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Inseguridad: el gobierno desarma a la oposición

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De temibles y amenazantes fieras a mansas palomas: esa fue la transformación operada por los asambleístas del feriado a la sesión de hoy en la Asamblea. La bancadas correísta que había inundado las redes con exhortos y proclamas al límite del histerismo para que se destituya al Presidente, acusándolo por la crisis de inseguridad, hoy parecía haberlo olvidado todo, de no ser por uno que otro reproche de un par de asambleístas a sus colegas por no insistir en el tema. En Pachakutik, asambleístas que parecieron entusiasmarse con la idea de la muerte cruzada, hoy saturaron la sesión con alternativas al Gobierno para que pueda combatir al crimen y declaraciones de admiración y solidaridad con la Policía a la que no hace mucho, a propósito de la muerte de María Belén Bernal, habían acusado de todas las plagas de Egipto.

La sesión arrancó en la mañana y se prolongó hasta iniciada la noche. Parecía que todos querían hablar y que cada uno de los asambleístas tenía la mejor idea para arreglar la crisis de seguridad y los mejores diagnósticos de la situación. Unos echaban la culpa a la pobreza, otros a la inequidad, varios al narcotráfico y muchos menos de lo que se esperaba apuntaron el dedo acusador al gobierno de Guillermo Lasso: es evidente, que la conmoción que hubo durante la semana pasada y la reacción del Gobierno los desarmó.

Al final, se aprobó una moción que, si se considera lo que se dijo los días previos, más parecía un armisticio: 17 puntos en los que no se habla de juicios políticos ni se menciona la muerte cruzada y que, en el tercer punto, da un voto de respaldo al Gobierno. Sí, de las amenazas que hubo durante días, a respaldar al Gobierno y a la Policía. “Respaldar las acciones realizadas por el Gobierno Nacional orientadas a retomar el control de los centros de privación de libertad desde donde se ha venido gestando la violencia contra el pueblo ecuatoriano, sin dejar de cuestionar la desidia, la falta de estrategia, de inversión y de acciones concretas y eficaces para enfrentar la crítica situación de inseguridad que enfrenta el país”.

La resolución recoge tres temas de los que la oposición no habló luego de la ola terrorista y por los cuales fue criticada: se condena la violencia de los grupos criminales, se expresa solidaridad con las víctimas y se habla bien de la Policía y de las FFAA.

Resolución de la Asamblea

El tono en la sesión fue el de quien trata de lavarse la cara porque siente que le están mirando con ojo inquisidor. Había que ver la cantidad de asambleístas (intervinieron 53) que hicieron la lista de leyes y acciones que, juraron, han votado para fortalecer la seguridad y aquellas recomendaciones elaboradas en tal o cual comisión y que se lamentan que el Gobierno no ha escuchado. El tufito a culpa era inocultable. Hasta Pierina Correa aseguró que no es cierto que durante el feriado los asambleísta se hubieran desentendido del tema. Y dijo que Virgilio Saquicela, al asistir a la reunión del Consejo de Seguridad del Estado, estaba representando a los legisladores.

El ejemplo más patético del tono de yo-no-fui fue el del Partido Social Cristiano. Una hora antes de que inicie la sesión, el jefe de bancada de ese partido, Esteban Torres, salió a decir en rueda de prensa que poner en consideración la muerte cruzada o la destitución del Presidente “cuando el país está sufriendo la inseguridad rampante en las calles, es una irresponsabilidad y nosotros no actuamos de forma irresponsable”. Torres, fue más que evidente, no quería que arranque la sesión sin sacarse de encima el Sambenito que se convirtió para su bancada el comunicado emitido por la directiva del PSC en el que se decía que iban a estudiar la posibilidad de la muerte cruzada y de la destitución si alguien llegaba a plantearlo. Los socialcristianos, en resumen, actuaron como el Pepito del chiste que rompió una ventana de la escuela con un pelotazo y cuando la maestra preguntó quién descubrió América, se levantó y dijo: “!Yo no fui señorita, le juro que yo no fui¡”.

Lo ocurrido en la Asamblea dejó flotando en el ambiente la idea de que el tema de la violencia criminal ha producido, al menos hoy, una ruptura en la dinámica política de la oposición con el Gobierno. El asambleísta Latin King, Ronny Aleaga, que se había abanderado del tema de la muerte cruzada, ni siquiera tomó la palabra y su compañera Fernanda Astudillo, una de las correístas más agresivas que se había adherido a su iniciativa el fin de semana, en lugar de muerte cruzada o destitución, apenas si habló de la posibilidad de que Lasso renuncie si es que no se siente capaz de frenar al crimen organizado.
La feroz hoguera que anunciaron algunas bancadas para hoy, terminó siendo una suave brisa de verano.

Foto: Asamblea Nacional.

22 Comments

  1. Esto es una clara evidencia de los intereses políticos que existen en esta institución, nada mas falso que sus palabras, atacar por la espalda y luego mostrar su doble cara ante los demás, cada uno de nuestros queridos legisladores deberían ser investigados por las acciones que están teniendo, no es raro que solo defiendan los derechos de hasta el misero delincuente y de los que buscan hacer el bien no?, el peso de la ley cae con toda su fuerza sobre quienes han cometido faltas menores y algunos mueren y tenemos que dejar vivir y defender a los que atentan contra las vidas de los demás en todo sentido?

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