Superado el paro e instaladas las mesas de trabajo entre el Gobierno y la Conaie, la Feine y la Fenocin, muchos creen que ese fue un mal momento y que todo volverá a ser como antes. Y no. El país ha sufrido mutaciones estructurales que no son procesadas por la sociedad política decente, no son estudiadas por la academia y no son tenidas en cuenta por usuarios de redes y la prensa en general.
Ecuador hoy tiene fenómenos -algunos ya instalados; otros en pleno crecimiento- que justifican, en alto grado, las alarmas de aquellos que hablan de un Estado-fallido. O pronostican que el país se está cayendo a pedazos. Y lo dicen como si, tras haber dado la vuelta a todos los dilemas, regresaran al mismo punto sin haber hallado la puerta de emergencia. ¿No hay cómo frenar y neutralizar este descalabro? El primer ejercicio quizá consista en entender que hay total disonancia entre las rejillas de lectura que usualmente se usan y las realidades del país, tal y como quedan tras una convulsión como la que acaba de ocurrir.
Esa disonancia no solo distorsiona el diagnóstico. Lleva el análisis a un callejón sin salida porque gran parte de las premisas anteriores han dejado de tener sustento en la realidad. O esas premisas han cambiado cualitativamente. Reclamar, por ejemplo, decencia a un político o a un partido que es abiertamente corrupto y antidemocrático, como el correísmo, pensando que el problema estriba en diferencias conceptuales, es inútil y absurdo. Debatir con un grupo paramilitar, creyendo que hay meras divergencias de ideario democrático, es de una ingenuidad supina. Pensar que la democracia en el país la protegerán Correa, Iza o Nebot es ilusorio. Tanto, como esperar que Yaku Pérez se declare contrario a los subsidios a los combustibles porque al fin entendió que él, que se dice ecologista, promociona a bajo precio una mayor contaminación del medio ambiente.
Si no aterriza en la pista de las realidades, tal y como están, el país seguirá encadenado al mito de la caverna de Platón: acariciando deseos como si fueran hechos. El país no volverá a la paz social a la cual aludía el mito de Isla de Paz que habitó, sigilosa y mentirosamente, el imaginario social. Hoy se mueven miles de millones de dólares non sanctos en el país. Esa realidad es admitida, a lo sumo, como un dato. Pero que la economía formal lava dólares que llegan en avionetas y barcos no es procesada por una mayoría de ecuatorianos a pesar de que se nota en provincias como Manabí.
No aceptan que ese dato esté vinculado con mafias que arreglan cuentas en las calles o en las cárceles. Y que esa violencia puede ser utilizada como respuesta a decisiones, que les perjudican, tomadas por el gobierno de Guillermo Lasso. No concluyen que ese dinero vincula a ciertos políticos con narcos o mineros ilegales. Así las cosas, la realidad-real del país no podrá ser pensada, para ser cambiada, si no se asumen esos fenómenos que se han instalado y están en auge.
El país tampoco construirá mecanismos de convivencia y respeto con los indígenas y con otras comunidades (y entre comunidades) repitiendo que las diferencias solo radican en marginación y pobreza que, por supuesto, son atrasos del Estado y retos innegociables. Pero hoy esos problemas se entreveran con dinero mal habido y con la incertidumbre creada por el fanatismo político de Leonidas Iza y los talibanes marxistas-mareateguistas que lo rodean.
Quien quiera hacer abstracción de esas realidades, no entenderá la diferencia que hay entre los levantamientos de antaño y las tomas de Quito, de corte militar y terrorista, de ahora. Y solo hará el papel de tonto útil en un juego estratégico entre populistas que se disputan, con dinero mal habido y balas, los roles hegemónicos en comunidades marginadas y pobres.
La búsqueda de salidas, en este laberinto en que se ha convertido el país, puede complicarse. Se puede agregar, por ejemplo, la imposibilidad demostrada por las FFAA de contar con políticas disuasivas para proteger derechos conculcados por violentos y terroristas. También la inacción de políticos decentes. O la inexistencia de masa crítica en la sociedad.
En esos términos, la salida del manicomio no se ve: tardará en aparecer.
Foto: El Universo.
