que no tengan procesos pendientes. Ese anunció lo había hecho hace algunos meses. En este tema, el presidente habló sin hacer falsas promesas consciente de que las soluciones serán muy complejas. “Hemos visto escenas indignantes. El camino por delante seguirá siendo duro y exigirá nuestra perseverancia, coraje y fe”.
Fuerzas Armadas: el enemigo es el narcotráfico
“El enemigo ahora no es imperialismo ni un vecino belicoso, es el narcotráfico”. Con esa definición, Lasso dio a entender que la doctrina de las FFAA en las actuales circunstancias debe cambiar. “Enfrentaremos a los narcotraficantes, al crimen organizado, a la minería ilegal, a los traficantes de armas y personas. Por eso este Gobierno continuará fortaleciendo a nuestras FFAA bajo un enfoque adaptado a esta nueva época y sus amenazas”. El Presidente no habló sobre la reforma institucional que debe haber para que las FFAA se dediquen a nuevas tareas. Sí dijo que el gobierno equipará mejor a los militares, pero no dijo cómo y tampoco anunció partidas específicas.
Foto: Presidencia de la República
Soy uno más de las personas que votó a favor del señor Lasso, pero me siento desilusionado por su gestión lenta, silenciosa, sin resultados inmediatos, fria y en algunos aspectos, como la inseguridad ciudadana, los motines carcelarios y los sicariatos, da la sensación de que no los puede controlar. Está excelente los éxitos de la vacunación, muy bien poner las finanzas y la casa en orden pero ya es hora de ejecutar sin demora todos los proyectos que tiene en carpeta y exigir eficiencia y resultados positivos inmediatos a todos sus secretarios de Estado y declarar en emergencia, si es necesario, los hospitales y el sistema de salud en general incluyendo al IESS, para solucionar con celeridad los problemas graves que tienen.
Alguien que le diga al señor Presidente Lasso (por quien yo voté y no quiero arrepentirme) que ya ganó las elecciones hace un año….que ya no está en campaña electoral…que no queremos oir lo que hará, sino lo que ha hecho. Aunque también sería bueno que diga (confiese) lo que NO HA HECHO….y las razones.
En fin, tenemos dos años más para que justifique la elección y pase a la historia con buena calificación. Y digo dos años mas por que el cuarto año es de elecciones, ataques, cuestionamiento y alistamiento de maletas. A más que por ética (que creo si tiene el señor Lasso) no debe tomar decisiones importantes previo a dejar el cargo. Esto me recuerda al ex presidente Moreno: revisen las fecha y encontrarán que ya para salir del poder sancionó la Ley que mejora los sueldos del magisterio y, con una sorna, digna de mejor suerte, dijo que él firmaba, pero que los legisladores que tramitaron y aprobaron la Ley, vean de donde pagan. Así hizo y ahora vean el problema del actual gobierno, aún más con el último dictamen de la Corte Constitucional.
Y mientras en el país se levanta la ola de delincuencia que nos esta ahogando….ya no se puede salir a ninguna parte ya que nos acechan para robarnos y si protestamos nos matan…y que hace nuestro presidente para protegernos? ? Sálvese quien pueda !!
La famosa tabla de porte de drogas (impuesta por Mameluco) no ha sido derogada por decreto y que permite que el microtráfico de drogas pueda operar adueñándose de las calles de las ciudades.
Debería aprovechar las elecciones seccionales para introducir cambios al mamotreto de Montecristi que nos rige.
DESPIERTE POR FAVOR PRESIDENTE !!!!!
La lucha contra la delincuencia es caso perdido.
Los delincuentes no usan uniformes ni vehiculos identificables , tienen a su favor el factor sorpresa en horario y terreno.
Ademas cuentan con el favor de jueces y derechos humanos.
El presidente Bukele dió con la solucion, porque tiene lo necesario : huevos.
Lo más fácil es criticar. lo más difícil es gobernar un país que por diez años sufrió una devastación casi total. un saqueo material, moral e institucional. Lo que se critica como inflexibilidad en las propuestas del gobierno, tal vez en el tiempo podrían ser la mejor virtud. Porque la consistencia de un plan radica en la insistencia para mantener las metas. El Presidente bien pudo decidir la “Muerte Cruzada”, como solución, que dejaba en el aire todo su trabajo de remiendo de un país “des-cuageringado”. Tenía que valorar eso, un año más para gobernar, dejando atrás un plan que logró poner ene marcha. Si los demás no lo vemos, es porque no estamos inmersos en la circunstancia. El informe de Presidente sí fue convincente. Ha dejado callada a toda la tribuna. Ha sido el ejercicio que faltaba para confiar en él. Si a Guuillermo Lasso le permitirían gobernar con su propia visión, su éxito sería de mayores y multiplicados efectos. Pero gobernar con ese correísmo infecto, al que el Presidente Lasso le da la espalda para poder seguir adelante, tiene que ser al menos complicado y riesgoso. Sabemos que el narco-tráfico es un tema complicado. Que la seguridad en las calles es un fenómeno de asesinato entre pandilleros, que se esconden en el lumpen urbano, que las periódicas matanzas en las cárceles rebasan los límites, porque son instigadas por ele correísmo y porque los burócratas tienen pavor de enfrentar un régimen disciplinario por dentro. No es fácil ordenar en un gabinete asuntos que son complejos de resolver y necesitan de finas estrategias. Lo más fácil es criticar.