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Lasso es víctima de su cordón umbilical

lectura de 5 minutos

Segunda entrega de una serie en la cual la ficción política (lo que pudo ser o hacer Lasso) se codea con la realidad (lo que no hará Lasso porque él cree que como están él y su gobierno, están bien).

Es imposible que el presidente no sepa que la gestión ocupa un lugar central en las críticas contra su gobierno. Por carencia. O por deficiencia. Hay baja ejecución presupuestaria e incapacidad de aportar soluciones a problemas cuyo diagnóstico se reitera. Ejemplos: el desabastecimiento de medicamentos en los hospitales, las cédulas y los pasaportes.

¿De quién depende la gestión? De los ministros y altos funcionarios. ¿Quién es su jefe? El Secretario de la Administración. ¿Quién es? Iván Correa. Un amigo personal del presidente. Una persona con quien ha trabajado en su banco. Pregunta: ¿tiene experiencia Iván Correa en el manejo de la administración gubernamental? ¿Maneja algún programa de formulación, desarrollo, seguimiento y evaluación de gestión pública? No que se sepa.

Entonces, ¿cuáles son los parámetros de cumplimiento que comparten los colaboradores del presidente? ¿Quién los fija, dónde están publicados y qué tareas y plazos tienen? ¿Quién les hace seguimiento? En definitiva, ¿cómo se mide la eficiencia del equipo del Ejecutivo? Eficiencia plasmada en resultados de política pública, por supuesto, y no en capacidades de ilusionismo para caerle bien al presidente.

No, no se ve una gestión fluida y contemporánea por parte de Iván Correa. No hay, que se sepa, gabinetes, sectoriales o ampliados, en los cuales se toman decisiones y se dan conocer a la opinión. No hay, que se sepa, reuniones con los ministros de cada área para auditar su trabajo. ¿Y en qué país el Presidente y su Secretario de la Administración no se sientan, por ejemplo, con el ministro de obras públicas para que, mapa sobre la mesa, muestre cómo avanza su trabajo?

Por casualidad, ¿alguien anota los compromisos que el presidente contrae en sus viajes por el país? ¿Alguien les hace seguimiento? La respuesta es no. De lo contrario, no se vería tanto reclamo en redes a propósito de su palabra empeñada y no cumplida.

En cualquier gobierno, el déficit en gestión acarrearía un cambio de Secretario de la Administración. Eso que es lógico, aquí no. En la realidad, el presidente Lasso seguirá con Iván Correa. Apoyándose en él porque el presidente carece de esa dimensión política que lo incitaría a apostar por una renovación. En el fondo, Lasso no concibe otra forma de gestión que aquella que le ofrece, en el estilo que se acostumbró en el banco, su amigo Correa. Y, además, cree que como están las cosas, están bien.

Él no es solo su administrador. Es su filtro. El hombre que lo conoce. Que sabe qué cómo toma decisiones, cómo le gustan las reuniones, cómo maneja las contradicciones… En definitiva, qué hace y qué no hace en sus horas de trabajo. En ese sentido, Lasso es un conservador absoluto que trasladó su estilo de trabajo del banco a la Presidencia. Y también llevó a sus colaboradores. Eso tiene ventajas (los conoce, confía en ellos) y sus perjuicios. El principal: el presidente está en la imposibilidad absoluta de efectuar una auditoría objetiva sobre las cualidades y defectos de sus más cercanos colaboradores; especialmente aquellos con los que ha trabajado en Guayaquil durante años. Y en particular, Iván Correa.

Él es, incuestionablemente, el funcionario con mayor poder después del presidente. Y lo que le falta de empatía le sobra de impenetrabilidad. Eso definitivamente pesa y agrava el perfil de un gobierno que, a pesar de los esfuerzos de Lasso (y su esposa que siempre lo acompaña), se siente distante y frío.

No obstante, volviendo a la realidad, en Carondelet están convencidos de hacer una excelente gestión. El presidente anunció cifras encomiables, a su parecer, en la entrevista con Rafael Cuesta. Y volverá sin duda a hacerlo en una entrevista este miércoles con Carlos Vera.

Con otro equipo, quizá, Lasso sería impelido a cambiar. Pero eso, ya se dijo, es pura ficción. En su entorno más cercano no se habla de mala gestión. Y esa es la realidad.

Mañana: Tercera entrega de una serie en la cual la ficción política (lo que pudo ser o hacer Lasso) se codea con la realidad (lo que no hará Lasso porque él cree que como están él y su gobierno, están bien).

Foto: Presidencia de la República. 

7 Comments

  1. Definitivamente , si estos Srs piensan y creen que el Gobierno está haciendo una buena gestión , son ciegos totales , que viven engañados y engañan , parece es fácil hacerlo , al Presidente . Pobre país y tremenda DECEPCIÓN !!!!!!!

