¿Cuántos años lleva Ecuador sin vislumbrar una salida? ¿Cuántos años lleva imaginando una sociedad política racional y responsable? ¿Desde hace cuánto añora un acuerdo nacional mínimo para alcanzar metas comunes como país y dejar que el resto se zanje en las urnas?
¿Desde hace cuántas décadas el país sabe que los golpes de Estato no resuelven -agravan- los problemas cotidianos de los ciudadanos y, sin embargo, tolera y paga a sus políticos para que pasen los días complotando? ¿Desde hace cuántas décadas los políticos, suman cargas financieras al Estado -para sobar donde más place a sus clientelas- a sabiendas de que ese Estado está quebrado, como consecuencia de la labor clandestina y corrupta de sus propias mafias?
La última gran ilusión que el país cultivó, en 2006 -producto de una crisis profunda institucional, política y de representatividad- la puso en manos del correísmo. Rafael Correa la desaprovechó durante una década. La usó, no para unir el país, darle viabilidad, emplear con honestidad y visión la bonanza de materias primas: la utilizó para llevar el país hacia un modelo político y económico vetusto y eternizarse -mediante la corrupción y la persecución de sus críticos y opositores- en el poder.
El país sigue estacionado ahí. En una guerra inevitable y desgastante entre ese grupo, que tiene problemas con la justicia y vínculos con el narcotráfico, y otras fuerzas. Unas aliadas del correísmo; otras desperdigadas y sin mayor aliento político. Guillermo Lasso representa a un gobierno democrático y decente, pero débil en extremo. Sin capacidad política para llevar a cabo el remezón que la paralización institucional impone. El resultado es un país bloqueado.
La sociedad sabe que hay 272 movimientos y partidos políticos. Pero no ve ni siente fuerzas políticas alternativas en esta crisis que, al igual que la padecida desde finales de los 90, ha convertido las mayores formaciones (el correísmo, el nebotismo, parte de la Izquierda Democrática, parte de Pachakutik y una enorme caterva de independientes) en simples carroñeros del Estado, del erario y hasta de la esperanza de la sociedad.
Ecuador es un fracaso perfecto. Cada uno sabe qué hacer para que nadie salga de este punto muerto, de esta suma cero. Las instituciones se echan mutuamente la culpa. La Asamblea complota, quiere paralizar al gobierno llamando a sus funcionarios por bagatelas o maquinando juicios políticos para descabezar a los principales ministerios. Los partidos perfeccionan técnicas usadas por piratas y asaltantes.
Los indígenas planifican la caída del gobierno de turno. La empresa privada -salvo excepciones- sobrevive y mira para otro lado. Las universidades viven en sus burbujas. El gobierno -en medio de ese ambiente de locura- compone con su debilidad y, en vez de provocar un sacudón nacional, parece resignado a negociar los días que le faltan. La prensa registra -como notaria- las desgracias. Los analistas hacen diagnósticos y se repiten. Lo que dicen ahora, lo dijeron hace diez, veinte, treinta años…
¿Y la sociedad? Bueno, la sociedad se queja, maldice, observa. Y, mientras se le llena la taza, otorga la razón a Santa Mariana de Jesús: sí, el país parece signado. Hay rasgos sociológicos de parca resignación. De espera casi religiosa hasta que aparezca algún salvador supremo. Por eso quizá el molde caudillista (en el que coinciden Correa y Nebot, y ellos dos con garcíamorenos y velascoibarras) goza de tan buena salud.
Guillermo Lasso apostó por otro perfil y se mantiene en ese empeño. Pero su dilema no está ahí: está en el horizonte que soñó para el país. En ese diseño estratégico que no termina de aflorar. Llegó a Carondelet maltrecho tras una alianza incomprensible con el correísmo y el nebotismo y el vacío político que le dejó haberse bajado a tiempo de ese despropósito. Desde entonces su gobierno ha sido reactivo. En la Consulta Popular encontró una plataforma propositiva, aunque su alcance institucional real no colma -ni de lejos- las exigencias que plantea la parálisis política e institucional.
El país está ante un dilema shakesperiano: ninguna reforma le calza y sin embargo no puede evitar un remezón de fondo. En esa disyuntiva estriba y sigue estando el principal desafío del gobierno del presidente Lasso. De él se espera que proponga y opere una fórmula para deshacer el ovillo.
No sentarse en Carondelet a contemplar el statu quo fue la principal promesa política de su campaña.
Foto: Presidencia de la República.
Este análisis se publicó anoche, 4 de diciembre, en el Boletín dominical de 4P. Si desea recibirlo, suscríbase por favor gratuitamente aquí: GPS4P.