El manicomio nunca terminará, al contrario, esta situación continuará y llegará el momento que acá haya un verdadero baño de sangre, y voy a explicar porqué; mientras existan las tremendas diferencias sociales, culturales y económicas; mientras un burócrata que mal trabaja, que es una carga para el Estado va a un buen restaurante y gasta 5 o 6 dólares en un almuerzo, una familia del campo gasta esa suma en una semana; mientras a un niño citadino le compran un juguete de 20 dólares, un niño campesino vende su gato en 3 dólares para comprar alimentos para su familia; mientras Quito, Guayaquil y otras ciudades se embellecen y tienen todos los servicios básicos, en el oriente, las provincias que generan la riqueza para esas ciudades, ni siquiera tienen alcantarillado; mientras a los niños ricos les mandan de vacaciones a Miami, o a Europa, un niño campesino termina su año escolar (si tiene una escuela) va a trabajar en el campo con sus padres; mientras en las ciudades van a la Universidad y luego de 2 años desertan porque “no les convence” la carrera y toman otra, y así, se pasan 10 años gastando la plata del Estado y jamás llegas a ser de provecho, un campesino a duras penas termina la escuela; mientras en las ciudades hay atención médica gratis hasta para los extranjeros refugiados, en el campo a duras penas hay un centro médico y claro, sin medicinas.
La lista de estas tremendas injusticias es larga, no habrá paz social, seguirá el manicomio hasta que este país se hunda en su propia miseria.
Así es, el daño es irreversible y vamos al despeñadero de forma inevitable.
Pedro, muy bueno su comentario en un país con una población que vive en la miseria y con una desigualdad de oportunidades entre la ciudad y el campo donde no pasa nada por años y la única aspiración es migrar. Una política de centralidad impuesta desde la colonia en la capital, que concentra el poder político y la mayor parte de la renta nacional, impide la planificación y el desarrollo equitativo de todo el pais. Busquemos la descentralización nacional para una vida mejor. Saludos
La salida del manicomio político es en realidad el mayor de los retos en la accidentada historia del país. Por doquier oportunistas que se visten con poncho para arroparse con los indígenas, a sabiendas que los diez puntos no les favorece directamente a este colectivo. Los subsidios no crean oportunidades de empleo, por ejemplo, sólo la inversión propicia esta necesidad urgente. Las autoridades de la Función Ejecutiva timoratas, secuestradas por la violencia de los que se dicen “líderes indígenas “. La Función Judicial con la parsimonia, desdén y cálculo no se inmuta en acelerar los juicios por grave daño cometido a los bienes públicos, privados, y a la sociedad que sintió el pánico de la agresividad. Quién vela por los ciudadanos? El manicomio queda corto ante la locura generalizada en el país. Parece que no ha pasado nada aquí, cual Cid Campeador blanden los petitorios sin contribuir con nada. Por otro lado , Decretos ejecutivos como volantes sin medir las consecuencias. En ningún país todos pueden y deben ir a las universidades, no es cuestión de dinero, clase social o grupo étnico, es cuestión de capacidad, vocación, interés, deseo de servicio y compromiso social. Endilgar responsabilidad no soluciona un legítimo interés de quienes realmente desean continuar con sus estudios y que están capacitados para ello. Manicomio político de candidatos a las alcaldías, con un descaro putrefacto de quienes nada han hecho para solucionar los problemas locales e incluso nacionales cuando pudieron hacerlo , por el contrario, se beneficiaron a nivel personal. Los cuerdos, los que conservan la memoria no pueden aceptar el descalabro en el que se hunde el país.
Leonidas Iza, dejó trazada la cancha de la confrontación entre el grupo poblacional indígena y los ciudadanos de este País.
El odio ancestral se mantiene intacto; que debemos cuidarnos del nivel de brutalidad y capacidad destructiva de sus huestes, que debemos prepararnos para peores contingencias.
Los demás no podemos reclamar derechos, ellos pueden paralizar nuestras actividades, destruir las ciudades y servicios, invadir allanar bienes estatales, pozos petroleros, instalaciones energéticas; pueden ingresar y destruir oficinas de Fiscalía, como antes incendiaron la Contraloría en absoluta impunidad.
Su burda exigencia provoca el retroceso económico de un Ecuador devastado, neutralizar el afán de re-ordenarlo y ponerlo en marcha. Sus exigencias tiran por la borda lo poco que se consiguió en un año.
