El presidente Guillermo Lasso inauguró ayer una nueva estrategia de comunicación: la Escuela Superior de Policía, donde fue asesinada María Belén Bernal, será demolida tras las pericias judiciales. Y allí serán construidas “nuevas habitaciones con enfoque de género”.
Por supuesto, ese anuncio puede ser leído en dos planos. Primero, como un ritual de expiación y de purificación. Y, luego, como la prueba de esa ausencia de distanciamiento -de la que habló el lingüista Bernard Lamizet- entre lo real, lo simbólico y lo imaginario. Y que en el caso del gobierno del presidente Lasso es señal inequívoca de su imposibilidad de conectarse con una sociedad desperdigada y confrontada a poderosos factores disolventes.
Demoler un edificio es un gesto que va más allá de las palabras. Es una acción extrema. Un acto simbólico, de valor simbólico. Lasso, como chamán improvisado, propone operar una ruptura radical destinada a sanar un acto abominable, desapareciendo el edificio donde ocurrió. No propone renovarlo ni adecuarlo: dijo derrumbarlo. Ofrendarlo como chivo expiatorio destinado a reconciliar el Estado con las generaciones de cadetes que vendrán a la Escuela y de disculpa perdurable con María Belén Bernal. Una limpia exorbitante.
Pero Lasso no es chamán. Ni la sociedad ecuatoriana está acostumbrada a navegar en espacios semióticos o simbólicos. Su gesto, al margen de si es legal, no será aceptado ni por la familia de María Belén, atribulada y afligida como no puede ser de otra manera, y también permeable a la manipulación político. Lasso, queriéndolo o no, quiso competir en el campo de las emociones (en el cual se mueven las redes sociales) y cayó en terreno minado: su rol no es ser chamán; es ser presidente. Y el Estado no reclama estados de alma sino el uso de la razón y el sentido de responsabilidad.
El presidente cayó en la tentación de juntar lo real, lo simbólico y lo imaginario. Y hacer que lo simbólico, convertido en estrategia de persuasión, reemplace el discurso político. Un evento de la realidad -un evento tan execrable como el asesinato de una mujer en una Escuela de Policía- no puede filtrarse en el campo simbólico. Ni como exorcismo. Ni como mensaje. Necesita explicaciones que se obtendrán con el trabajo de los fiscales y los jueces. Esos procedimientos toman su tiempo.
Es claro que el presidente no está intentando bloquear esas investigaciones. Por el contrario. Pero sus gestos -que incluyen botar al director de la Escuela, pedir la disponibilidad de oficiales, sacar al ministro del Interior, Patricio Carrillo, y demoler la Escuela- lucen gobernados por la desesperación de no llegar con sus mensajes a la sociedad. Eso posiblemente explique este salto de la realidad a lo simbólico, en el cual también vuelve a quedar sin piso el imaginario político.
El presidente no se está comunicando con el país. No es un problema de la secretaría de Comunicación: es el resultado de una deplorable estrategia política que hay que endosar, porque así es la política, al propio presidente. Y que ilustran a la perfección dos personajes, en particular, de su gobierno: el Secretario de la Administración y el Ministro de Gobierno. El primero tiene que ver con los problemas de gestión. El segundo encarna la desconexión política de fondo y de forma con la opinión y que tiene que ver con el perfil de Francisco Jiménez: escurridizo, inasible, con una retórica hueca para la galería y movidas políticas paradójicas, cuando no totalmente incoherentes con lo que se cree que es Lasso.
Así el gobierno no tiene discurso político. Tampoco cuenta, en el campo de la racionalidad que es el suyo, con modos de representación, visuales o verbales, que le permitan construir y renovar el imaginario político. Guillermo Lasso, que se reinventó en la segunda vuelta, que oyó y procesó (como republicano) mensajes -incluso contrarios a su forma de pensar- en los primeros meses de su gobierno, se encalló. No procesa las críticas; quita de su camino a quien las haga. Se aísla.
En ese vacío, en el cual hay carencia de iniciativa política, el presidente de la República y su equipo están condenados a reaccionar. Y es lo que han hecho sin remedio, navegando al ritmo de troles, golpistas y mercenarios de todo pelambre. Eso ha llevado a Lasso a sobrerreaccionar en el caso del asesinato de María Belén. Y a creerse chamán en vez de presidente.
