Gissella Molina, asambleísta de Cotopaxi por Pachakutik, cuenta aquí los detalles del atentado del que fue víctima, el domingo 3 de julio, por parte, según ella, de comuneros de Huayrapungo, cerca de Pujilí. Ella responsabiliza a dirigentes de la Conaie; Leonidas Iza entre ellos.
“Estábamos viajando desde La Maná a Quito. Íbamos el conductor que es coterráneo mío dueño del carro, una amiga y yo. Era el domingo 3 de julio, cuatro días después de la sesión en la que se votó la moción de destitución del presidente Guillermo Lasso. Era entre las 7:15 y 7:30 de la noche cuando en una recta, en la bajada a Pujilí, vimos una camioneta que estaba estacionada a un costado del camino. Cuando nos colocamos a su altura, el carro arrancó. Lo primero que pensamos era que se trataba de alguien que quería molestar y bajamos la velocidad a 50 kilómetros por hora. Ahí nos dimos cuenta de sus intenciones y enseguida sentimos el golpe que nos dio y que empujó al nuestro contra la peña. El impacto fue muy fuerte y cuando abrí los ojos no podía ver nada: al principio pensé que había perdido la vista pero luego de unos segundos pude ver que tenía golpeada la cara y que mi nariz estaba sangrando. Lo más grave era el dolor que sentía en el hombro y en mis piernas. Salí del carro para ver si tenía fracturas o no, y sentí alivio cuando ví que podía ponerme de pie. El compañero que conducía y que es el dueño del carro se bajó arrastrándose y mi compañera se limitó a rezar. Yo pensé que iba a morir porque me impresionó que rezara tanto. Yo no recé porque supe que no íbamos a morir.
En esas circunstancias vimos que mucha gente con linternas se nos acercaba. Yo alcancé a escuchar que uno decía “aquí va la asambleísta traidora que tenemos que coger” y a otros que decían que había que llamar a las mujeres para que ellas me lleven para aplicar la justicia indígena. Aquí nos damos, me dije, porque creía que tendría que darme de golpes con las indígenas porque yo no me iba a dejar llevar a ningún lado.
Algunos de los hombres decían que tenían que coger al asesor ladrón, seguramente pensando en el dueño del carro. Querían sacarme dinero y hubo quienes decían que hay que quitarle la plata que cogió por el voto a favor de Lasso. En ese momento sentí que una mujer que no era del grupo me cubría con una cobija y me decía que teníamos que salir del lugar lo antes posible, porque la intención de la turba era secuestrarme. “Vamos al hospital”, me dijo y aprovechando la confusión logró meterme en su carro en el que también bajaba a Pujilí y me llevó al hospital de esa ciudad. Era una señora que también venía de La Maná y que vio el accidente y paró para ayudar. Yo no quería irme de ahí por la situación de mi amiga, pero la mujer insistió, me aseguró que ya había llamado a una ambulancia para ella y logró llevarme. Me internaron y me dieron los primeros auxilios y poco después llegó mi compañera en la ambulancia.
Entonces la gente que logró rescatarme me dijo que ya teníamos que salir porque los indígenas estaban por llegar y me llevaron hasta una clínica en Quito, donde me hicieron algunos exámenes. Como la atención iba a ser muy cara, algo así como 6 mil dólares, nos fuimos hasta el Hospital Carlos Andrade Marín, pero ahí no había atención ni insumos médicos. Ante eso, decidimos seguir hasta Guayaquil a donde llegué el día siguiente. En Guayaquil me internaron en el hospital de Los Ceibos donde me hicieron más exámenes y me trataron. Ahí mi amiga se puso mal porque tuvo una baja de defensas porque su papá había muerto unos días antes de todo esto. Casi muere por eso.
A mi me quisieron secuestrar para darme justicia indígena por no votar como ordenaba la Conaie. El jueves, luego de la votación que fue el martes, recibí un mensaje de un señor Tucumbi, dirigente del movimiento indígena de Cotopaxi que me decía que tenía que acercarme para recibir la justicia indígena. Ahí me dí cuenta que me querían matar y salgo de casillas. Estos hijos de puta me quieren matar, fue mi conclusión cuando vi el mensaje. ¡Qué clase de personas son! Tengo audios con las amenazas que me hicieron. Hay uno del asesor de Peter Calo, Juan Manuel Vega, en el que llama a la comunidad a ir a golpearme en mi casa. Me decían que me van a secuestrar, que me van a arrastrar y que me van a matar por no haber votado a favor de la destitución de Lasso.