En otras palabras, planificó, organizó, financió un reclamo instigado, destruyó, paralizó y generó cuantiosas pérdidas, obligó a capitular, sabiendo que ni sus pedidos eran válidos ni la fuerza pública podía someterlos.
Caso #3. El INEC.
Según el INEC, la población del Ecuador llegó a 18 millones exactamente el día de hoy. Los principales medios de comunicación difundieron esta noticia. Quienes estamos familiarizados con las cifras nacionales sabemos que el último censo fue en el 2010; el censo del 2020 lleva dos años de retraso, y sigue en veremos; el gobierno recién consiguió un préstamo de $80 millones del Banco Mundial para hacer el censo; el INEC normalmente reporta los nacimientos y defunciones con uno o dos años de retraso; el Registro Civil estaba reportando las defunciones oportunamente durante la pandemia pero ya no lo hace; no hay cifras de inmigración ni emigración. Entonces surge la pregunta: Si el Ecuador tiene datos demográficos tan malos y desfasados, cómo hizo el INEC para saber la población exacta del Ecuador el día de hoy? La respuesta: ese número, 18 millones de habitantes, no es un dato real sino una proyección, un número estimado a partir de esos datos malos y desfasados. En resumen, una fantasía!
En verdad, para quienes sienten por la Patria, la situación es deprimente. Hay problemas graves en todos los Poderes del Estado:
En la Asamblea, quienes tienen la mayoría, creen que pueden hacer lo que creyeren conveniente a sus intereses. Con comisiones ocasionales destituyen a su presidenta y vicepresidenta. ¿El motivo?, cualquier pretexto. No temen ni el ridículo. El objetivo próximo, los miembros del CPCCS y retorno de los guacharnacos, para protección de lo “bien ganado”. Y sin embargo, amenazan con declararse repúblicas independientes. (Debe de ser luego de borrar vestigios de malos pasos, para que no vayan a transformarse en “perseguidos políticos”. Sufrimiento de todos modos).
En el Judicial, el CJ destituye al jefe del CNJ. Un juez lo restituye el cargo. En lugar de buscar correctivos para corregir el sistema, se pone a lamentar que se siente deprimido, traumado, desprestigiado (trabaje y no inspire lástima). Otros operadores de la Justicia se esmeran en poner medidas sustitutivas a los acusados por Fiscalía o a los detenidos por la policía. Los delincuentes, altos y bajos, en su papayal,(con piscinas incluidas).
En el Electoral, los “jefesazos” siguen en funciones prorrogadas desde hace fu. Y la descomunal lista de “salvadores” para las próximas elecciones se calcula en unos 70 mil. Sí: 70 mil. Y muchos tendrán problemas judiciales, pero en Chistejstán no es problema: todos tienen derecho a ser elegidos. (El de ellos, claro).
El IESS e ISPOL, al borde de la quiebra porque sus recursos se hicieron humo.
La banca del Estado no puede recuperar la plata feriada en préstamos millonarios contra hipotecas chimbas. Y encima, los de poncho, “defensores del pueblo”, que han sabido hacer préstamos bancarios, bravos piden la condonación de las deudas…y les dan. Y por si fuera poco, como todos tienen tractorcitos o camioncitos, (y eso que son los oprimidos) la gasolina y diesel, casi gratis. (Si habrán leído sobre el precio de la gasolina en Panamá, tranzado recién con los del paro, por ej.?).
En las calles y hasta en los domicilios, rumas de muertos a balazos. Y no tienen piedad ni de niños. Y en las cárceles, donde se supone que deben estar bajo control los sanguinarios.
La Academia, centros de “ayuda solidaria” y abastecimiento de los violentos. Y hasta con algunos curitas. De tal modo que el Ati-iza dice que el pueblo de Quito y de todo el país le ha apoyado “aunque sea con un granito de arroz”; no son los narcos. (Y que en Quito ya no le han gritado lárgate a tu llacta). Contento; le va a meter preso al Presidente, para que vean.
Y las comisiones de DD.HH. en defensa de los violentos porque tienen el derecho a la resistencia. Y hasta los delegados de la ONU a favor. Los civiles indefensos, borrados, no son resistentes.
¿Y la ciudadanía? A la mayoría lo mismo le da. En las próximas elecciones volverá a votar por los mismos. Ni cuenta se da de dónde procede el relajo.
