Las cabezas de los tres organismos que inciden en la administración de justicia están en una pugna cuya explicación es el control de la Corte Nacional de Justicia: la institución donde se resuelven casos y recursos que podrían cambiar sentencias. Los protagonistas son: Iván Saquicela, presidente de la Corte Nacional de Justicia, CNJ; Fausto Murillo, presidente del Consejo de la Judicatura, CJ, y, Hernán Ulloa, presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, Cpccs.
La pugna es tan desembozada que tiene capítulos que podrían ser chistoso si no estuviera en juego la Justicia. Por ejemplo, el abogado Álex Guamán, que presentó la denuncia en contra de Iván Saquicela acusándolo de no haber tramitado a tiempo la extradición de Rafael Correa y que dio pie para que el CJ lo suspenda de la Presidencia de la CNJ, desistió poco después de la denuncia presentada. Pero luego, volvió a cambiar de opinión y desistió de su primer desistimiento.
Es decir, la CJ podría destituir al presidente del más importante tribunal de justicia del país, sustentándose en el desistimiento del desistimiento de una denuncia. El denunciante que cambió de opinión dos veces se ha justificado diciendo que Saquicela lo tiene amenazado; Saquicela dice que es Fausto Murillo quien lo amenaza.
La disputa comenzó cuando Iván Saquicela presentó una terna al Cpccs para que ese organismo nombre al delegado de la Corte Nacional de Justicia ante el CJ. El delegado que, según el artículo 179 Constitución, es el presidente de la Judicatura. Los amigos del presidente de la Judicatura vieron en esa movida un intento de Saquicela para sacar a Murillo y adueñarse de esa institución. El envío de la terna fue ignorado por Hernán Ulloa, presidente del Cpccs que tenía que hacer la designación. Cuando habían transcurrido 83 días del envío, Saquicela retiró la terna y dijo que Ulloa había incumplido con sus funciones. ¿Por qué Ulloa no tramitó el nombramiento del nuevo consejero y por qué Saquicela retiró la terna? Según Ulloa, la demora se debió a que estaba estudiando que no hubiera violaciones a la ley en el envió de dicha terna. Saquicela, por su lado, dijo que la retiró porque el Cpccs no había querido tramitarla y porque se estaba “tratando de meter la mano en la justicia”.
¿Ulloa se confabuló con Fausto Murillo, su amigo, para evitar que pierda la Presidencia del CJ y, por eso, no puso en consideración del pleno del Cpccs la terna? ¿Saquicela retiró la terna y dijo que Ulloa no cumple con sus funciones para que los bloques correísta y socialcristiano tengan un argumento más para censurar la mayoría del Cpccs en en la Asamblea? ¿Qué intereses representan Ulloa y Murillo? Los observadores del mundo judicial se hacen muchas preguntas. Y entre las respuestas que se dan, en ese mundo donde no se piden pruebas, dicen que Ulloa y Murillo deben sus cargos al Ejecutivo. Ulloa por el respaldo que el Gobierno dio para que se cambie la correlación de fuerzas en el Cpccs y lo nombren presidente y Murillo porque cuando fue destituido de la Judicatura por el Cpccs, puso una acción de protección aceptada por la Corte Provincial de Pichincha donde fue determinante un informe del ministro de Trabajo, Patricio Donoso. Con esa acción de protección, Murillo pudo reintegrarse al CJ.
Saquicela llegó a esta disputa luego de haber demorado inexplicablemente durante más de un año el expediente para la extradición de Rafael Correa. Además había anunciado, también de forma insólita, que lo iba a hacer precisamente cinco días antes de que Bélgica le concediera el refugio político al ex presidente. Fue precisamente este argumento del que se agarró el abogado que demandó a Saquicela ante la Judicatura para que lo destituyan. ¿Estaba Saquicela ayudando a Correa a pesar de que él como juez fue el que lo condenó en el caso Sobornos?
El desistimiento del desistimiento de la denuncia hecho por Guamán vuelve esta puja desparpajada y grotesca. Fausto Murillo sumó otro elemento: horas después de que Guamán dijo que desistía de la demanda en contra de Saquicela, Fausto Murillo, él pidió vacaciones y se fue que por 15 días. No dejó a su suplente a cargo de la institución sino a su amigo y aliado Juan José Morillo, dejando así a la Judicatura sin que pueda tratar el desistimiento. Y solo cuando llegó el desistimiento del desistimiento, el CJ anunció que sí iba a tratarlo. Saquicela ha intentado dos acciones de protección para ser reintegrado a su cargo, sin éxito.
¿Quién gana con esta puja entre Saquicela, Murillo y Ulloa? ¿Quién gana con un eventual cambio en la cabeza de la CNJ? Allí posiblemente llegará otra vez el caso Glas y, por qué no, un eventual recurso de revisión de Correa…
Foto: Ecuavisa.
Todo este relajo en la función judicial en el campo político en el CPCCS solo perjudica al país nada es limpio todo es amañado, también se dice todo es un tongo y puede serlo después de haber visto tantas barbaridades casi en todos los poderes del estado, ya no hay como creer en nadie H. Ulloa en el CPCCS tiene intereses para poner autoridades que beneficien al actual presidente de la república, Saquicela de CNJ. también tiene sus intereses igualmente la Asamblea Nacional no tiene nada de credibilidad la actual mayoría creo desea sacar a H. Ulloa del CPCCS. para poner autoridades que beneficien al Correato, de lo que si estoy seguro con estas componendas quieren dejar sin efecto varios procesos de muchos corruptos unos presos otros prófugos obviamente lo principal eliminar los juicios con sentencia que tiene el ex presidente R. Correa para que regrese al país.
El dolor y la rabia por las horribles matanzas en Ecuador, han reavivado un viejo debate: ¿difundir imágenes de lo que ocasiona la violencia, podría sacar al liderazgo político del estancamiento? Ciertos jueces son tan corruptos que a los maleantes, ladrones, asesinos, impostores les dejan libres. Qué vergüenza de jueces tenemos. Las leyes y las normas están escritas, los jueces las aplican pero dejaron de interpretarlas y se distanciaron de su propia dimensión humana. La prudencia de un juez impostor en presencia de un autócrata, egoísta e irascible lleva al descrédito de la función Judicial.
Los payasos de circo se maquillan y disfrazan para causar risa.
Los payasos de politica ni se maquillan ni disfrazan.
A leguas se los distingue.
Todo este relajo , en una Función del Estado fundamental en toda Democracia , es una verdadera verguenza para el país . Y lamentablemente , no hay ninguna posibilidad a la vista , para que este triste episodio se supere .
Todos estos pillastres están confabulados para librar al degenerado Mameluco de todos sus pecados y así burlarse del país.
Todo el sistema de justicia esta podrido y todos estos jueces de alcantarilla conceden libertad a todos los corruptos.
Por favor Presidente Lasso HAGA ALGO !!! pase a la historia como el que nos libro de esta desgracia !
Por que de lo contrario, que por favor, el ultimo que se quede apague la luz….