No se entiende: Leonidas Iza escribió, con otros dos autores, un libro de 344 páginas titulado Estallido. Quien lo lea encontrará que no es un insulto decir que Iza, presidente de la Conaie, es un revolucionario profesional chapado a la antigua. Revolucionario estilo revolución bolchevique de esos que trotan en las páginas de John Reed.
En su libro, se ve su aversión por la “democracia burguesa” y la “izquierda institucional”. También por las “mesas de concertación” y el “diálogo nacional”. Con una sinceridad que se agradece afirma que quiere acabar el capitalismo e instalar el comunismo indoamericano. De hecho habla de Octubre-2019 como una rebelión “que puso de manifiesto una de las condiciones para la crisis de hegemonía: que los subordinados tomasen conciencia de su condición y estuvieran en disposición de enfrentarla”. Lo primero dice que se cumplió. Lo segundo, no. Y todo lo que hace Iza -todo sin excepción- es pensando en ese objetivo.
Decir esto es ser fiel al espíritu, la convicción y el texto que Iza firmó. Extraña, entonces, la actitud de Francisco Jiménez, ministro de Gobierno. ¿Leyó el libro? ¿Conoce la reflexión que hay en Estallido sobre Octubre-2019 y el desarrollo evidente de esa estrategia en junio-2022? ¿Conoce lo que allí se dice sobre la Guardia indígena y el mandato, para ese ejército, que firmó Iza y otros presidentes de nacionalidades y comunidades el pasado 11 de septiembre?
Quizá convendría que el ministro de Gobierno lea la página 228 en la cual se dice que el “accionar (de esa guardia) resultó limitado. Y quizás en adelante, raye en la irresponsabilidad de las dirigencias populares no prever mecanismos más claros de autodefensa cuando la brutalidad de las fuerzas represivas actúe contra el pueblo trabajador (…)”. Es el anuncio de una fuerza de choque, destinada a enfrentar a las fuerzas del orden.
Aquí el Mandato sobre la Guardia Indígena-
Jiménez no tiene claro el espacio en el que se mueve su interlocutor. Tampoco sus objetivos. No se trata de ser macartista; se trata de saber quién es quién en el escenario político. Y si Jiménez supiera quién es Leonidas Iza tendría otra estrategia, otra línea de comunicación sobre lo que ocurre en las mesas de diálogo que -si lee el libro- verá que a Iza lo tienen sin cuidado. Él usa las bases, usa las mesas y puede tener tantas plataformas de reivindicaciones como se antoje. Total, ni cree en las reformas ni le interesan.
Si Jiménez hubiera leído el libro de Leonidas Iza no estaría invitando a la Fiscalía General y a las instituciones de Justicia a caer en la trampa que, con sobrado interés, les está tendiendo el presidente de la Conaie. ¿Acaso no se entiende que el único escenario que Iza y sus amigos temen es ir presos por los delitos reiterados que cometen?
Lo saben, y tanto lo temen, que ya convencieron al ministro Jiménez para que exhorte a la Fiscalía y a la Justicia para que se sienten en la mesa de Seguridad. ¿Qué harían la Fiscal, o sus delegados, y los otros responsables de la Justicia, o sus delegados, en una mesa interesada, primordialmente, en desvanecer los delitos organizados y cometidos, en esos 18 días, por sus contertulios?
¿Otra concesión hecha por Jiménez en aras de la paz? Eso dirá porque es lo que dice. Pero lo dice precisamente porque no sabe que Iza no cree en esos pactos. Los usa. Él avanza, como quien sube una escalera. Peldaño por peldaño. Eso dicen los manuales de Lenín (interpretados por Mariátegui) para tomar el poder. Combinando las formas de lucha y encontrando ingenuos, que creen anotarse victorias pírricas sin darse cuenta de que son utilizados por revolucionarios enfocados en su tarea.