Y como que los políticos decentes han hecho mutis por el foro.
El país alzado por el huracán. Tristemente cierto.
Triste, pero cierto todo lo que dice Gespin.
Siguiente caso: Ministerio de Salud. La anterior ministra anunció un Plan Decenal de Salud con énfasis en la prevención. El mencionado plan no aparece en ninguna parte: el sitio web del ministerio, la Vicepresidencia. Parece que el documento ha circulado entre “los panas”, ya que algunos académicos dicen que sí lo han visto. Mientras tanto, el ministerio anuncia que se abre un mega concurso para contratar a cerca de 400 profesionales de la salud en todo el país. La página para postular no funciona. La gente se queja en las redes sociales, y nadie del gobierno se digna contestar.
“La búsqueda de salidas, en este laberinto en que se ha convertido el país, puede complicarse.” 4P. Esta historia se parece mucho a la vivida por nuestros vecinos colombianos en los 70-80, en donde la política de estado se orientó a cuidar a la sociedad civil de los secuestros, del estallido, de la guerrilla urbana y otros. Frente a tanto atropello la ciudadanía era capacitada para salvar su pellejo de tanto atentado, “y… se sabía qué hacer, como protegerse” este era el consejo diario en calles, comercio y en universidades. Todo esto que parecía distante o remoto, ahora lo vivimos los ecuatorianos, y como salir del manicomio si los locos figuran como héroes después de los destrozos que hicieron especialmente en Quito… Si, todos los días amenazan con replicar, si la justicia los condena por sus atropellos cometidos a la propiedad privada y pública, cuando se merecen no solo ser condenados, sino pagar el destrozo de la economía, evidenciada en el incremento de la tasa de riesgo país.
José Hernández, muy bien escrito su artículo, publicado el domingo 17 en el email, donde se resume la circunstancia del Ecuador en julio 2022 después del paro de la Conaie. Pensaría que la situación del país es mejor que en los otros países de AL, aunque el mismo grupo dominante del capital financiero y las tarjetas de crédito tienen el poder del estado central. A nivel mundial se libra una guerra que empezó con el corona virus diseminado por las grandes farmacéuticas en 2020 a través de China en Huwan, que además de provocar millones de muertos se agravará en el futuro con los fallecidos por efectos del mismo virus y la vacuna llamada ARN mensajero, cuyos efectos letales los denuncia en el país el Dr. Rafael Morales. Tenemos un nuevo reacomodo del poder mundial que se expresa en la salida de EEUU (2021) de Afganistán donde vendían y consumían US100 millones diarios de armas de su complejo militar, ahora siguen en Ucrania donde los países de occidente derrochan recursos que estaban destinados a superar la crisis de sus pueblos por el corona virus, lo mismo sucede en Rusia y no habrá paz porque lo que necesitan es varios frentes de guerra para vender armas, ya los tienen en la misma Ucrania, norte de México, Colombia, Yemen, Israel, Siria, Arabia Saudita y otros países en el África, como necesidad de control del mundo. En Ecuador se expresa la crisis de la pos pandemia y la debilidad del estado nación unitario con fuerzas políticas dispersas que controlan el territorio nacional, Iza ya tiene Cotopaxi Norte de Pichincha y el sur de Quito, Nebot tiene Guayaquil, las FARC controlan el corredor norte que va desde Esmeraldas por Carchi hasta Sucumbíos, los mineros ilegales controlan la parte alta de El Oro Zaruma Portovelo, la Ponce, Yutzupinos, Jatunyacu en Napo, Pintag, Buenos Aires en Imbabura, noroccidente de Pichincha (Pacto Gualea), el narcotráfico controla la costa desde Santa Elena Manabí San Lorenzo Esmeraldas, los Vargas controlan la Amazonía con zonas mineras en Pastaza Morona Zamora, los nichos productivos de exportación de camarón como en el golfo de Guayaquil por el Opus Dei, los coyoteros tienen Cañar y parte de Azuay, ya no queda mucho del Ecuador unitario. Lo manifiesta usted José en el último párrafo, las soluciones no asoman a corto plazo y parece que tampoco serán desde el estado nación unitario en crisis o desde la declinante democracia del voto, bienvenidas las propuestas que permitan la sobrevivencia del país, la creación de masa crítica que desarrolle y exponga alternativas de organización de la sociedad acordes con la nueva circunstancia que vive el mundo en guerra. Saludos
Caso concreto: El gobierno anunció que cada universidad tendrá su propio mecanismo de admisión, y ya no habrá el famoso examen de la Senescyt. Pero una cosa es anunciar algo en twitter o frente a las cámaras de televisión, y otra es concretar a través de algún instrumento legal: ley, reglamento, decreto, acuerdo ministerial, etc. El mecanismo anunciado por el gobierno era una reforma al Reglamento de la Ley de Educación Superior. Lamentablemente, dicha reforma no aparece en ningún lugar: no está adjunta en los tweets del gobierno, ni en el sitio web de la Presidencia, ni en la Senescyt, ni en el registro oficial. Una de dos: el gobierno sí tiene escrita la reforma, pero no la publica por alguna razón (seguramente porque viola el principio constitucional de acceso universal y gratuito a la educación superior), o el gobierno ni siquiera tiene claro qué mismo hacer. En cualquier caso, en vez de solucionar el problema, el gobierno lo ha enredado más.