  2. Ningún Ivan Correa, acá el que tiene que tener claridad de administración pública o al menos algo de planificación , estadística , criterio al menos, es el presidente Guillermo Lasso . No existe nada de seguimiento y evaluación de sus equipos cercanos, todo es a la bartola . Por eso es que estamos como estamos , y lo más preocupante de todo la inseguridad que es invivible, asaltos todos los días , muertes todas las semanas . En verdad el país ya no da más. Lastima por todos los ecuatorianos la cagaron al elegir alguien que no dio la talla y creo que ahora si deberíamos exigir que para sentarse en Carondelet deba como mínimo tener un título de 3er Nivel , al menos tener una maestría y lo óptimo sería un Doctorado.

  3. Lasso es víctima de su cordón umbilical.
    Veamos: será soberbio el presidente Lasso?. Creo que sí; por sus actos los conoceréis, caso contrario hace rato tenía que mandar a sus casas a sus ministros y asesores que son buenas personas en lo personal pero pésimos como administradores del Estado.Las pruebas de detección de un niño enfermo en gestación son una combinación de exámenes que se realizan entre las primeras semanas del embarazo. Se utilizan para identificar ciertos defectos de nacimiento en el corazón del bebé o alteraciones, como el síndrome de Down. El diagnóstico del pueblo ecuatoriano es lapidario : el gobierno de Don Guillo nació con fallas de nacimiento y peor cuando consulta a un galeno equivocado como es Rafico, que está más enfermo que los que se meten un “perico”. Don Guillermo, todavía tiene tiempo para rectificar.

  4. Ivan Correa el hombre con mas poder despues del Presidente? Intersante. Hoy me entero. Pues parece que bajaron tanto la vara de medicion del poder de gestion que, con el perdon del Sr. Lasso, nos estan debiendo demasiado. Sr. Lasso, usted aun cuenta con mi apoyo, pero eso no quita que nos queda debiendo mucho. Rodeese de funcionarios mas activos, mas autoexigentes, mas adecuados para cumplir con obras que tanta falta nos hacen y que usted ofrece (pero no se ven). Es inadmisible hablar de presupuestos no ejecutados. Eso no puede estar pasando.

  5. Ha sido un cúmulo de errores los que han llevado al gobierno a acertar en sus decisiones. Cuando iniciaba el mandato, dijo que bastaría una hora para decidir las políticas y actos de gobierno inmediatas; También tuvo el propósito de encerrarse con sus ministros para delinear las primeras acciones, pero no se reunió; tuvo el enorme desacierto de de conformar el “Pacto de gobernabilidad” del que la crítica lo salvó. Parecería que de ese pacto quedó en firme el nombramiento de correístas, (quinta-columnistas) en su gobierno. Su primer año logró acertar en la organización para erradicar el Covid, con la campaña de vacunación, que costó cerca de mil millones de dólares, junto a un Vicepresidente mal nombrado que ahora es una figura decorativa. Su segundo año inicia con el levantamiento indígena de junio, que es causa del cambio en las cifras económicas, que venían mejorando. Todo el avaance económico se vino al traste con las concesiones hechas en las mesas de diálogo, a espaldas de los verdaderos actores de la economía (productores y consumidores) que pagan los impuestos. Con las mesas en acción, el gobierno demostró debilidad política y susceptibilidad de ser engañando. Además lidiando con el insistido plan de des-estabilización del correísmo que cada seis meses pone en práctica un intento diferente. Para mayor complicación, el avance del narco-tráfico en puertos y fronteras, con la incapacidad adicional de evitar las periódicas masacres entre pandillas y el asesinato selectivo en las calles. Administrar un País con tanto problema real y en total desajuste económico por falta de liquidez y deuda impagable, va a resultar imposible para Guillermo Lasso. Obtener algún éxito en aquello que si pudo estar preparado: Administrar la crisis económica. No tuvo quién le ayude a consolidar su propósito.

  6. Lo único que queda claro es que el votar por Lasso para librarnos del Correismo en cualquiera de sus formas, nos resultó un fiasco.

    Votamos por él pues la alternativa era espantosa y resulta que ha sido el propio Lasso el que nos terminó entregando, no solo a Correa y sus Boys & Girls, sino a Don Leonidas y su Infantería.

    Que Lasso administra el país como si administrara su banco? Eso es terrible en todo sentido. Un país no es una empresa privada. Un país no se administra, se gobierna y para ello se requiere un equipo experimentado en el arte de la política. No un Think Tank de inexpertos . Lamentablemente, muchos de ellos muy presumidos. Un verdadero líder se rodea de gente con mayores capacidades que el mismo. No con amateurs. Así no se gobierna una nación.

    Y, lo peor? La exageración en los supuestos logros! A quien creen que engañan?

  7. Aterrador y de Ripley; el Estado como si fuera una tienda de abarrotes, sometido a la vacuna impuesta por una minoría de revoltosos incendiarios, impunes bajo la tutela de sus panas innombrables.
    Adiós inversión extranjera y nacional, viva el adoctrinamiento perverso en la Educación intercultural; solo se ve tinieblas y demonios.
    La Política convertida en una Empresa perversa y mafiosa.
    El pueblo “feliz”, vacunado y con todos los refuerzos.
    Mientras miles de jóvenes y migrantes dejan la comarca en la que ya no pueden ni siquiera sobrevivir, en una apocalíptica diáspora de angustia y desesperanza.

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