Hoy: ¿sigue siendo utópico esperar que la sociedad civil reaccione?
escribi un comentario para que el goberno actue con energia, para que la banda de maleantes contumaces no se tome el poder, porque la ciudadania no lo vamos a permitir .
El diseño legal del Estado ecuatoriano es muy apto para JUEGOS LEGULEYOS. Antes había tres Poderes. Ahora hay CINCO. Entre ellos se fastidian y se ponen trabas. Los asambleístas ganan unos sueldazos interfiriendo al Poder Ejecutivo. No olvidemos que el mismo Dr. Julio César Trujillo recomendó que el Poder de Participación Ciudadana debe DESAPARECER. En fin, mientras los ciudadanos trabajamos arduamente, los señores leguleyos laboran JODIENDO !
Dice un adagio popular: ” buey manso da mala cornada”. Por que no tener confianza en el gobierno de Lasso para que esté adagio cobre plena vigencia para que de una vez por todas ponga en su lugar a tantos alevosos, recaderos y conspiradores que como moscas de pantano han aparecido y crecido como plagas post pandemia COVID en el país. Total la esperanza es lo último que se pierde. VIVA EL ECUADOR DEMOCRATICO LIBRE DE CORRUPCION Y VIOLENCIA.
Necesitamos gente preparada que trabaje por el bien común con honestidad y patriotismo por lo que se hace necesario que los ecuatorianos, eliminemos de la faz política el cacicazgo indígena y de mestizos, que buscan exclusivamente, sus beneficios particulares. su enriquecimiento, olvidándose de los verdaderos dueños del país, los ciudadanos. Los políticos vienen de fracaso en fracaso, poniéndole el pie al gobierno que, si bien es débil, al menos demuestra honestidad, pero la asamblea corrupta y el mal manejo de quienes se creen dueños del país, utilizando a sus seguidores como marionetas para atacar a las instituciones democráticas. Presidente Ud. tiene el respaldo ciudadano y eso se demostrará en la consulta, para un cambio radical, que mejore al país.
Lamentablemente, el remezón creo que no podemos esperar de don Guillo: no tiene tiempo ni de leer los currículos de sus colaboradores más cercanos. Mientras el país se hace pedazos, los primos con sus caprichos en dos instituciones fundamentales del Estado: la Asamblea y CNJ; los jueces con el uso de garantías a su buen “criterio humanitario”, como el habeas corpus o el arresto domiciliario a delincuentes de alta peligrosidad que deben ir con policías (más policías) para cuidarlos que luego les dan el “vire” en agradecimiento. Y las calles empedrándose de muertos, hasta con niños. Los delincuentes no suman, restan. Don Guillo como que medita dónde lucirá mejor su foto en Palacio.
Gran análisis de la realidad histórica conductual de las masas y de los políticos de nuestro país, que visto y traducido en pocas palabras se infiere que los Ecuatorianos no podemos deshacernos del populismo en sus diferentes formas, es tan atávico nuestra cultura que hasta cierto punto los necesitamos.
De otro lado el presidente Lasso desperdició momentos valiosos para ejecutar una consulta exitosa y con temas verdaderamente de peso que hubiese rescatado la institucionalización del país y se hubiera enterrado cualquier tipo de conspiración del prófugo y su horda de asambleístas a sus servicio. esperemos que el gobierno sepa reaccionar y dar un golpe de timón en su política con miras a la consulta, caso contrario el nivel de incertidumbre puede ir creciendo. Aún así Sr. Hernández, los Ecuatorianos que le seguimos sus sesudos análisis seguirá siendo una trinchera para los Ecuatorianos que deseamos una sociedad regida por una genuina democracia – representada por políticos y partidos políticos serios- El desarrollo de una nación a estas alturas de la historia, demuestra que una autentica democracia construye un país a su progreso…No hay otro modo.
Excelente analisis. La tarea la debe liderar el presidente pero nos toca a los ciudadanos levantarnos las mangas y proponer y apoyar de manera efectiva las reformas politicas e institucionales que permitan proyectar la Nación Ecuatoriana hacia un futuro mejor.
Es una grave injusticia y un craso error histórico meter en el mismo saco a Correa y a García Moreno. Este presidente encontró un país destruido, dividido y en trance de desaparición. Cuando lo asesinaron el Ecuador, un país pobre, había dado un salto cualitativo y cuantitativo en todos los aspectos: educación en todos los niveles, comunicaciones, honradez administrativa, pulcritud electoral… Cometió errores, es cierto, pero el saldo de su gobierno fue inmensamente positivo.
El molde caudillista es variado y versátil. Y no significa que dos caudillos sean iguales. Son dos caudillos.
Lamentablemente , esperar ese necesario remezón en el Gobierno Nacional y en la sociedad civil , es SOÑAR DESPIERTOS ; nunca se dará !!!!!!!