Es hora de que académicos y universidades digan y hagan algo relevante, tomen posición y aporten al debate y la búsqueda de salidas para este país, obviamente no hablo de la Central, la Salesiana o la Universidad de Cuenca, ellos están a fondo con el mariáteguismo terrorista. También los políticos decentes (existe eso?) quiero ver que le proponen a Quito y otras ciudades aterrorizadas por la Conaie, nos acostúmbramos a ser vejados y destruídos cada 2 años o ellos nos ofrecen algún plan para enfrentar con eficacia las protestas vandálicas que amenazan con asediar y destruir, ya Juan Carlos Solines, Jessy Jaramillo, César Montúfar, Pedro José Freile y otritos han salido con el discurso tibio, buenoide, cómodo y políticamente correcto, unos oportunistas es lo que son, se esconden cuando las papas queman y sólo aparecen cuando ha pasado la tormenta, desde ya se muestran incapaces de defender a la ciudad y sus habitantes, francamente todo el que no condene la violencia y terrorismo, venga de donde venga, ya hay que tacharlo como inelegible y tonto útil del narcorreísmo y el indigenismo infantiloide. No podemos dormirnos en los laureles, ya el correísmo es un gran mal y ahora con la ayuda de la Conaie, es como juntar la peste con el ébola, va a ser muy duro, pero hay que dar la lucha con la ley y la democracia en la mano. Todo tiene un límite, y al final, toda la violencia, mentira, odio, resentimiento y falsedad que ese par están generando se les devolverá y les estallará en la cara, karma que le dicen, yo le llamo justicia.
Totalmente de acuerdo !!!!!!!! La salida de este MANICOMIO en que han convertido el país , no es fácil ni se vislumbra por ningún lado . Peor todavía con una clase política indolente , con líderes sociales que no ven más allá de sus mezquinos intereses y finalmente , con una estructura legal impúdica , que jamás será cambiada por una asamblea , que se ha convertido en verguenza nacional . Y concomitante con el tema , QUÉ SERÁ DE UNA CONSULTA POPULAR TANTAS VECES MENCIONADA POR EL GOBIERNO NACIONAL ???????????
Con pocos elementos para racionalizar opiniones, la masa crítica en la sociedad que se alude en este lugar, tiene a su haber un profundo sesgo y por supuesto su condena es clara, se estanca. Buscar el pluralismo permite hacer visible el disenso, es el mejor camino para consensuar. Perder el miedo a la penalización social por pensar diferente es aceptar voces distintas a la nuestra , la verdad eso no gusta mucho. Aquí la libertad de expresión surge imponente, cuidarla es más fácil que recuperarla. Estamos poniendo atención al mensajero, renegamos de él, y no a su mensaje, eso nos incomoda y pone en serio peligro el sostén de nuestra existencia , quien provee nuestros ingresos , cuestionamos sus métodos con tibiesa . Desperdiciamos la posibilidad cierta de avanzar hacia mejores derroteros. Desconocer que han sido las manifestaciones masivas las que con sus debilidades han conseguido de algún modo arrebatar privilegios a las minorías, es pereza intelectual. Ya no alcanza con satanizar a ciertos individuos para justificar el abandono sostenido en políticas de estado.