Ningún intento de asesinato se justifica por nada y yo no tengo ningún motivo para someterme a la justicia indígena. Ni siquiera soy indígena, soy montuvia de La Maná. Conmigo ya perdieron toda posibilidad de dialogar y, aunque el gobierno no me ha ayudado en nada luego del accidente y no ha dicho nada sobre el paradero del carro, voy a llegar hasta las últimas consecuencias para que no haya impunidad de quienes intentaron matarme y secuestrarme. Hasta ahora no aparece el carro. Son las personas que me emboscaron los responsables de lo que pase con él. He presentado una denuncia ante la Fiscalía y no voy a descansar hasta que se haga justicia. No tengo miedo a nadie. En mi denuncia, responsabilizo de lo que me ocurrió a Leonidas Iza, presidente de la Conaie y José Manuel Vega, asesor del asambleísta Peter Calo en la Asamblea y a otros más”.
Foto Asamblea Nacional
Las Sybeles, las Soledades, las Elsies y demás falsas activistas de derechos humanos jamás hablarán de esto, están demasiado ocupadas mintiendo y creando falsas víctimas, callando y haciéndose de la vista gorda ante los abusos y atropellos que sufren los que no pertenecen a su secta. Esto ya es el operativo criminal de una banda mafiosa, la Conaie está sembrando semillas de odio y terror, esto ya no es lucha social legítima, es pura perversidad y miseria humana. A los indígenas y la Conaie: no los rechazamos por su etnia o color de piel, es su absoluta pérdida de humanidad, decencia, autocrítica y buena fe, su sometimiento y alcahuetería al correísmo, lo que hace que cada día los mestizos los rechacemos más. Es imperdonable lo que están haciendo, pervirtieron y destruyeron al movimiento indígena y ahora lo quieren hacer con el país.
No pasan de ser vulgares delincuentes y matones de la peor calaña ; que lamentablemente en este pobre país , tienen IMPUNIDAD GARANTIZADA .
Espeluznante relato; en que se ha convertido este país?
Un oscuro feudo de grupos delincuenciales en comunión con verdaderas hordas capaces de todos los desmanes y abusos, alimentados por la más infame impunidad; parece una primitiva comarca africana sin Dios ni ley, que acción tan depravada contra esta valerosa Asambleísta!, ojalá su voz sea escuchada y sus verdugos castigados; la Sociedad no puede ser indiferente a esta denuncia ,que representa emblemáticamente el grado de podredumbre social y política a la que se ha llegado.
Ojalá 4 PELAGATOS y sus destacados columnistas , no permitan que este acto criminal quede en un fatídico olvido.
Y estos criminales de la CONAIE quieren gobernar al Ecuador.
Hasta ahora ningun ONG con tendencia zurda a dicho nada.
Yo si le creo por que tengo un claro concepto de la brutalidad de estos dirigentes indígenas. Lamentablemente la fiscalia pedirá fotos, videos, testigos. La “defensa” de los Infelices pedirá pruebas notariadas, pericias imposibles de cumplir, etc. Hasta que el caso se diluya. Solo queda lamentarnos y resignarnos a la indefensión frente a un gobierno pusilánime, una justicia venal y abogados “sapos”. Dios salve al Ecuador. Se avecina una indiocracia de corte mariateguista…
Al momento de afiliarse a Pachacutik la Asambleísta Molina conocía claramente en donde se estaba metiendo y la clase de personas son sus dirigentes. No hace falta seguir mencionando el actuar de los indígenas; se debe aplicar la Constitución y la Ley a los líderes y personas que paralizaron y ocasionaron pérdidas al País.
Increíble y reprochable lo que ha sucedido con la asambleísta. Son actos de cobardes que con el pretexto de representar al pueblo cometieron y siguen cometiendo las atrocidades en contra de gente humilde que solamente quiere trabajar y progresar en favor de la sociedad. Iza se cree el representante del pueblo ecuatoriano, quién le dio ese derecho?, lo que es a mí y a la mayoría de la gente no nos representa.