Foto: Presidencia de la República
Que pena como se deja ver el Presidente cree que con demoler un edificio va a cambiar la forma de actuar de ciertos policías. Lo peor de todo que tenemos un gobierno de dice si a todo lo que demanda el terrorista IZA , pobre mi Quito ya mismo tenemos otro paro indígena
El presidente tiene que actuar como un Jefe de estado y de gobierno y no dejarse llevar por las reacciones emocionales ; el pais , la ciudadania pide cada dia democracia : libertad, prospredad y seguridad y el gobierno tiene que centrarse en actuar y lograr esta libertad prosperidad y seguridad que busca cada dia el pueblo . Hay que tener presente, que la banda de maleantes cada dia esta actuando , con el unico proposito de tomarse el poder y acabar con la patria , entonces la conciencia politica ciudadana tiene que actuar y requiere de cuatro pasos : un diagnostico , un remedio , el restablecimiento de la patria y la vitalidad del pais ,hay que avanzar ya al siguiente paso , el remedio , que hacer; y hay una gran cantidad de ciudadanos que saben que hay que actuar, avanzar en la conciencia politica ,
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Una tontería lo de demoler el edificio, pero ya estamos curados del espanto con todas las estupideces y babosadas de los robolucionarios. Creo que ya es hora de dejar que la justicia haga su trabajo y dejar de manosear y usar tan trágico suceso con diversos fines, aplica para “todes”. Si Lasso quiere recuperar algo de la confianza de sus votantes, que empiece con un plan de mantenimiento y construcción de infraestructura (con énfasis en carreteras y hospitales) , que antes de fin de año ya no haya ningún problema de abastecimiento de medicamentos en los hospitales, ultimátum al director del registro civil y otras entidades para que mejoren el servicio sino chao! Entregar canastas con alimentos a familias vulnerables y en comunidades indígenas para combatir la desnutrición infantil con el respectivo control médico mensual, dar incentivos y facilidades para la compra de autos, buses y bicicletas eléctricas, crear un programa de lucha contra la violencia doméstica y de género, capacitar a la policía, ofrecer consulta legal y acompañamiento psicológico gratuito a las víctimas, crear guarderías, programa gratuito para tratar enfermedades mentales (hay muchos casos de depresión y otros trastornos) además de eso deshacerse de Jiménez, varios de sus ineptos asesores y darle una patada en el orto al terrorIza miserable. Que haga eso, se pare duro y puede que tenga un segundo aire.
Y como el Shaman esta hecho nudo, no me admiraría que viaje a la China con el pretexto de pedir ayuda para que den construyendo otro edificio (sin estudios) pero con sobreprecio y un buen porcentaje de fisuras.
El derrocar un edificio por que algún mal nacido cometió allí un crimen no es motivo para destruir, le recomiendo vea la fotografía que acompaña al artículo de esta columna:
“El país no cambiará a punta de likes” da vergüenza que hermanos Ecuatorianos vivan en tanta pobreza, típica de un país de “quinto mundo”, ese derroche que se le a ocurrido sería otra bofetada a los mas pobres.
Sr Lasso, es hora de que ya parqueé los aviones y se quede en casa gobernando, enfréntele al toro por los cuernos y no se escape cada vez que se presentan problemas. Con su forma de actuar Ud esta tendiendo la alfombra roja para los delincuentes correistas y los cretinos que le siguen a Iza.
Un desatino más. Como un padre mal criador que consiente y concede todo al mimado de su hijo, va minando su autoridad. Sino véanlo cediendo todo lo que le pidan los indígenas terroristas que incendiaron el país. Hoy, a los que hay que concederles es a esos “cretinos digitales” de Michel Desmurget que ponen el grito al cielo por lo ocurrido. Es horrendo el femicidio este, pero, ¿hay que hacer leña de un árbol herido? Exijamos justicia, pero no debilitemos a una institución que mal o bien nos defiende de los delincuentes.
Es increíble tanta estupidez en un solo cerebro…. quiero pensar que votar por Lasso fue mejor que votar por Arauz… pero las idioteces son el pan de cada día, la verdad es que no da una, entre tanto palo de ciego…. demoler un edificio para construir otro con enfoque de género????? en qué cabeza cabe tanto desperdicio? no es cuestión de edificios por Dios, es cuestión de cultura, es cuestión de educación, es cuestión de control de tanto libertinaje en una institución que debía formar policías y no convertir sus instalaciones en burdel… es cuestión de cambio de mentalidad porque la violencia de género no está en el edificio… está en las cabezas cuadradas de muchos ciudadanos policías incluidos!
Está en que la Institución reoriente su estructura y su funcionamiento porque la unidad de mando, la jerarquía, la obediencia no son sinónimos de CEGUERA, SUMISIÓN, ENCUBRIMIENTO o COMPLICIDAD… es cuestión e aprender a distinguir el bien del mal y saber obrar correctamente incluso sobre la jerarquía y que esa actuación correcta no sea un argumento para retaliaciones, castigos y hasta expulsiones de la institución… ha sido una práctica corriente que la jerarquía prima sobre cualquier otra situación… eso es lo que hay que cambiar… porque la jerarquía no necesariamente significa bien obrar, por el contrario, al parecer solo significa impunidad y abuso de todo tipo.