Hay un problema estratégico en el manejo político de este gobierno: un voluntarismo chato que no se compadece con la talla de los interlocutores que tiene enfrente: Correa, Iza y Nebot y sus entronques. Y Jiménez cree comprar tiempo y estabilidad cuando todo lo que ocurre (y muchas cosas ocurren por voluntad de Correa, Iza y Nebot) prueba lo contrario. No es estabilidad ni paz lo que ha logrado Jiménez a la cabeza de la política: es ceder terreno a sus interlocutores que son también enemigos, por acción u omisión, de la democracia.
Foto: Presidencia de la República.
Jiménez es impresentable
Ya es hora que la fiscal Diana Salazar actúe y procese por todos los delitos cometidos a Iza y sus secuaces. Si esto no ocurre, pronto habrá otra revuelta, que será peor que las 2 anteriores y seguirán quedando en la impunidad todos estos delincuentes disfrazados de dirigentes.
Ya basta de tener un gobierno blandengue y torpe que lo único que le interesa es seguir en el poder sin importarle el pueblo que lo eligió. Parecería que completar su periodo a como de lugar es su mayor objetivo.
Pregunta: Alguna vez el Sr. Iza hizo o dijo algo en tiempos de Correa ?
Jiménez no es ninguno ingenuo y todo su accionar está enfocado para que su patrón Correa y secuaces se beneficien de todo este bien planeado accionar de Iza para evitar ser juzgado por los atentados terroristas del 2019 y del 2022.
Jiménez, y todo mundo lo sabe, trabajo con Correa en la época en que ese sátrapa criminal manipulo a todo el país permitiendo que todos los lobos disfrazados de borregos roben a diestra y siniestra, que logro que se enfrenten ecuatorianos contra ecuatorianos, que vapuleo y humillo a los dirigentes y pueblos indígenas y los cuales ahora son manipulados por Iza para conseguir sus protervos objetivos de destrucción y de ungirse como el Inca poderoso que podrá sacrificar a los mestizos, a los blancos y a los negros de este país que no se arrodillen ante él. Jimenez e Iza trabajan juntos para destruir al Ecuador.
Todos quienes creemos en la democracia como el mejor sistema de gobierno (o el menos malo, como se quiera calificarlo), estamos obligados a leer el libro Estallido de Iza y los escribidores. Allí está diáfanamente expresado su pensamiento comunista indoamericano y la decisión de llegar a establecerlo en Ecuador usando métodos violentos, como los empleados en octubre de 2019 y junio de 2022. Lasso debería ser el primero en leerlo y luego declararlo de lectura obligatoria para sus ministros y secretarios de igual nivel. Si luego de ello continúan actuando con la ingenuidad que lo hace el ministro de Gobierno, está obligado a separarlos, para supervivencia de la nación.
Licenciado Hernandez , es totalmente acertado su analisis; a la banda de maleantes lo unico que le intereza es tomarse el poder a como sea y el gobierno en su simpleza, ingenuidad o falta de decision, no actua, ni usa el poder del estado que tiene , para desbordar a la banda, hacerles a un lado y fortalecer la democracioa en nuetro pais ,que es la libertad prosperidad y seguridad .
Fiscalía e instituciones de justicia deberían involucrarse, pero para emitir ordenes de captura contra tanto terrorista disfrazado de dirigente indígena y gremial.