Todo nace desde el momento que el Presidente Lasso quizo pactar con los delincuentes de Correa y Nebot en la asamblea, peor error, el país se enteró de la maniobra maquiavélica del presidente y nos sentimos traicionados, quedó por demas desarmado, sin apoyo popular ahora le falta decisión personal y mano fuerte, es increíble que estos asambleístas se tomen los poderes del estado como pedro en su casa, que no tenemos autoridades al mando del estado?
Cierto Don José , para despecho de muchos ecuatorianos Don Guillermo Laso es un gobierno débil y los correistas siguen orondos en los principales ministerios y dependencias, dando clases de Moral y buenas costumbres, no recuerdan nada de los tiempos de ausencia de libertades y robo organizado .
Cómo el gobierno de Lasso puede levantar cabeza cuando tiene en su ministro de Gobierno su principal conspirador cuando conversa secretamente, através de cartas reservadas, con el principal conspirador Virgilio Saquicela? y hasta su primito de la corte de Justicia también se une a esa perversa causa.
¿Cómo afecta la corrupción en la economía de Ecuador?. Las prácticas corruptas más habituales se encuentran en la utilización de un cargo público. Por otra parte, las decisiones chuecas provocan que se ignoren los momentos más difíciles y apremiantes y es cuando se precisa de unidad, de sabiduría y de coraje para actuar con contundencia contra el enemigo a vencer: LA CORRUPCION. El Ecuador atraviesa hoy una muy difícil situación, y cómo la resuelvan sus autoridades, actores políticos y la ciudadanía en general? Aplicando la ley y la constitución. Es de esperar del pueblo, como de los políticos en general, que sepan comprender la magnitud del problema y que no distraigan sus energías ni atención de lo verdaderamente importante: el progreso de Ecuador. El presidente Lasso tiene todavia la oportunidad de tomar nuevas decisiones y sacudirse..
El Presidente Lasso, creyó que sería fácil gobernar este País. Seguramente pensaba que administrarlo pulcramente era suficiente. Su idea de gobierno era el saneamiento financiero y su orden. No evaluó correctamente la situación de crisis económica, la podredumbre política del correísmo, el avance de la delincuencia y la mafia, menos, la toma de los carteles de la droga del País, como corredor de salida de la droga colombiana de puertos, lanchas rápidas y avionetas. Sin fondos públicos, no se puede combatir ninguno de esos problemas. El Ecuador del 2020, comporta un auge de los productos exportables. Correa no logró destruir ese sector de la economía. Quiere regresar para intentar apropiarse. El país requiere de planes de mediano y largo plazo que ofrezcan seguridad a las inversiones y al crecimiento económico, pero el Presidente llegará con las justas al 2025. Una función ejecutiva fuerte, que demuestre claridad de intenciones y avances significativos, habría sido suficiente para exterminar con la plaga del correísmo, que es una amenaza real que podrían terminar con las débiles intenciones del actual régimen. Nadie entiende por qué, el Presidente no tuvo el propósito de armar un gabinete potente, pro-activo, experimentado, con ideas claras. Si abandonó la lucha política, fue por falta de ideas, estrategias y argumentos. Quién no espera vencer, ya está vencido de antemano.
El País no solo está paralizado, está lleno de delincuentes que pululan por las empresas públicas llenándose los bolsillos a costa del presupuesto nacional, nuestro dinero, todo esto bajo la mirada cómplice del presidente, el mejor ejemplo es lo que sucede en Celec EP, un gerente puesto y manejado por las mafias de la piscina, que además cuenta con el apoyo del gerente de empresas públicas, Hernán Luque, quien se niega a llamar a Directorio para evitar su remoción, un Ministro Fernándo Santos atado de manos sin que sus disposiciones importen algo en las empresas públicas que debe controlar su cartera, un sindicalista que presiona por un contrato colectivo que desestabiliza el presupuesto de la Corporación para cobrar el 15% por “honorarios”, centrales dañadas y viejas por negligencia de sus gerentes inoperantes que lo único en lo que se enfocan es el publicar procesos amarrados, incluso pasando por encima a los fabricantes de los equipos, esto se replica en todas las empresas públicas, lo mismo pasa en CNT, CNEL EP, Flopec, etc, en donde el denominador común es Hernán Luque, el presidente de sus directorios, a quien el Presidente Lasso defiende a capa y espada, entonces se desprende la pregunta: ¿Acaso el Presidente desconoce todo esto o también es cómplice de esto?, con una campaña por la consulta popular en camino, el Presidente debe entender que necesita un golpe de timón fuerte y corregir todo esto si quiere tener una mejor aceptación en su consulta, caso contrario, es un camino al fracaso nuevamente, tal como hasta hoy ha sido la marca personal de su gobierno.