En este país macondiano lo inverosímil es real, creo que el presidente debe ahorrarnos gastos en dinamita o maquinaria pesada para derrocar ese instituto, como el fuego todo lo purifica, debería quemarlo y para ello debe contar con profesionales en la materia: Leonidas Iza y su combo ellos son expertos en incendiar edificios, luego danzar en medio de las llamas en un acto de reconciliación y purificación. Cuando todo esté en cenizas debe llevarlo del brazo a carondelet para darle las llaves de ese palacio y entregarle la banda presidencial, creo que Iza se lo merece, ha demostrado hasta la saciedad que estos momentos es el hombre más fuerte del país.
Continuará…..
¿Derrumbar un edificio de cuatro pisos solo por “limpiarse” de la macumba y espíritus chocarreros? Con esa platita, que tanta falta nos hace, podría construirse otro edificio, moderno, para que sea ocupado por los estudiantes aspirantes a ser oficiales. Nada más separarlos con un gran muro que impida el paso de los de un área a la otra (o modificar Leyes y reglamentos). Para sacudirse del “complejo de culpa”, independícese de Tick Tock, no lea a sus “fans” de redes sociales, (que él no será quién le puso las charreteras a ese monstruo ni es culpa del Estado parirlos), y despréndase de los “paquetes” que dicen que le asesoran…y escuche a los bien intencionados. Entonces desaparecerán las tarascas.
Y, las nuevas habitaciones con “enfoque de género” que serán construidas en el próximamente demolido edificio de la policía, dado que nos sobra la plata, serán de color ROSA?
No es una pregunta impertinente. Es que la propuesta es tan burda y Lasso la formuló con la firmeza con la que quisiéramos verle actuar en otros temas, que tengo que hacerla.
Y ya que estamos, sólo habrá baños para mujeres?
De aquí hasta el último día de mi vida voy a votar nulo.
Una locura lo de tumbar un edificio y hacer otro,eso no es shamaneria, eso es falta de sentido común en un país sobre endeudado y donde hay millones de pobres. Es súper caro demoler y construir otra ves, a mi personalmente me hubiera encantado que el costo de destruir y construir/ un platal/ se traslade al hijo y a la madre de María Belen. Sr Presidente, NO SEA MALITO déjese de shamandejadas.
Muchos politicos han caido en lo que se podria llamar “sindrome de Adan” o adanismo. Desgraciadamente Lasso ha caido en eso en lo que tambien cayeron Joe Biden con “Build Back Better” y el Foro Economico Mundial con el “Big Reset”. Querer comenzar de nuevo en estos tiempos de recesion economica mundial y falta de recursos de todo orden y sobre todo como en el caso de Lasso en una obra inutil es totalmente descabellado. NO SEÑOR LASSO; LA CALENTURA NO ESTA EN LAS SABANAS.
con todo esto que esta sucediendo, nada se ha dicho con respecto al juicio que le seguian a Leonidas Iza y quedo libre de culpa. Pobre pueblo Quiteño que no se levanta ante tantas injusticias
Chamán : Hombre que en algunas culturas hace predicciones, invoca a los espíritus y ejerce prácticas curativas utilizando poderes ocultos y productos naturales; también suele aconsejar y orientar a las personas que acuden a consultarle. Será que Don Guillermo es chamán? Yo pienso que a nuestro presidente le está cogiendo el alzhéimer porque empieza a hacer pendejadas. Le sugiero salga a trotar alrededor de Carondelet con un grupo de oficiales de la policía pero que no sean como el que sabemos.
Que lástima que nuestro presidente caiga en estas novelerías d e las que se aprovechan sus enemigos políticos para ponerle cascaritas y sea reemplazado….
Correa utilizaba groseramente lo simbólico: ceremonia indígena en Zambahua, posesión en la mitad del mundo, camisa con adornitos, asamblea constituyente en el lugar natal de Eloy Alfaro, sabatinas en rincones remotos del Ecuador, los permanentes ataques a los banqueros, el asilo a Julian Assange, etc. Lo hacía con naturalidad. Pero nada de eso era improvisado, sino que era planeado y ejecutado con un grupo de expertos comunicadores, y formaba parte fundamental de la estrategia política del gobierno.
Para los ecuatorianos pensantes, esas acciones populistas eran un insulto a la inteligencia. Pero funcionaban con mucha efectividad para convencer a las masas ingenuas. Así, Correa se mantuvo en el poder durante una década.
Lasso no tiene dotes de comunicador. No tiene carisma para ir a reunirse con nadie fuera de su zona de confort. Alguna vez se puso zapatitos rojos porque algún asesor le dijo. Y su reciente exabrupto en la Escuela de Policía causa más rechazo al gobierno.
Derrumbar Carondelet no hará de este un buen gobierno.