Me parece importante recalcar lo expresado por Estuardo Melo en sus comentarios y entender en pocas palabras los expresado”Una estrategia para engañar a bobos que juegan con ministros y asesores con la amenaza de volver a las calles, destruir, incendiar y quedar impunes. El último atrevimiento es pedir la concurrencia de la fiscalía para acordar la impunidad de los instigadores. El gobierno capitula en los acuerdos con los indios, tratando de comprar tranquilidad en las calles, frente a la instigación financiada por Correa. Esos acuerdos son forjados en las mesas de diálogo entre el gobierno de Lasso y los indígenas. El resto de los ecuatorianos ha quedado fuera, pero es el que en último término, paga los platos rotos del desencaje económico y la parálisis económica sin culpables. El referendo debió ser quien decida con los votos, si esos acuerdos con los indios son o no válidos”
Y lo grave es que el gobierno se vanaglorian de ser un ejemplo para América de su diálogo con el “sector indígena”. El único contento es el gobierno y el Iza sigue bravo con sus amenazas a pesar de que ya va recibiendo lo que pide: condonaciones de deudas, préstamos (que luego serán condonaciones), subsidios, gasolinas casi gratis, (y que ellos van a dar certificados de ser agricultor para los subsidios, quéspues) y concesiones de mayor gravedad como “Guardia indígena de “autodefensa”, “ley indígena”, derecho de “autodeterminación” ( por su propio presupuesto?) de los pueblos indígenas, etc. Es decir, están legislando para otro país? ¿Dónde estará ese otro país? El país Ecuador, entiendo, es uno solo y por tanto, todos sus ciudadanos, entreverados,: blancos, medio blancos (1/4, 3/4, etc.), indios, medio indios, negros, medio negros, amarillos, etc., debemos someternos a un único ordenamiento jurídico, sin diferencias y hacer uso de sus bienes sin sacar tajadas extras; (ya tienen alcaldes, prefectos, asambleístas, etc.; quieren irse a “su nacionalidad”?); caso contrario, pronto seremos muchos países en completo relajo, por ver quién lleva más. Podemos empezar por poner “guardias de autodefensa” en cada barrio. Luego: ¡El que ronca mama, sí señor!
¡Ya es hora de que seamos un país en serio!
No hay razon alguna para que La Fiscalia y la Justicia sean obligadas a escuchar las demandas de un terrorista, quien solo buscara impunidad para sus esbirros y asi poder seguir destruyendo la paz, la democracia y el pais entero. No, el comunista terrorista de Iza no negocia, el ordena. Tanto Iza como sus violentos seguidores deben ir a la carcel y pagar por todo el dano causado en sus manifestaciones, que de pacificas nunca tuvieron un apice. Ya basta de darles inmunidad a los enemigos de la patria, solo porque lleven poncho y se digan ser indigenas. La justicia es para todos y si ahora no la hacemos respetar, dentro de poco Ecuador sera tierra de nadie.
Mucha piola le dan a este impresentable de Iza. Si tuvieramos un gobierno bien puesto los pantalones, este antisocial debería estar en la cárcel pagando su mezquino proceder. El ánimo social, en crisis: se afianzan el malestar y el descrédito de la política económica y social del gobierno tras los desacuerdos con los indígenas y la asamblea. La sociedad se encuentra atravesada por una sensación de desasosiego y malestar.
Lamentable la ingenuidad infantil del ministro. Este gobierno nos va a costar muy caro, porque compromete el futuro que tampoco le importa por su visión corto-placista (cuatro años). Iza es solamente un parlante. El Gobierno cayó en un terrible engaño con esos diez puntos con los que se decidió a armar las mesas de negociaciones y los curas ayudaron para que se abran como una diáspora de temas y exigencias. Las diez exigencias solamente existen para cubrir de razones el plan de des-estabilización del correísmo. Todas las trabas, actitudes y declaraciones en las mesas, son realmente perpetradas por Pablo Dávalos, el ideólogo de la anti-economía y por Carlos de la Torre, el asesor del Obispo. Una estrategia para engañar a bobos que juegan con ministros y asesores con la amenaza de volver a las calles, destruir, incendiar y quedar impunes. El último atrevimiento es pedir la concurrencia de la fiscalía para acordar la impunidad de los instigadores. El gobierno capitula en los acuerdos con los indios, tratando de comprar tranquilidad en las calles, frente a la instigación financiada por Correa. Esos acuerdos son forjados en las mesas de diálogo entre el gobierno de Lasso y los indígenas. El resto de los ecuatorianos ha quedado fuera, pero es el que en último término, paga los platos rotos del desencaje económico y la parálisis económica sin culpables. El referendo debió ser quien decida con los votos, si esos acuerdos con los indios son o no válidos.
Jamás deberían estar la Fiscalía y la Justicia en la mesa de diálogo de Iza, ya que éste pretende que todos los insurrectos procesados queden libre de culpa. La Fiscalía y la Justicia solo deben aplicar bien las leyes vigentes y condenar a los culpables, cualquiera que sea la raza o color del acusado.