Como toda guerra, la que hay por el control de las aduanas produce efectos colaterales. En lo político, por ejemplo, son evidentes las disputas que hay en la Asamblea para controlar la fiscalización de la administración de las aduanas, a propósito de los escándalos que han saltado durante las últimas semanas.
En el centro de esta disputa está Carola Ríos, directora del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador. Por un lado, están el Partido Social Cristiano y del correísmo empeñados en destituirla por no tener el título académico de tercer nivel que su cargo exige. Ese es el pretexto. Por el otro, hay sectores que se aglutinan alrededor de Fernando Villavicencio, presidente de la Comisión de Fiscalización, que creen que lo relevante en este caso es la trama de corrupción que deben aclarar Ríos y las personas que la sostienen en el cargo.
Según Villavicencio, la gran diferencia es que socialcristianos y correístas tratan de evitar que las investigaciones lleguen hasta las conexiones que Carlos Vallejo, ex gerente de operaciones de las Aduanas (nombrado por Ríos) tendría con mafias. Mafias, dice, operadas por Javier Jordán, sindicado por el escándalos de las medicinas con sobreprecios en cuya piscina en Miami apareció el asambleísta correísta Ronny Aleaga. Villavicencio dice que quieren proteger a Jordan y a su gente.
Un episodio de esta pugna ocurrió ayer en la noche durante un debate en la Asamblea. Correístas y socialcristianos intervinieron en contra de Ríos para que comparezca ante el pleno y forzar su destitución. El tema recurrente fue su título obtenido en 1996 en el Instituto Profesional DUOC, de Santiago de Chile y que no tiene, según dijeron, equivalencia de tercer nivel en el Ecuador. El socialcristiano Luis Almeida, que hizo de buque insignia de ese grupo, invirtió sus pocas capacidades de oratoria para dramatizar lo que es, a sus ojos, el nombramiento más escandaloso del Gobierno. Su compañera Geraldine Weber también arremetió contra Ríos y dio detalles de su acusación: el título chileno de la funcionaria llegó tres meses luego de que se había posesionado de su cargo.
En el correísmo la ofensiva fue igualmente virulenta. Paola Cabezas acusó a Ríos de estar trabajando con la Embajada de los Estados Unidos. Blasco Luna pidió que, a la moción que había presentado su compañero Ángel Maita contra Carola Ríos, se agregue que el caso vaya a la Comisión de lo Económico. Así el correísmo intentó que esta investigación la maneje la correísta ex Pachakutik, Mireya Pazmiño. No lo lograron. La Comisión de Fiscalización aprobó una moción para que los que fueron convocados para rendir testimonio ante el pleno en ocho días, lo hagan este viernes en esa comisión.
Villavicencio cambió la dinámica de la sesión. Para él lo que se juega en este caso es mantener el control de los contenedores que salen a Europa y EEUU con droga. Eso es lo que quieren ocultar al sacar el caso de la Comisión de Fiscalización para hablar en el Pleno de temas accesorios. Villavicencio contextualizó este caso, llamado Danubio, sobre supuestas ventas de cargos. Según recordó, fue Carola Ríos que llevó la denuncia a la Fiscalía en septiembre de 2021. Sin embargo la funcionaria no investigó una denuncia que él le entregó con pruebas de cómo su anterior gerente de operaciones, Carlos Vallejo, operaba con un grupo de mafiosos liderada por Javier Jordán Mendoza, “el hombre de la piscina de Miami”, en sociedad con Leonardo Cortázar, quien “maneja el sector eléctrico ayer y ahora, en este gobierno”.
Carola Ríos no ha dado, además, una versión convincente sobre sus nexos con el abogado Francisco Gottifredi, acusado de operar en las aduanas sin ser funcionario. Ni en la comparecencia que tuvo en la Comisión de Fiscalización ni en la entrevista con Carlos Vera, Ríos explicó su relación con Gottifredi, con quien trabajaba antes de ser funcionaria en un estudio jurídico del que también es socio Fabián Pozo, actual secretario jurídico de la Presidencia. En la Asamblea, donde corren rumores, se ha dicho que Gottifredi, Ríos y Pozo trabajaban para el grupo El Juri, de Cuenca, y que están operando en su beneficio en aduanas. La socialcristiana Geraldine Weber habló ayer de esos supuestos nexos.
En esta maraña de acusaciones y descargos, Carola Ríos parece contar con el apoyo de la Embajada de los EEUU, interesada en instalar escáneres en las aduanas. El 11 de agosto, cuando ya había reventado el escándalo y se había activado el operativo para sacarla del cargo, la Embajada puso un tuit favorable a la funcionaria: “gobierno de los EEUU respalda a @SENAE_Aduana en su implementación de tecnología moderna y no-intrusiva para facilitar el comercio y prevenir, detectar y combatir el contrabando y narcotráfico en los puertos”.
El tuit de la Embajada estuvo acompañado de una fotografía en la que está Ríos junto al cónsul de los EEUU en Guayaquil, Brian Quigley y otro funcionario de ese país. ¿Un mensaje de la diplomacia de EEUU para el Gobierno y la Asamblea? El espíritu del texto, la fotografía y las circunstancias en las que salió hace pensar que sí.
El Gobierno de los EE.UU. 🇺🇸 respalda a @SENAE_Aduana en su implementación de tecnología moderna y no-intrusiva para facilitar el comercio y prevenir, detectar y combatir el contrabando y narcotráfico en los puertos. La seguridad nos corresponde a todos. #EstamosUnidosEC pic.twitter.com/rTfEihylKB
— US Embassy Ecuador (@USembassyEC) August 11, 2022
Foto: Asamblea Nacional
Martín Pallares, excelente narrativa que desnuda el teje y maneje de las aduanas controladas toda la vida por los contrabandistas de alto coturno y “el gobierno de turno”, ahora se suman las bandas del narcotrafico para sacar la cocaina por los puertos internacionales, especialmente el de Guayaquil. No se escucha de una intervención segura y certera de fuerzas armadas y la policia antinarcóticos, para impedir el ingreso de cocaina colombiana por la frontera norte y de la cocaina peruana y boliviana por la frontera sur a los puertos del Ecuador. Saludos
Y pensar que votamos por un Gobierno , que supuestamente iba a luchar frontalmente contra la corrupción , pero vemos que lamentablemente , eso no ha sucedido ; estallan escándalos que mas bien , demuestran lo contrario . Pobre país , y tremenda DECEPCIÓN !!!!!!!
Alas mafias del narco delincuente, profugo y sentenciado por la justicia, no les conviene que se instalen los scaner de alta tecnologia para detectar los alijos que siempre enviaron y controlaron en la decada saqueada, hay que recordar el caso narco valija entre otros, ahora estamos invadidos por mafiosos ligados a los que defienden la antipatria, el secariato y crimen organizado se han tomado a nuestro pobre y sufrido Ecuador, hasta cuando HP.
En la banda UNES es de esperar que peguen el grito al cielo, cuando escuchan que EEUU está ayudando con implementar los scaners en los puertos del Ecuador..Se les cae el negocio! Ya mismo rebusna la Cabezas que están atentando contra la soberanía..Patético!
Si es verdad y se comprueba que en las aduanas hay serios indicios de corrupción y contaminación con la maldita droga, el gobierno debe actuar y limpiar las aduanas. No podemos seguir siendo noticia en el mundo por el grado de putrefacción que existe en esa entidad pública. Cortamos de raíz este cáncer o seguirán asesinando en las calles a nuestro pueblo.