Hay evidencias historicas suficientes que muestran que en la sociedad de nuestros ancestros (al menos para quienes nos identificamos como mestizos) habia algunos temas, por decir poco, tenebrosos. La famosa justicia que ellos practican, la cruel matanza a los enemigos capturados en guerra, los castigos que daban para aleccionar a sus grupos, o las traiciones por venganza con otros grupos indigenas, son solo algunos de los hechos registrados en la historia. Un libro que sintetiza muy bien lo que estoy mencionando (y de manera muy imparcial) es “A history of Latin America to 1825” (Jacqueline Holler and Peter Bakewell, 2009). Cuando leo un libro como esos me quedo absorto ante las intenciones del “comunismo indoamericano” porque, en el fondo, lo que pretenden Iza y sus comunistas indoamericanos es implantar un sistema como esos (basado en castigos, violencia, tortura, aleccionamientos y esclavizacion).
A proposito, si alguien me cuestiona por que estoy proponiendo leer un libro de parte de nuestra historia escrito en los Estados Unidos y no uno de “los nuestros” es porque la historia nuestra no es imparcial y, al igual que la literatura latinoamericana/nacional, debe ser leida junto a lo que dicen otros autores. En el colegio, mi hijo de 16 anios me mostraba el libro que le obligaban a leer (Polvo y ceniza) y se horrorizaba con las descripciones violentas en el libro que, concuerdo con mi hijo, no son para la edad de ellos. Por el contrario, nada inculcan leer sobre historia y literatura universal, como en mi epoca de colegio. Asi anda el adoctrinamiento social.
Que diran las feministas tan dadas al escandalo y bochinche por cualquier cosa?, espero que esta valiente mujer ponga en su sitio al delicuente Iza y sus compinches, donde otros agacharon la cabeza cobardemente, ella los denucia.
Siendo Iza el Fürer este episodio no llama la atención.
Estos criminales actuan de acuerdo a lo que el terrorista con poncho les ensena. Quiere a la clase indigena sumIZA, luego la aterrorIZA y no le importa si solo es una golpIZA o simpueden causar la muerte. Leonidas Iza debe ser enjuiciado por este atentado que profundIZA el rracismo contra la clase indigena a la cual dice representar. Espero la fiscalia y la policia brinden toda ayuda necesaria a esta valiente mujer para que los responsables terminen tras las rejas.
Es decir, nos está dando muestritas de su “comunismo indoamericano” mariateguista: siembra el terror. También a ciertos asambleístas les presionaron en sus hogares con muchedumbres exaltadas para que votaran por la destitución del Presidente.
Destrozaron bienes públicos y privados y humillaron a la gente sin contemplación y con cinismo dijeron luego que fueron los infiltrados. Ellos solo hacen uso de su “legítimo derecho a la protesta”. ¡Qué maneras tan civilizadas!
El costo de la vida aumenta gracias a sus maneras patrióticas de “defensa del pueblo ecuatoriano”. (Todavía no hay gas).
Ya es hora que la Justicia ponga orden en este país que va en picada hacia su aniquilación por la violencia… y los caciques.
Señor Pallares, muchas gracias por dar cabida a esta grave y terrible denuncia, que solo confirma lo que todos los ecuatorianos hemos vivido y sufrido por la alevosía y prepotencia de estos mal llamados dirigentes indígenas, que además de todo lo despreciable, son cobardes, porque atacan en masa a mujeres indefensas.
Favor, no deje de dar seguimiento a este caso, que merece al igual que los demás, se haga justicia con todo el rigor
Nadie puede negar que en la revuelta de junio 2022 la intención primaria fue derrocar al gobierno, siendo Iza y muchos borregos legisladores los que lideraron ela proceso destructivo.
Al momento Iza se ha convertido en un elemento peligroso a quien nadie, excepto sus 800 adeptos, le ha dado ninguna representatividad, pero él abusiva mente se la ha tomado. Este indígena trasnochado se dio cuenta que puede hacer lo que le da la gana aún secuestrar mujeres como es el caso que aquí se relata. Su estirpe de terrorista le conduce a liderar 20000 ponchos rojos y obtener con salvajismo lo que quiere, al constatar que el gobierno es un pusilánime y policías y soldados se han convertido en monjitas de la caridad. Este vago que nunca ha hecho nada por sus comunidades siempre proclamará VIVA LA LEY DE LA SELVA. Ya es hora de ponerle el cascabel al gato y meterle donde debe estar en la cárcel